La presión migratoria no da tregua

Casi 7.000 personas pasan por el CATE de San Roque en sólo tres meses y el aumento de marroquíes colapsa todos los recursos

Soraya Fernández

Casi 7.000 inmigrantes en sólo tres meses . Es la abrumadora cifra de personas atendidas en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros ( CATE ) que el Gobierno central habilitó en el muelle de Crinavis, San Roque , y que abrió sus puertas el pasado 1 de agosto, un recurso que se ha visto también colapsado debido a la presión migratoria pese a que tiene una capacidad de 600 plazas.

A 31 de octubre habían sido atendidos en estas instalaciones 6.983 inmigrantes de los que 1.269 son menores , según datos facilitados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP). La cifra sobrecoge. La práctica totalidad de estas personas son subsaharianos.

Y es que el CATE no fue creado para los inmigrantes marroquíes, que, según establece el protocolo, son derivados a las comisarías y a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) para tramitar la correspondiente orden de expulsión, tal y como procede en virtud del acuerdo entre España y Marruecos.

Sin embargo, el considerable aumento de inmigrantes marroquíes en las últimas semanas, un 300% según el SUP, ha obligado a derivar a centenares de ellos al CATE de San Roque y a ponerlos en libertad tras 72 horas porque estas instalaciones no son un centro de detención. En concreto, denuncia que fueron puestos en libertad 300, lo que advierte ha comprometido seriamente la seguridad en la zona.

Menos devoluciones

Este sindicato ha desvelado además otro dato importante: Marruecos sólo está admitiendo 10 devoluciones al día frente a las 25 establecidas hasta ahora, lo cual obliga a que estas personas permanezcan más tiempo en dependencias policiales colapsando todos los recursos existentes.

Todo ello constata que, pese a que los episodios de colapso vividos este verano en la provincia de Cádiz, especialmente en el Campo de Gibraltar, fueron relativamente resueltos por el CATE, la oleada migratoria no ha dado tregua y sólo tres meses después se han tenido que arbitrar medidas y abrir recursos hasta ahora impensables, como ha ocurrido con el CATE o con la residencia Tiempo Libre de La Línea de la Concepción, que ha sido habilitada para los menores inmigrantes no acompañados.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncia la sobrecarga de trabajo y la situación que se sigue produciendo en la provincia de Cádiz debido al fenómeno migratorio. Así, destaca que en septiembre llegaron a las costas de la provincia de Cádiz 2.500 inmigrantes y en octubre, casi 3.000, lo que ha provocado que las comisarías hayan estado nuevamente desbordadas.

Pulgas y garrapatas

Además, asegura que la aparición de pulgas y garrapatas en los calabozos de la Policía de San Fernando el pasado fin de semana hizo que estuvieran inutilizados y se derivaran a los inmigrantes marroquíes a los calabozos de El Puerto de Santa María.

«Faltan recursos humanos, medios materiales, de cuidado de la salud, de planificación, de implicación de Europa a la hora de aplicar políticas y una normativa adecuada y eficaz», aseguran desde dicho sindicato policial, que insiste en que los agentes continúan completamente «desbordados».

Y es que por ejemplo, en el CATE, únicamente hay nueve policías y una enfermera por turno para atender a una media de 400 internos.

Este periódico contactó con la Subdelegación del Gobierno central en Andalucía para obtener su versión sobre lo que está ocurriendo y respuestas ante las graves denuncias de este sindicato policial. Pese a los intentos realizados, no ha habido contestación.

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