MEDIO AMBIENTE

Nuevo caos en el mantenimiento de los parques y jardines de Cádiz

Una veintena de operarios se tiene que hacer cargo de la conservación de todas las zonas verdes de la ciudad

Los jardines de Cádiz están experimentando un deterioro por la falta de mantenimiento A.V.

SARA CANTOS

Veinte trabajadores para más de 300.000 metros cuadrados. Esa es la ratio de operarios con que cuenta la ciudad de Cádiz este verano para limpiar y mantener los más de 300.000 metros cuadrados de jardines y zonas verdes de la capital gaditana.

La plantilla el resto del año es de 41 personas (38 de lunes a viernes y 3 los fines de semana) pero en la actualidad trabajan la mitad porque la antigua empresa concesionaria, Licuas, (obligada a seguir con el servicio merced a una prórroga forzosa mientras se resuelve la impugnación de la contratación a la nueva adjudicataria, Acciona) «quiere dejar el servicio pero no puede, y como dice que pierde dinero, no cubrir las vacaciones del personal es una manera de amortiguar las pérdidas», explica José Luis Moreda , presidente del comité de empresa de Licuas.

Actualmente se han ido de vacaciones 13 operarios y 1 encargado y solo se han contratado 5 operarios. Si a esto le unimos que desde principios de años algunos trabajadores ya han disfrutado de vacaciones sin ser reemplazados, la situación se antoja «insostenible».

Este escenario laboral está provocando el colpaso del servicio y un nuevo episodio de caos en la limpieza de zonas verdes , más visible en extramuros (sobre todo en la barriada de la Paz y Cortadura) que en el casco histórico. «Ni los jardines ni la plantilla están bien», lamenta Moreda.

No es la primera vez que afloran quejas por el escaso mantenimiento de los jardines gaditanos desde que en abril del año pasado finalizara -técnicamente- dicha empresa su contrato. Desde entonces tanto representantes de trabajadores como ciudadanos y partidos políticos han pedido en reiteradas ocasiones al equipo de gobierno un nuevo pliego con mejores condiciones para los trabajadores y, mientras éste no se licitaba, que al menos fuera rotundo al pedir a Licuas el cumplimiento de las condiciones del servicio durante el periodo de prórroga, vigente en la actualidad.

No obstante, la situación en el último año no ha mejorado y tras saberse que este verano solo trabaja la mitad de la plantilla , preguntado por esta cuestión, el Ayuntamiento asegura que «se está en contacto con los técnicos municipales y con los propios trabajadores para resolver esta situación y que se cumplan con las vacaciones».

Por su parte, el comité de empresa de Jardines ha mostrado su malestar. Afirman que han ido informando «de todas estas irregularidades al director de medio ambiente sin obtener respuesta alguna y sin que se hayan tomado medidas por parte del ayuntamiento». También critican que «tampoco se cuenta con el personal de fines de semana y sigue sin cubrirse dos plazas vacantes, una de lunes a viernes sin cubrir desde junio de 2016, y otra de fines de semana desde abril de 2017».

Un contrato enquistado

La situación administrativa del servicio de mantenimiento jardines y arbolado de la ciudad no favorece en nada a la imagen de la ciudad, que ha retrocedido en los últimos años en materia de limpieza. Cabe recordar que en abril de 2017 Licuas terminó su contrato pero al no sacar el Ayuntamiento a licitación un nuevo pliego para la adjudicación del servicio, la empresa tuvo que seguir asumiendo las funciones con una prórroga forzosa.

Meses después el consistorio sacó el nuevo pliego de condiciones -que originó quejas del comité de empresa por la demora, «sobresueldos» para encargados y técnicos y «una plantilla engordada- e impugnó el nuevo pliego. Tras este escollo se presentaron dos empresas, Inditec y Acciona Medioambiente. Hace mes y medio el equipo de gobierno del ayuntamiento anunciaba que la adjudicataria del servicio era Acciona y, poco después, la otra empresa aspirante recurría la adjudicación «por defectos administrativos en el proceso con el sobre número 2», explica Moreda. A día de hoy, el caso está en manos de un tribunal adminstrativo.

Desde el comité de empresa desconocen las circunstancias que rodean «las continuas impugnaciones para que no se lleve a efecto el nuevo contrato y la adjudicación» y avisan de que «desde que se sabe que esta empresa no continuará, Licuas solo se ha dedicado a incumplir el pliego de contrataciones, a sancionar y expedientar, de forma injustificada a trabajadores por los motivos más absurdos». «Mucho nos tememos que éste verano al igual que en otros anteriores el mantenimiento de los jardines no podrá ser el adecuado, una situación que se repite año tras año y en donde la Delegación de Medio Ambiente no pone remedio».

A día de hoy, y pendientes de la resolución de un tribunal administrativo, la realidad es que hay una empresa trabajando a medio gas que quiere irse; unos trabajadores con derechos laborales recortados, un ayuntamiento en compás de espera, una oposición política enfadada... y los jardines por barrer.

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