Maremoto en Cádiz

¿Cómo actuar si llegara un tsunami a Cádiz?

La asociación de vecinos de Segunda Aguada recopila una serie de medidas básicas para actuar en caso de tsunami, un «riesgo inherente» a la Bahía de Cádiz

Marlaska presenta en Cádiz un plan contra maremotos «con el objetivo de avisar del peligro y adelantar la respuesta»

Simulación de los efectos del maremoto en Cádiz en el documental La gran ola, de Fernando Arroyo: RTVE

Fran M. Galbarro

«Todos los riesgos naturales se repiten en el tiempo» porque «obedecen a unas circunstancias que tiene ese terreno y sigue estando ahí». La advertencia, del director general de Investigación de la Universidad de Cádiz (UCA) y presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD), la utilizó la asociación de vecinos de Segunda Aguada para introducir su propuesta para el plan de contingencia frente a tsunamis, entregado el pasado año al Ayuntamiento de Cádiz.

La iniciativa vecinal elaboró un documento en el que se reflexiona sobre las tareas de preparación, los sistemas de alerta y las medidas a tomar para minimizar el impacto el día que ocurra esta tragedia. Porque, como resaltan los investigadores, las personas que viven cerca de estas zonas costeras deben asumirlo como un «riesgo inherente al lugar en el que viven» .

El plan comienza recordando los principales peligros: daños por impacto directo, inundación y erosión por las olas cuando regresan al mar. La fuerza del maremoto podría derribar edificaciones y arrastrar objetos muy pesados como escombros y automóviles. Además, resalta el documento, el descenso del nivel del mar previo a la primera ola genería una falsa seguridad en la población ocasionando que muchas personas se acerquen a la costa.

El documento también repasa los efectos secundarios o indirectos: incendios –por cilindros de gas en mal estado y por la proximidad de la gasolinera en el caso de esta barriada–, epidemia –paludismo por estancamiento de agua y enfermedades gastrointestinales por el consumo de agua contaminada–, pánico o derrame de hidrocarburos –si resultaran afectados los sistemas de conducción y almacenamiento del sistema de la citada gasolinera–.

Medidas básicas

Ante estos riesgos, la entidad vecinal elaboró un listado de medidas básicas a divulgar entre los gaditanos para que tengan un conocimiento mínimo sobre qué hacer en caso de que se repita esta tragedia 300 años después.

Los vecinos deben protegerse del sismo ubicándose en un área de seguridad , ya sea dentro o fuera de la vivienda, en lugares que «deben ser definidos previamente y estar en conocimiento de la familia». Además, es esencial protegerse de los objetos que puedan caer, por lo que «es preferible ponerse sentado en el piso si es que está en una zona segura». También deben alejarse de ventanas –los vidrios al quebrarse pueden ser peligrosos– y de tanques de agua elevados, balcones, cornisas, postes y cables eléctricos en áreas cubiertas.

La asociación recuerda que durante un terremoto o tsunami es muy importante mantener la calma y evitar correr: «El pánico puede poner en peligro muchas vidas» . En ningún caso se debe evacuar «por vía terrestre hacia otras ciudades próximas» ante el riesgo de ser arrastrados.

Los vecinos deben buscar «la evacuación en altura o vertical», es decir, subir «hacia las plantas superiores del edificio , «teniendo en cuenta que una primera planta ya es un lugar seguro». Una de las claves es situarse por encima del nivel del mar, nunca por debajo de los 10 metros de altura si se está en el Paseo Marítimo, en un acantilado o promontorio, y no por debajo de los 5 metros en zonas urbanas inferores de núcleos de población situados junto a la costa.

Otra imagen de la proyección en la costa en el documental La Gran Ola. RTVE

A partir de ahí, paciencia: esperar a que cese el terremoto o a que el mar recupere su régimen de mareas habirtual, en el caso de maremoto. «Este proceso puede tardar en el peor de los casos entre cuatro o cinco horas », matiza el documento.

Después del tsunami

A partir de ese momento es importante evitar salir de manera desordenada, sobre todo en lugares de mucha concurrencia, y hacerlo alejados siempre de las fachadas ante la posibilidad de desprendimiento de cascotes. En cualquier caso, no se debe abandonar la ciudad hasta que se hayan asegurado las vías de evacuación y se garantice que el fenómeno no va a repetirse.

De hecho, «sólo se debe abandonar la vivienda cuando ocuparla suponga un peligro o lo recomienden las autoridades y siempre que la zona esté asegurada por la policía», según esta asociación, que advierte a sus vecinos: «Los actos de pillaje son habituales en los momentos y días posteriores a los sucesos catastróficos».

El escenario más catastrófico

En el peor escenario posible, contemplado en estas recomendaciones, «es muy probable que los suministros de luz y agua queden cortados durante días o semanas» . Por ello, recuerda el documento, es importante «contar con reservas individuales o colectivas de agua y sistemas alternativos de alumbrado (lintenas, cerillas, velas, lámparas de gas...) para garantizar una mínima supervivencia entre el momento de producirse la emergencia y la recuperación de estos servicios o la evacuación a otros lugares». También se propone «disponer de alimentos envasados que no requieran refrigeración para situaciones de contingencia de varios días».

En ese catastrófico escenario, incluso se contempla la caída o limitación de canales de comunicación, entre ellos la telefonía móvil. «Es esencial no colapsar de llamadas o intentos de conexión los pocos canales disponibles . Lo más útil es disponer de una radio con baterías para recibir la información e instrucciones de las autoridades.

El presidente de la asociación de vecinos de Segunda Aguada, Antonio Peinado, presenta al equipo de Gobierno el plan. Ayto Cádiz

Un plan más detallado

La entidad vecinal propone la coordinación comunitaria como la base para instalar sistemas de alerta temprana. Es decir, trabajar conjuntamente entre las asociaciones de vecinos y comunidades de propietarios en los preparativos necesarios. Si bien las autoridades locales serían las responsables de tomar una acción de difusión del problema –alarmas sonoras, bomberos, medios de comunicación, Policía y Fuerzas Armadas...–, los vecinos deben estar preparados en ese momento, conociendo la naturaleza del fenómeno, zonas seguras, rutas de evaluación, etc.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación