PROYECTO HERACLES

Cádiz dispone del primer mapa de pecios hundidos en aguas del Estrecho

Investigadores de la Universidad de Cádiz elaboran una carta arqueológica de la Bahía de Algeciras con un apartado para la musealización del patrimonio subacuático

Los arqueólogos subacuáticos durante uno de los trabajos que están realizanso en el playa de Puente Mayorga Sergio Rodríguez

Soraya Fernandez

El mayor tesoro submarino de la historia: medio millón de monedas de oro y plata en una fragata española hundida , su expolio en 2007 por parte de la empresa cazatesoros Odyssey que tuvo su base de operaciones en Gibraltar y la posterior batalla judicial iniciada por España para recuperarlo constituyen la línea argumental de la serie «La Fortuna», dirigida por el aclamado cineasta Alejandro Amenábar y que se acaba de estrenar en Movistar+.

En este caso se cumple aquello de la realidad supera a la ficción. Aquella fragata existió. Se llamaba Nuestra Señora de las Mercedes y se hundió en 1804 en el cabo de Santa María cuando unos barcos británicos pretendían hacerse con su valioso cargamento. Se dirigía a Cádiz. Aquello supuso el final del acuerdo de paz de Inglaterra y España, preludio de la Batalla de Trafalgar.

Pero hay muchos más pecios hundidos con historias apasionantes por «sacar a flote» frente a nuestras cosas. Sólo en el Estrecho de Gibraltar ha habido a lo largo de la historia miles de accidentes y naufragios documentados. E n la Bahía de Algeciras son más de 150 los localizados hasta ahora.

«Hay miles de naufragios documentados, desde la época púnica hasta la actualidad. Yo me centré en mi tesis doctoral hasta el 45, la Segunda Guerra Mundial, por interés histórico. En cuanto a pecios conocidos tenemos desde el siglo V antes de Cristo hasta ahora». Es lo que cuenta a ABC Raúl González, que hizo su tesis doctoral sobre los barcos hundidos en la Bahía de Algeciras. Ahora dirige la excavación del proyecto Heracles de la Universidad de Cádiz (UCA ), financiado con fondos europeos y que coordina Felipe Cerezo. El objetivo es confeccionar una carta arqueológica subacuática de la zona norte del Estrecho de Gibraltar, la del Campo de Gibraltar desde San Roque hasta Tarifa.

Y es que la Bahía de Algeciras da para mucho en esta materia. «Ha habido bastantes desgracias a lo largo de la historia en esta zona, incluso drakars —barcos vikingos—. Asaltaron en el siglo IX el puerto de Algeciras y siguieron hasta Almería. A la vuelta los esperaban las tropas hispano-musulmanas y hundieron algunos drakars en la bocana de la Bahía», explica.

Uno de los naufragios más sonados es el del británico Utopía, que naufragó el 17 de marzo de 1891 en aguas de la Bahía de Algeciras. Murieron 550 tripulantes italianos, parte de ellos están enterrados en Gibraltar y La Línea de la Concepción.

En febrero de 1694 naufragó cerca de la costa de Gibraltar otro navío británico, el HM Sussex, que transportaba 10 toneladas de oro y 100 de plata en lingotes. Un fuerte temporal lo hundió. En 1874, el vapor inglés Queen Elizabeth naufragó también en esta zona. Murieron 23 personas.

Pero son muchos más. Para este experto, todos son interesantes: «Para la arqueología no vale uno más que otro porque todos aportan información muy valiosa. Nos hablan del comercio de cada época».

El expolio de Odyssey no ha sido el único. Han sido constantes . «En 2006 se denunció que hubo un barco en Getares (Algeciras) intentando encontrar al ‘San Antonio’, que según el Archivo de Indias tenía oro y plata. Se destapó la operación Bahía. También había buques rusos e italianos antes de Odyssey que intentaron expoliar por toda la costa gaditana», explica.

Para los arqueólogos subacuáticos la palabra tesoro está haciendo bastante daño : «A la arqueología subacuática la palabra tesoro nos hace bastante daño porque incita al fetichismo y coleccionismo, y a que quienes encuentren algo se lo queden como objeto precioso. Para nosotros esa pieza tiene mucha información. Es como cuando alguien va a la escena de un crimen. La escena de un naufragio es igual, todo aporta información y es muy valioso para nosotros».

Raúl González y parte del equipo del proyecto Heracles han estado estos días trabajando en la costa de San Roque, concretamente frente a la playa de Puente Mayorga . Lo hacemos salir del agua. Está buceando con otros compañeros. «Estamos haciendo un sondeo, una limpieza superficial con el objetivo de hacer una intervención mayor el próximo año en esta zona, donde hay varios pecios hundidos», indica.

Bucean junto a una boya especial que transmite a través de la red y emite en directo a cualquier ordenador que tenga la clave. Con cámaras sumergidas graban su trabajo. «Aquí tenemos dos posibles cañoneras de Antonio Barceló. Son embarcaciones pequeñas a las que su inventor les puso un cañón de bastante calibre a proa con un francobordo muy bajo, por lo que era muy difícil hacerle daño desde los buques de más porte, a los que les hacían bastante daño y los dejaban sin gobierno. Hablamos de finales del siglo XVIII y están relacionados con el Asedio de Gibraltar (1778-1782)», señala.

También hay en esta zona otro pecio que, según indica, puede datar de finales del XVIII o principios del XIX; y otros dos más, «uno de construcción atlántica posiblemente del XVII y otro que acabamos de descubrir y que tenemos que investigar. Puente Mayorga es una zona muy rica porque fue fondeadero histórico para la flota española, sobre todo cuando Inglaterra se hizo con Gibraltar . Además tenía bastante resguardo cuando había temporales».

El proyecto Heracles ha comenzado este año pero en la UCA llevan cinco años trabajando en la Bahía de Algeciras. Y puede haber pecios de épocas más antiguas, medieval o romana debajo. «Hemos empezado este año y terminamos en 2023, pero en la UCA llevamos cinco años trabajando en la Bahía de Algeciras. Estamos viendo lo que hay para planificar la campaña del año que viene. Queremos hacer sondeos de fondeaderos para ver cómo sería la costa antigua y localizar pecios más antiguos».

Y es que los dragados y ampliaciones portuarias han podido sepultar muchos de estos pecios, según Raúl González: «Se han podido tapar muchos pecios y es documentación irreparable. Por eso, con esta carta se pretende también localizar las zonas con más riesgo para proponer las medidas más adecuadas de protección».

Pero el proyecto Heracles es mucho más ambicioso. Nos lo cuenta también a pie de playa Carlota Pérez-Reverte —sí, la hija del escritor Arturo Pérez-Reverte—. Esta madrileña afincada ahora en la provincia de Cádiz es arqueóloga subacuática e hizo su tesis sobre la difusión del patrimonio. Precisamente, otro de los objetivos de Heracles es la difusión, que la ciudadanía conozca el rico patrimonio subacuático de la zona . Se trata de la fase de pedagogía y musealización de los yacimientos subacuáticos de la zona.

Esta investigadora de la UCA tiene como objetivo a través del Heracles y de la Red Atlántica para el Desarrollo del Turismo Marítimo Histórico crear recursos turísticos y didácticos a través del patrimonio marítimo subacuático. «Ahora tenemos cuatro cámaras sumergidas y queremos usar las imágenes para nivel pedagógico sobre todo, como museos y centros educativos, para que conozcan la arqueología subacuática en directo», nos cuenta con unas gafas de realidad virtual en mano en la playa de Puente Mayorga.

Y es que se encuentran probando dichas gafas de realidad virtual «para que la gente que no bucea se las pueda poner y vea el yacimiento y a los arqueólogos trabajando con unos videos 360. La persona que se las ponga en un instituto o un museo puede bucear en el yacimiento. Esto además se puede enriquecer con realidad aumentada y se pueden añadir audios, videos, explicaciones… Nuestra idea es que estas imágenes se puedan retransmitir en internet y luego intentar implementar estas gafas de realidad virtual en museos o centros de interpretación para los visitantes».

Probamos las gafas y la experiencia es sorprendente. Estamos sumergidos sobre el pecio hundido y todo lo que lo rodea acompañados de buceadores. Se trata, sin duda, de un recurso didáctico muy interesante.

Carlota Pérez-Reverte, que se confiesa, como su padre, una enamorada de la provincia de Cádiz, destaca el rico patrimonio marítimo subacuático que tiene la Bahía de Algeciras . «Es maravilloso, recorre toda su historia y creo que está poco estudiado y es poco conocido. Queremos dar la oportunidad a los habitantes de la zona y después al resto de la gente de conocerlo, entenderlo e interpretarlo, de sentirlo como parte de su historia».

Su padre acaba de publicar «El Italiano», una novela inspirada en el Campo de Gibraltar y basada en el buque Olterra, un caballo de Troya en la Bahía de Algeciras desde el que buceadores italianos a bordo de torpedos submarinos atacaban a los buques ingleses en Gibraltar durante la Segunda Guerra Mundial. Carlota nos desvela que en esta zona hay restos

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