PESCA DEL ATÚN ROJO

Las almadrabas no recibirán ni un atún extra de la cuota que gestiona el Gobierno

La flota canaria se queda con más de la mitad del fondo de maniobras que crece en 30 toneladas con respecto al año pasado

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El aumento de la cuota de atún rojo aprobado a finales de noviembre en el comité celebrado en Malta no alcanza para que las almadrabas gaditanas puedan vivir una campaña holgada. El ICAAT, el órgano internacional que decide la asignación de cada país, aprobó un incremento del 20%, lo que permitirá a la flota de la provincia pasar de las 770 toneladas a algo más de 900 –en total se han autorizado 3.524 para España–. La salvedad es que esta temporada tendrán más difícil la compra de derechos a otras pesquerías, un recurso con el que habían conseguido ganar rentabilidad durante estos años de restricciones. Y, sin embargo, no verá ni un sólo atún extra del fondo de maniobra, la parte de la cuota que gestiona el Gobierno central.

Así lo recoge el borrador de la resolución de la Secretaria General de Pesca, al que ha tenido acceso LA VOZ.

Esa cuota extra que gestiona el Ministerio de Agricultura crece cada año desde que se ha recuperado la especie y para éste alcanzará las 176,72 toneladas, de las que 100,2 irá a manos de los pescadores cañeros de Canarias. A ellas hay que sumar la asignación reservada que es de 42. Todo, teniendo en cuenta que esta flota no tiene adquiridos derechos históricos de pesca y no ha estado sometida a las restricciones como las demás, a las que todavía no se les han restituido los niveles que tenían antes de que se activara el plan de recuperación.

De ese fondo de maniobra, que en otras ocasiones se ha destinado al observatorio científico de las almadrabas, reciben cuota extra lo buques artesanales del Mediterráneo (50 toneladas), otras 5,7 a embarcaciones registradas y 20,59 a buques artesanales del Estrecho. Como novedad el Ministerio ha concedido permiso para capturar 200 kilos más de atún rojo a la almadraba La Azohía, de Cartagena.

Esfuerzos en vano

En vista de esta resolución, poco parece haber importado la difícil situación que vive la almadraba de Tarifa, que el año pasado dio la voz de alarma. Tampoco el gran número de puestos de trabajo que mueve el sector en la provincia de Cádiz, ni la tradición trimilenaria de este arte de pesca. La campaña, por lo tanto, se presenta complicada, especialmente para flotas como la de Barbate, que incorporó hace varios años un sistema de piscinas naturales de engorde construida con redes que precisa de más capacidad de pesca para que sea rentable.

Y ya empiezan a alertar sobre la situación grupos políticos como el PSOE, que el pasado fin de semana el senador Francisco Menacho denunciaba «el desvío constante hacia otras pesquerías que se ha venido produciendo en el reparto de los cupos extraordinarios». El socialista ponía como ejemplo el caso de Canarias, que en 2014 obtuvo un 24% de esa cuota, mientras que en 2015 alcanzó el 45% y para este 2016 supera ampliamente el 50%. Menacho consideró que, con este trato que el Ministerio de Agricultura le dispensa, «se crea un derecho para esa pesquería a la que han metido por la puerta de atrás en detrimento de las almadrabas gaditanas que han sido siempre un arte tradicional, cultural e histórico y que ha trabajado por la recuperación de la especie».

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