Los moteros se despiden de Jerez con la mirada puesta en 2023 y, sobre todo, en 2024

Miguel Guerrero

01/05/2022
Actualizado a las 19:45h.

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Llegó el domingo, día culmen del fin de semana con la celebración de las carreras del Gran Premio. La noche fue larga, pues el ruido de los motores y el olor a rueda quemada que se repetían en las grandes avenidas de la ciudad sonaba ya a despedida. Pero esto no fue óbice para que la afición calentara motores de cara a la competición desde bien temprano.

Alrededor de las seis de la mañana , cientos de aficionados se encontraban ya en el interior del Circuito de Jerez-Ángel Nieto para presenciar las carreras. Fue un auténtico colofón al ambiente espectacular que se ha vivido en estos días atrás .

La mañana regaló la primera de las alegrías a la afición, mayoritariamente española, que se daba cita en las gradas y césped del trazado jerezano. En Moto3, tres españoles se subían al podio: Izan Guevara, Sergio García Dols y Jaume Masiá . En Moto2 no hubo pleno, pues se hizo con la victoria el japonés Ai Ogura, siendo segundo el español Arón Canet y tercero el italiano Tony Arbolino.

En tercer lugar, se celebró el plato fuerte, tan anhelado por la afición: MotoGP. Tras dos ediciones sin público, este 2022 fue el año del regreso. Un reencuentro que ha sido doble: el de los pilotos y la afición y también el de Jerez con los moteros . Cuando el italiano Francesco Bagnaia traspasó la línea de meta, el júbilo propio de la gesta se entremezclaba con el inicio de la nostalgia. Era el comienzo del fin a unos días frenéticos donde las motos volvieron a adueñarse de las calles de Jerez.

Una vez que Bagnaia recogió el trofeo junto al piloto francés Fabio Quartararo, que quedó segundo, y el español Aleix Espargaró, tercero, y se bajaron del podio, una parte importante de los moteros emprendían el regreso a casa. Por delante, cientos de kilómetros -en algunos casos, incluso miles- hasta llegar a sus respectivos hogares.

Por otra parte, el hecho de que mañana lunes sea festivo en algunas comunidades autónomas favoreció que otros moteros pudieran posponer su regreso un día más . Esto ha permitido que el impacto económico sea mayor que en otras ocasiones para la hostelería y comercios locales.

La ocupación ha sido muy elevada en toda la provincia en estos últimos días, y este lunes festivo ha permitido que las pernoctaciones sean mayores.

Todavía es pronto para pensar en el Gran Premio de 2023. Más aun teniendo en cuenta que en apenas unos días comienza otra de las grandes fiestas de Jerez, la Feria del Caballo, y que también supondrá un notable impacto económico para la ciudad.

En cambio, sí hay que comenzar a pensar en el Gran Premio de 2024 . Puede parecer contradictorio, pero tiene su porqué. A partir del 2024, existe la posibilidad de que Jerez deje de ser sede fija de la competición debido a la rotación que se prevé entre los distintos trazados de la península ibérica.

Esta posibilidad, que aún no está clara, produciría un importante perjuicio para Jerez y para la provincia . Dejar de ser la catedral del motor anualmente para pasar a serlo cada cuatro años conllevaría considerables perjuicios a niveles socioculturales y, por supuesto, económicos. Todavía no es definitivo. Hace unos días, Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de Dorna –empresa organizadora del Mundial de MotoGP-, dejaba entrever que sigue estudiándose este asunto.

Representantes como Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía, o Mamen Sánchez, alcaldesa de Jerez, ya han alzado la voz para que el Gran Premio de 2024 se celebre en Jerez . De momento, está asegurado el de 2023. Con el deseo de volver el año que viene, toman la carretera los miles de moteros que han dado colorido y ambiente a la ciudad en estos días.

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