Cádiz

Curiá encontró en Amazon su mina de oro

La multinacional reconoce a esta empresa familiar gaditana, dedicada en principio a la grabación en metales nobles, tras adaptar su negocio y multiplicar sus ventas a través de la plataforma

Alejandra, propietaria del grabador Curiá, ha tenido que contratar a tres personas más ante el aumento de pedidos por Internet. Francis Jiménez

Fran M. Galbarro

El madrileño Ricardo Curia llegó a Cádiz en 1959 atraído por el mar y con la idea de montar un negocio en el que dedicarse a lo que mejor sabía hacer: grabar a mano en oro y plata. Un año después abrió su taller en la calle San José, en el entorno de la plaza de San Antonio, que pronto se convirtió en un clásico del pequeño comercio de la ciudad.

61 años después es su nieta , Alejandra, quien regenta el grabador. Esta gaditana de 39 años estudió Ciencias Ambientales en la Universidad de Cádiz, aunque tras licenciarse prefirió tomar el relevo de su abuelo y evitar que el negocio cerrase con su jubilación en 2006.

La joven intentó adaptarse desde un primer momento a las nuevas tendencias y necesidades del mercado. Originalmente su abuelo sólo realizaba grabados artísticos a mano en metales nobles como el oro y la plata, pero Alejandra incorporó nuevas tecnologías para la producción y amplió la gama de materiales sobre las que trabajar: aprovechó el cuero, la madera, los plásticos y, en definitiva, toda superficie plana sobre la que se pudiese grabar. «Había que darle una vuelta al taller y adaptarlo a los tiempos , así que me dediqué a productos más comerciales», explica.

Alejandra heredó el negocio de su abuelo, quien se dedicaba a la grabación en oro y plata

Sin embargo, esta actualización fue insuficiente. La crisis económica y la venta on line hundieron a decenas de negocios gaditanos y, pese a tener una clientela habitual afianzada, a Grabador Curiá no le salían las cuentas. «Me planteé que o hacía algo o tendría que cerrar porque en Cádiz hoy es imposible vivir sólo de lo que entra a pie de calle », explica Alejandra.

Alejandra Curiá, durante su jornada laboral. Francis Jiménez

En 2015 creó una página web y logró sus primeros ingresos a través de la venta on line, pero el crecimiento exponencial llegó a partir de 2016, cuando colocó sus productos en Amazon. «Me di cuenta de que, aunque la mayoría de los productos eran de Amazon , había algunos que eran vendidos a través de la plataforma por alguna empresa en particular. Así que pensé que era una oportunidad y que yo podía aprovecharla», recuerda.

La multinacional se queda el 15 % de sus ventas a través de esta plataforma, pero, con una media de 800 envíos a la semana, Ana ha tenido que contratar a tres personas más desde entonces. De hecho, recientemente ha comprado una nueva nave en Chiclana ante el incremento de la demanda .

Curiá está entre una de las trece pymes españolas seleccionadas por Amazon para su nueva campaña del Prime Day

Hoy el 95 % de sus ingresos llegan a través de Amazon , la mayoría para regalos de bodas, bautizos o comuniones a nivel nacional que llegan a su destino en apenas 48 horas. «Asumo el porcentaje porque al final es un coste como cualquier otro en el negocio. Es una inversión», plantea esta pequeña comerciante, quien asegura que ha sabido utilizar Amazon «en beneficio propio».

«Uso Amazon en beneficio propio»

La multinacional está señalada por muchos pequeños empresarios como una de las culpables de que el comercio local, el de proximidad, esté de capa caída. Pero cuando su negocio se hundía, Alejandra aprendió a aprovechar las ventajas del enemigo. « Uso Amazon en beneficio propio. Tiene un portal tremendo y los clientes compran ahí porque les da confianza. En mi web lo hacen menos porque da menos confianza, aunque la persona que haya detrás sea la misma. Así que aprovecho para vender en un sitio que la gente reconoce. Además, es la plataforma que más dinero invierte en promoción y publicidad y con ellos siempre va a estar ganada la primera posición en Google», desarrolla.

La pandemia supuso un duro golpe para esta tienda, pero la desescalada de las celebraciones ha provocado un repunte de trabajo casi sin precedentes para el negocio. «Llevamos dos meses trabajando los siete días a la semana y más de doce horas al día. La demanda es brutal y Amazon se ha fijado en nosotros por cómo hemos incrementado las ventas», explica.

Alejandra, en el grabador de la calle San José. F. J.

Amazon ha seleccionado Grabador Curiá como una de las trece empresas españolas que protagonizará su campaña de apoyo para pymes. La multinacional potenciará la compra de artículos y bonificará a sus clientes con 10 euros de saldo que podrán usar en estos negocios durante el Prime Day, el 21 y 22 de junio.

Alejandra es consciente de los perjuicios que puede provocar Amazon a muchas tiendas a nivel local, pero señala que «también hay muchas empresas que consiguen salir a flote» . «Al igual que yo hay muchas personas, muchas empresas, sobre todo las que fabricamos productos con los que nos podemos diferenciar», concluye.

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