Carnaval 2022
La mayor leyenda callejera sí que sale
El Gómez aplaza su retirada para llevar a las esquinas ‘Fritur Gaditano’ con Paco Mesa
Tras 45 años de autorías esenciales y brillantes pero discretas, es cocreador de toda la fiesta actual: de las callejeras y el Carnaval Chiquito a la resurrección de chirigota, romancero y coro
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El Carnaval de la calle y el del Concurso siempre han tenido una relación tormentosa. Algunos grupos, integrantes o autores han hecho ver que adoran a esos dos padres por igual pero la realidad es que siempre hay que optar por uno u otro. De hecho, aunque soterrada, hay cierta y creciente inquina entre –algunos– de los fervorosos practicantes de una y otra vertiente . Los oficiales consideran a los otros unos esnobs, que van de intelectuales y cultos, que presumen de un humor pretenciosamente inteligente, más elaborado y sutil, cuando son igualmente vanidosos pero disimulan –algunos, poco–. Los callejeros acusan a los del Falla de mercantilistas, de encorsetados y aburridos, de querer ser semiprofesionales, complicar coplas o tradiciones y considerarse estrellas del espectáculo cuando su radio de popularidad apenas tiene unas decenas de kilómetros.
En este año 2022, el año I d. C. (Covid), la diferencia se ha hecho más evidente que nunca. El Concurso no ha sido posible porque el altísimo número de contagios ha impedido los ensayos y habría hecho inviable el certamen en sus fechas (de mediados de enero a final de febrero). Sin embargo, la fiesta de la calle es perfectamente posible con el alivio de la crisis sanitaria. Las ilegales, en cambio, apenas suelen precisar unas semanas de preparación, más informal, que se suele realizar en pequeñas reuniones o con grabaciones, así que el peligro era menor. La calle se rebeló al aplazamiento oficial del Concurso del Falla y de todo el programa en la calle. Dijo que salía al terminar febrero y saldrá, con lo que la separación se hace definitiva.
Otra gran diferencia en este 2022 en el que Falla y calle han decidido hacer vidas separadas, más, es que las estrellas de uno y otro mundo tienen diferente comportamiento. Mientras que los nombres más queridos, conocidos y seguidos del Concurso han anunciado que descansan de teatro –en algunos casos por tener otros proyectos en marcha–, los popes y las leyendas alegales, los ‘indies’ de la copla satírica y el romancero concurrirán.
Entre ellos, entre los que van a estar en la calle este final de febrero, este principio de marzo, destaca como ningún otro José Manuel Gómez, ‘El Gómez’ . Su carácter reservado le ha convertido en un pequeño misterio de la fiesta. Los aficionados más jóvenes han oído hablar algo de él pero difícilmente cuentan con elementos para valorar su enorme contribución a la fiesta. Con toda probabilidad, es uno de los autores vivos más trascendentes en el Carnaval en general. Sin una sola duda, es el autor vivo más influyente en la parte del Carnaval que no tiene que ver con el Falla. De hecho, es uno de los claros inventores de la faceta callejera.
El hecho de que muchos romanceros o chirigotas ilegales no se firmen, o se haga de forma colectiva, informal, dificulta rastrear la autoría de cada pieza . José Manuel Gómez (Cádiz, noviembre de 1957) tiene dicho que se le atribuyen coplas que no son suyas y que otras que se asocian a distintos autores le pertenecen. Para complicarlo, muchas agrupaciones, romanceros o lo que fuera se pensaron y escribieron a cuatro, seis u ocho manos. En su caso, casi todo fue con Emilio Rosado. Pero otras veces con Paco Rosado, los Mato, los Padilla, Paco Leal, Salvador Fernández Miró o Paco Mesa, por citar algunos.
Con este último, felizmente recuperado y también con asombroso currículo, saldrá en este Carnaval a la calle, cartelón en ristre, con el romancero ‘Fritur Gaditano’. Sin concursar, «eso es para la gente joven» y ataviados con el obligatorio tipo mamarracho (casco de obra, chaleco reflectante, dos coloretes...) unen en el personaje a los políticos que van a promocionar (se) a la gran feria turística de Madrid, Fitur, con los guías turísticos ‘free tours’ que van relatando rincones, historia y encanto de la ciudad a los tutistas a cambio de la voluntad.
«Tenía ganas de escribir este romancero desde hace unos años. Y he creído que este era el año, no por la pandemia ni por el cambio de fechas ni por nada de eso, tan sólo por el contenido, que no anticipo para no hacer ‘expolio’», dice con una sonrisa jugando de forma chirigotera con el término ‘spoiler’, tan de moda. Paco Mesa y El Gómez saldrán «por los sitios de siempre, en los horarios habituales», es decir, cómo y cuándo les dé la gana. Ambos habían comentado que quizás les había llegado el momento de retirarse (Gómez cumplirá 65 años el próximo noviembre) pero les ha apetecido un año más sin que tengan que ver las circunstancias pandémicas ni haya carácter reivindicativo. De hecho, aún mantienen la intención de no salir mucho más: «Puede que 2022 sea nuestro último año, como Serrat», afirma sin dejar el tono cupletero.
Medio siglo de aportación
Tanto si es el último año como si no, la aportación de El Gómez al Carnaval ya es descomunal. Ya la valorarán estudiosos e historiadores. Arrancó en 1977 con ‘Los Dedócratas’ cuando tenía 21 años . Ya colaboró en aquel coro (seguido de ‘La guillotina’, ‘Los buhoneros’...), de estudiantes, que recuperó el tango cuando apenas salían tres agrupaciones en esa modalidad cada año, agonizaba. Apenas cinco años después revolucionó, modernizó, la chirigota para siempre junto a los Rosado con ‘Los cruzados mágicos’, ‘Los cegatos’, ‘Los carreros’, ‘Los cubatas’... Casi de forma simultánea, con Paco Leal y otros, crearon las primeras callejeras y de forma accidental parieron (1987) el Carnaval Chiquito con la chirigota ‘Autopista hacia Benalup’. Fue una travesura convertida en gran epílogo formal con fecha fija. En 1991 con Antonio Mato, Alonso y Paco Leal reactiva el cuarteto con ‘Tres notas musicales’, primer premio. Repite esa aventura en 1997 con otro cuarteto’ Ser o no ser’.
En los 90 llega al romancero para darle una resonancia que apenas había tenido antes, al igual que colabora –también en esa década– en alcanzar uno de los mayores niveles de excelencia que ha tenido la chirigota callejera : ‘Los hijos secretos de Lola Flores’, ‘Los volteretas’, ‘Los hermanos Brothers’...
Con el cambio de siglo llega la colaboración durante más de un lustro, y con varios primeros premios en el Falla, con la chirigota del Love, además de la participación esencial en pregones como los de Paz Padilla y Jorge Drexler, entre otros. Añádanse una veintena más de brillantes romanceros, cuartetos callejeros y chirigotas fuera de concurso, muchos de autoría colectiva. Si se suma, es difícil encontrar a alguien en el Carnaval de 2022, el de la calle o el otro, con mayor y mejor trayectoria . De 1977 a 2022, de forma casi ininterrumpida, con un sello personal e indeleble por más que compartido. A ver quién da más.
