OKUPAS

«Cuando quisimos entrar en la finca ya habían cambiado la cerradura»

El sobrino de la propietaria de Flamenco 2, okupada por siete familias procedentes de la Corrala de la Bahía, narra el desagradable incidente que presenció el sábado

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Acudió a la puerta de la finca en compañía de un amigo tras el aviso de varios vecinos que habían visto movimientos sospechosos durante las últimas horas. Pero cuando trataron de acceder al inmueble se encontraron con una desagradable sorpresa. «Sacamos las llaves para abrir la puerta y ya habían cambiado la cerradura», narra un familiar de la propietaria de la finca situada en la calle Flamenco 2, que desde el pasado fin de semana se encuentra okupada por siete familias que proceden de la Corrala de la Bahía, entre ellas la que fuera una de sus portavoces, Estefanía Mateo.

A causa de su avanzada edad, María del Carmen Freire, dueña del edificio, continúa al margen del episodio acaecido en la céntrica calle gaditana al mediodía del sábado.

Pero su sobrino, que es el encargado de gestionar los negocios y las propiedades de la anciana, sí que estuvo presente durante el desarrollo de unos hechos que fueron denunciados ante la Policía Nacional y ya se encuentran en los juzgados de Cádiz.

Explica este familiar que tras comprobar que la cerradura había sido cambiada, llamaron a la puerta. «Al momento una chica abrió y nos dijo que estaban okupando la vivienda. Cerró rápidamente y no volvió a responder a nuestras llamadas al portón», comenta.

Tras denunciar el incidente ante la Policía Nacional, dos agentes se personaron en el inmueble y pidieron a los okupas que se identificaran. Igualmente les instaron a que indicaran en qué viviendas se habían instalado cada uno de ellos. En total son veinte personas -14 adultos y seis menores- las que han accedido al edificio, que cuenta con siete pisos vacíos que no tienen cédula de habitabilidad, luz ni agua.

Antes de que llegaran los agentes de la Policía Nacional el sobrino de la propietaria expone que fue testigo de cómo los okupas descargaban sus muebles y enseres y los introducían en la casa. «Vivimos momentos de mucha tensión. La sensación de impotencia era enorme. Fue bastante violento y casi llegamos a las manos con alguno de ellos», comentaba.

«Ahora queremos tranquilidad»

Al mediodía de este martes, la calle Flamenco continuaba tan poco transitada como suele estarlo habitualmente. El portal del número 2, cerrado a cal y canto. Aunque sí que se ha podido ver a algunos de los okupas entrar y salir del edificio sin querer realizar ningún tipo de declaración al respecto del incidente.

«Ahora queremos tranquilidad», se han limitado a comentar, emplazando a la semana que viene, cuando emitirán un comunicado a los medios en el que explicarán los motivos que les han llevado a abandonar la Corrala de la Bahía y a instalarse en una finca que cuenta con un propietario privado con nombre y apellidos. Una circunstancia que eleva a la enésima potencia la repercusión de la okupación con respecto a la que llevaron a cabo en enero en el edificio de la avenida de Portugal, 45, que pertenece al Banco Santander.

La Corrala de la Bahía ha sido la última vivienda de estas siete familias, edificio que les ha dado techo desde el pasado mes de enero. Los continuos roces entre parte de los vecinos del inmueble situado en la avenida de Portugal 45 se ha convertido en el germen de esta nueva okupación en el centro de la ciudad. Algo que han confirmado algunos de las personas que aún siguen habitando la Corrala, que apuntan a un encontronazo ocurrido hace unas semanas como causa de su marcha. A lo largo de este martes, han explicado, tienen previsto enviar un comunicado a los medios mostrando su postura sobre los motivos de este nuevo conflicto.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Cádiz han manifestado que están al tanto de la situación y del abandono de la Corrala de la Bahía por parte de estas siete familias. Manteniéndose al margen del conflicto entre los vecinos, la concejala de Vivienda, Eva Tubío, ha trasladado a los okupas que «la oficina antidesahucios está al servicio de estas familias para asesorarlas en la búsqueda de una alternativa habitacional».

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