Atracan a punta de pistola la joyería Gordillo de Cádiz

Todo sucedió muy deprisa. Tanto fue así que los ladrones en su huida dejaron algunos de los relojes de lujo que habían rebañado del escaparate. Eran las siete de la tarde. El día seguía lluvioso, como durante todo el lunes, y no había demasiado movimiento por la calle San Francisco. Hasta que tres individuos entraron en la conocida Joyería Antonio Gordillo y de forma violenta apartaron de un manotazo al vigilante de la puerta con el objetivo de hacerse con un valioso botín.

Una vez dentro, no dijeron mucho. Lo suficiente para que la dependienta se refugiara tras un sillón y evitar así males mayores. Las tareas estaban claras, habladas, programadas y una pistola, al parecer no muy grande, no ha transcendido si simulada o no, les sirvió en un primer momento para intimidar al personal.

Primero uno de ellos puso en el escaparate unas telas negras con ventosas para que desde fuera no se viera nada de lo que ocurría en el interior. Después, sus compinches, ya dentro, rompieron rápidamente los cristales de dos de los expositores y arramblaron con lo que pudieron.

Según fuentes consultadas, el material robado fueron relojes, todos ellos de marcas de lujo como Rolex y Cartier. El botín, debido a la alta calidad de las piezas, puede ascender a miles de euros, aunque las prisas finalmente provocaron que dejaran la mitad por el camino cuando se marchaban.

Una vistosa gorra

Por el ‘modus operandi’ se sospecha que los asaltantes sabían lo que buscaban, aunque resulta llamativo el hecho de que no llevaran sus caras tapadas y se dejaran grabar por las cámaras de videovigilancia del establecimiento. Sin embargo, sí pretendieron despistar con su imagen. Según han asegurado los testigos, uno de ellos iba disfrazado de marinero, con una gorra blanca grande, y los otros dos, vestían abrigos con cuellos altos con los que taparse medio rostro.

«Fue todo rapidísimo, cuestión de minutos», cuenta una de las personas que trabaja en la zona donde actuaron los ladrones. «Vino una señora a decirnos que había escuchado un grito y un golpe y que algo estaba pasando», recuerda. «Salimos y vimos como doblaban la esquina dos hombres. Uno de ellos, el que iba vestido de marinero, era alto y delgado. Y otro, más fuerte, caminaba deprisa delante. Iba quitándose unos guantes». Sin embargo, no vieron al tercer implicado ni el botín. «Quizá se marchó en la otra dirección».

Otro detalle en el que coinciden todos los testigos cuestionados es que los tres asaltantes tenían aspecto de extranjeros. Según ha podido constatar este periódico, la Policía sospecha de que se trata de una banda especializada en este tipo de robos rápidos en establecimientos de lujo procedente de Europa del Este.

«Pinta de españoles no tenían», afirma un testigo. Según su versión, el individuo vestido de marinero, de pelo más claro, estuvo un rato solo en la esquina de la antigua cervecería Joselito, como para controlar la situación antes de dar el golpe con sus otros dos compinches. Otra de las trabajadoras de la zona vivió esos minutos del atraco con bastante tensión. «Me pilló todo limpiando y ordenando porque la tarde estaba bastante tranquila de clientes. Entonces, me llamó otra compañera y me dijo que cerrara corriendo, que algo pasaba y que no abriera a nadie». Como recuerda, «me asusté mucho porque en ese momento estaba sola». Aunque, pronto, respiró tranquila. «La Policía no tardó nada en llegar».

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional ya se ha hecho cargo de la investigación. Los testimonios de afectados y testigos, las muestras tomadas por la Policía Científica y las imágenes de las cámaras, además de otras pruebas que puedan recuperar, están siendo fundamentales para identificar a los ladrones. Las pesquisas siguen su marcha.

Un robo muy similar en 2011

No es la primera vez que la joyería Gordillo, una de las más conocidas y prestigiosas del gremio en Andalucía, es víctima de un atraco. En agosto de 2003, dos hombres asaltaron la tienda ocultando sus rostros con cascos. El ADNde uno de ellos en una mancha de sangre encontrada en un guante fue la principal prueba para que fuera identificado y el juez le condenara a dos años y medio de cárcel.

Más recientemente, hace cinco años, también en abril, en torno a las once de la mañana, el establecimiento fue objeto de un robo muy similar al perpetrado este lunes. Dos hombres, de nuevo a pie y con ropa que luego tiraron y con la que intentaron despistar con su edad, se llevaron relojes de las marcas Rolex y Cartier. I. P. y T. K, ambos de 34 años y de nacionalidad estonia, fueron detenidos después de que intentaran dar otro golpe en una céntrica joyería de Sevilla.

El reconocido establecimiento gaditano continúa con normalidad ofreciendo sus servicios y atendiendo a sus clientes.