El Koyak, «histórico camello de Cádiz», en libertad de nuevo tras ser detenido por decimonovena vez

Ya el pasado diciembre fue condenado por la Audiencia a casi cuatro años de cárcel por trapichear con droga pero, y aunque ha sido arrestado otra vez hace unos días por la Policía por vender papelinas en Loreto, no ha ido a prisión

Paco El Koyak fue detenido por vender supuestamente papelinas de rebujo, cocaína con heroína. La Voz

M. Almagro

Paco 'el Koyak' es uno de esos irreductibles del trapicheo de drogas. En su caso, en Cádiz capital. De esos reincidentes que acumulan arrestos y delitos contra la salud pública por menudear, uno tras otro, pero que, a pesar de ello y de haber probado varias veces qué es eso de vivir a la sombra, sin libertad, siguen viendo en el negocio de las 'papelas' su «modo de vida».

Forma parte de ese grupo de «camellos históricos» como El Beni, El Ruso... que continúan sumando números a su historial delictivo por muchas veces que les pillen. Al Koyak, que peina ya 57 años, le constan 19 detenciones . Seis de ellas se efectuaron durante el confinamiento y la pandemia.

La última vez que se le engrilletó fue hace unas dos semanas. Agentes del Grupo de Pequeño Tráfico de la UDYCO de la Policía Nacional en Cádiz lo pillaron en la barriada de Loreto . De nuevo en lo mismo: vendiendo papelinas de rebujo, esa mezcla explosiva de heroína y cocaína que ya no solo tiene su mejor clientela entre politoxicómanos severos sino que, según alertan los colectivos que ayudan a salir a consumidores de la droga de ese dependiente túnel, también va teniendo un peligroso tirón entre otro tipo de perfiles, como jóvenes que no vivieron en los 80 las mortales consecuencias que dejaba atrás el 'caballo'.

Según informó la Policía Nacional, los agentes habían recibido informaciones acerca de que en la plaza Campo de la Aviación , eran muy llamativas las continuas idas y venidas de drogodependientes que llegaban incluso a consumir la 'papela' nada más comprarla, en medio de la calle. Lo hacían a «cualquier hora del día, incluso en horario de tarde», cuando en este lugar se encuentran a diario numerosas familias con niños jugando. Así que tras recibir esta alerta los policías comenzaron a indagar y en las vigilancias que realizaron comprobaron de inmediato que estas denuncias eran ciertas.

En dicha plaza se había instalado 'El Koyak', en unos locales que hay actualmente desocupados, y ahí mismo realizaba las ventas de droga. Tras estar plenamente identificado, el investigado fue detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas y una vez terminado el atestado policial fue puesto a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia en Cádiz. Sin embargo a las pocas horas salía en libertad a la espera de juicio sin que se le aplicara como medida cautelar el ingreso en prisión provisional.

Con una condena pendiente de diciembre

Se da la circunstancia de que Paco C. 'Koyak' fue condenado a finales del pasado año por traficar con droga. Él mismo decidió llegar a un acuerdo con la Fiscalía admitiendo los hechos que se le imputaban para así lograr un castigo menor. Fue sentenciado por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz a tres años y nueve meses de cárcel, si bien, vistas las circunstancias, parece que no llegó a ingresar en ningún centro penitenciario, o al menos, ya ha salido en libertad provisional.

Según este fallo, que es firme por haber pactado la conformidad , el 13 de enero de 2021 agentes también de la UDYCO montaron un dispositivo de vigilancia. Fue entonces cuando observaron como un individuo llamaba por teléfono y al poco llegaba en bicicleta otro y le entregaba un pequeño objeto que sacó de su boca recibiendo a cambio dinero. Los policías siguieron al que había recibido dicho objeto y tras interceptarlo comprobaron que se trataba de una papelina de rebujo.

Tres días después, los policías montaron un nuevo dispositivo en las proximidades del que era el domicilio del acusado. Una vez allí observaron como esta persona, que ya conocían como El Koyak , se dirigía a una calle cercana donde le esperaba una pareja, entregándoles a cada uno de ellos otra papela que sacó de su boca. Del mismo modo, los agentes siguieron a los receptores aunque solo pudieron intervenir una de las papelinas porque la otra se la tragó uno de ellos al ver que le seguía la Policía. Aproximadamente una semana después uno de los agentes fuera de servicio volvió a pillar a este supuesto camello haciendo una nueva 'venta'.

Con todas estas pruebas, a mediados de febrero de 2020 lo detuvieron. Según especifica la sentencia, encima llevaba cinco papelinas y 106 euros que, como indicaron, podía provenir de esta actividad ilícita. Como indica el fallo, el acusado es "toxicómano de larga evolución lo que determinó la comisión de los hechos para sufragar su adicción».

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