Los nervios y la ilusión de los niños de Jerez dan color a la nueva versión de la cabalgata de Reyes Magos

La ilusión de los más pequeños era la misma que la de todos los años. Se despertaban como motos y asumían, con sus mascarillas puestas, que este año Jerez no iba a brillar con su cabalgata de Reyes Magos , igual que muchos otros municipios de los alrededores. Para ir a ver a Sus Majestades de Oriente , sus padres habían tenido que reservar hora en alguno de los diez lugares donde se podía disfrutar de la presencia de Melchor, Gaspar y Baltasar , acompañados por su séquito real.

Desde las diez de la mañana hasta las nueve y media de la noch e y por goteo, las familias iban llegando a los lugares donde los Reyes Magos esperaban a los más pequeños para saludarlos. La espera se hacía corta para todos , había que animarse de alguna manera y hacer frente al único pero que se le puede poner a la jornada: el frío . Todos abrigados, haciendo fila en el entorno del Alcázar, con las distancias de seguridad , siguiendo las indicaciones del personal que se encargaba de comprobar la reserva de hora y el número de personas que acudían. La mayoría llegaba de manera puntual, aunque te pedían que se llegara con diez minutos de antelación. No obstante, la cola iba a un ritmo bastante aceptable y las familias podían entrar en el Alcázar y saludar a los Reyes al estilo en el que se han visitado otras navidades los nacimientos de Jerez. Al fondo, los Reyes en su trono saludaban a los pequeños, mientras los pajes preguntaban si habían sido buenos, qué habían pedido en su carta a los Magos de Oriente o si estaban muy nerviosos.

Buena organización, que conllevaba buen ritmo en las esperas y familias con buen talante que aceptaban todas esas medidas de seguridad, el distanciamiento, la llegada de algún rezagado y que las bolsitas de caramelos las dieran en un pequeño cartucho a los pequeños. También podía verse a algunos abuelos que disfrutaban del escenario y manifestaban agradecidos la buena organización. El Alcázar, con sus muros de piedra, sus torres, sus arcos y sus fuentes, creaba ese ambiente de misterio que envuelve a Melchor, Gaspar y Baltasar. A la salida muchos pequeños se preguntaban si los Reyes Magos siguen siendo los que fueron al portal de Belén o son sus tataranietos, mientras que otros se cuestionaban si su carta habría llegado a tiempo. Nervios y miradas cómplices que por un momento hacían que el coronavirus pasase a mejor vida.

Jerez ha puesto a disposición de las familias jerezanas una decena de lugares por todo el término municipal, donde simultáneamente están disfrutando de Sus Majestades de Oriente. Por el momento, la lluvia ha dado tregua a uno de los momentos que más ilusión genera de todas las Navidades, especialmente en los más pequeños. Había una decena de lugares para elegir y cada uno optaba por el que se encontraba más cerca de su casa : en el centro Cívico Rosa Roig en San Benito, Polideportivo Ruiz-Mateos, Sala Paúl, Alcázar de Jerez, Polideportivo Veguita, Centro de Mayores de la zona sur, Centro Cívico Blas Infante, Edificio Jerez 2002 en Chapín, Polideportivo Kiko Narváez y Centro Cívico de San José Obrero. En cada uno de estos lugares esperaban a los niños los pajes y los Tres Reyes Magos, que repetían experiencia y por segunda vez en sus vidas se convertían en estos maravillosos personajes de la Navidad .