Muere el poeta jerezano José Manuel Caballero Bonald

El autor, nacido en 1926, recibió el premio Cervantes de 2012

Apasionado y vocacional, empezó a publicar a los 22 años, militó en la Generación del 50, recopiló todos los grandes premios en Lengua Española con una poesía deslumbrante que eclipsó su brillante faceta como prosista

LA VOZ

José Manuel Caballero Bonald, premio Cervantes 2012 y uno de los grandes poetas españoles contemporáneos, ha fallecido a los 94 años de edad.

El mundo de las letras, el de las artes por lo común, casa mal con las clasificaciones. Aunque las matemáticas tienen mucho de poesía y viceversa -con el parentesco etimológico de la métrica, nada menos-, los ordinales apenas combinan con la lírica, la prosa y el relato. Porque muchos autores, sus poemarios, novelas o cuentos pueden vivir simultáneamente en la mente del lector, aún más trascendente que el escritor, en el mismo plano, a un tiempo, sin anularse ni sobreponerse unos a otros. Con todo, los letraheridos también son tan humanos, frívolos y morbosos como los demas, víctimas de la tentación de ordenar y en ese vicio, José Manuel Caballero Bonald, aparece como el autor más importante de los nacidos en Cádiz en el siglo XX, sólo a la sombra de Rafael Alberti . Con una obra más prolífica, transversal y trascendente que otros grandes como José María Pemán (aunque naciera en 1897).

La muerte de 'Pepe' Caballero Bonald, esta madrugada, a los 94 años, pone fin a un colectivo casual, o causal , de creadores nacidos a la estela sangrienta, profunda e incurable de la Guerra Civil (tenía diez años de vida cuando estalló), de su larga y sombría posguerra. Cegado por la literatura desde su niñez, compartió generación (no exactamente pero sí de forma sentimental) con grandes autores madurados al mediar el siglo XX: Blas de Otero, Goytisolo, Ángel González, Gil de Biedma... Su foto juntos en el homenaje al doloroso Antonio Machado en Collioure es una imagen icónica, una declaración de intenciones literarias, políticas y humanísticas, políticas. Es la primera imagen reconocible de Caballero Bonald y de este grupo conocido como la Generación del 50.

Casi 80 años después, Caballero Bonald muere a los 94 años con la consideración unánime de ser uno de los mayores poetas de las últimas ocho décadas en Español . La confirmación administrativa, simbólica, de esa condición llegó con el premio más grandes de las letras españolas, el Cervantes, en 2012 . Nacido en Jerez de la Frontera el 11 de noviembre de 1926. Su vocación le llevó a cursar Filosofía y Letras en las universidades de Madrid y Sevilla. La voracidad como lector y su prolífica escritura tuvieron complemento con la docencia, que le llevó a Colombia en un autoexilio disimulado para dar clases de Literatura Española. Nunca dejó de escribir. De hecho, publica su primera obra con 22 años aunque empezó a escribirla con 19: 'Poesía' (1945-1948) .

Poco después, tras su regreso a España, llegarían otros poemarios 'Las adivinaciones' (1952), 'Memorias de poco tiempo' (1954), 'Ateneo' (1956), 'Las horas muertas' (1959), 'El papel del coro' (1959) y 'Pliegos de cordel' (1963). Sus antologías y recopilaciones comienzan con 'Vivir para contarlo', obra que recoge toda su poesía. En 1997 apareció una antología de sus poemas con el título 'El imposible oficio de escribir. Antología', y en 2002 una tercera recopilación, en la editorial Visor, titulada 'Antología personal', acompañada de un CD con poemas recitados por el autor. En 1995 publica la primera parte de sus memorias, titulada 'Tiempo de guerras perdidas', que volvió a ser revisada en 2004; y en 2001, la segunda parte, titulada 'Costumbre de vivir'. Ambos volúmenes recogidos en 'La novela de la memoria' (2010).

Con esta etapa de revisión como fondo, una de sus mayores admiradoras y estudiosas, la periodista gaditana Lalia González-Santiago, escribía en 2011 : «Cuando un autor ha sido leído mucho y durante años, cuando ha escrito en abundancia, y pegado a su tiempo, corre ciertos riesgos a la hora de ver su obra junta, antologada, revisitada que se dice, puesta al día en una edición actual. Por ejemplo, que la poesía primera haya envejecido mal, o que cuando la leamos con los ojos de hoy nos decepcione, o que aparezcan fisuras en el armazón de lo que se llama 'universo poético'. Nada de esto ocurre, y no es un vacuo elogio, al volver a los antiguos poemas de Caballero Bonald . Es más, surge una obra poderosa y coherente ya enunciada desde el primer poema, el conocido 'Versículo del Génesis' de 'Las adivinaciones'». Añadía que estas obras no son «unas antologías más, estamos ante libros para conocer al mejor Caballero Bonald que habita en el gran, grandísimo Caballero Bonald».

Público y reconocimiento abrumador

Aunque su faceta de poeta ha eclipsado la de prosista, novelista , su producción tiene un gran valor, cualitativo más que cuantitativo, en cuanto a la crónica social. En este apartado destacan 'Dos días de septiembre', Premio Biblioteca Breve de Novela en 1961; 'Ágata ojo de gato', quizás la más reconocida y reconocible por el público, la más leída, con la que ganó el Premio Barral y de la Crítica; 'Toda la noche oyeron pasar pájaros' (1981), Premio Ateneo de Sevilla; y 'En la casa del padre' (1988). Prolífico ensayista, hay que destacar obras como: 'Narrativa cubana en la Revolución' (1968), 'Luis de Góngora' (1982), 'Luces y sombras del flamenco' (1975) o 'Sevilla en tiempos de Cervantes' (1991).

En cuanto a galardones, logró atraer todos los esenciales en la literatura española . Al cumplir los 78 años comenzó un ciclo de reconocimientos sin final. En 2004 llega el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por el conjunto de su obra. Al año siguiente, el premio Nacional de las Letras. En 2006, el Premio Nacional de Poesía por su obra 'Manual de infractores'. Seis años después, ya en 2012, la mencionada cumbre del prestigio; el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras españolas. A escala provincial y regional, obviamente, recabó todos los honores ya desde la última década del siglo XX: de hijo adoptivo de Sanlúcar a hijo predilecto de la provincia y Jerez. También recogió el premio La Voz de Cádiz en su edición de 2007.

A su enorme labor como poeta, a su gran trayectoria como novelista y ensayista, a su labor docente y militante también hay que sumar la divulgación , menos llamativa pero con la importancia de trascender, de dar continuidad a su amor por la literatura más allá de su vida. En 1988 crea la Fundación Caballero Bonald, con sede en su ciudad, en su casa, natal . Desde entonces, los congresos, los seminarios, las exposiciones y las presentaciones, las citas literarias han llevado a este enclave a los mejores nombre de la literatura española, de Ana María Matute a Juan Marsé, de Muñoz Molina a García Montero , pero también a escritores noveles, andaluces o gaditanos, que han encontrado cobijo e impulso en esta casa. Varios premios con origen en ese templo literario tienen como objetivo alentar y descubrir a nuevos autores. Allí siguen sus fondos y su obra, su biblioteca y una huella literaria que sólo se agranda con su fallecimiento . Uno de los mayores exponentes de la Generación del 50, de las letras españolas del siglo XX y XXI, cumbre de los autores nacidos en esta pequeña parte del mundo llamada provincia de Cádiz.

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