Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 16: Máximo esfuerzo para provocar mejoras futuras y máxima comprensión para aceptar situaciones pasadas

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te explico la solución al dilema que tienes en tu vida

Adobe Stock
Anxo Pérez

Anxo Pérez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ahora que has leído el Peldaño del doctorado (dos más atrás)...:¿qué nivel es mejor?, ¿el de un alumno de 1o grado para un alumno de 1o grado o el de un alumno de 4o grado para un alumno de 4o grado?

Respuesta: ninguno es mejor. Son exactamente igual de correctos. Recuerda ese símil porque te va a venir muy bien cada día del resto de tu vida. Es la fórmula mágica tanto para sentir comprensión hacia ti mismo cuando te encuentres con gente que tenga una altura (interior) mayor que la tuya, como hacia aquellos que la tengan menor. Con ella se puede neutralizar el deseo de enjuiciarte a ti mismo y de enjuiciar a otros, ya que es la fórmula que rompe las jerarquías. Tanto el nivel de 4o para un alumno de 4o como el nivel de 1o para un alumno de 1o son... perfectamente perfectos. ¿Y si un alumno de 4o actúa como uno de 1o? Entonces es que no era de 4o, sino de 1o.

Es la víspera del día Navidad. Llevas varias semanas leyendo Los 88 peldaños de la Gente Feliz, y como consecuencia de ello, llevas casi un mes detectando tu ego y luchando contra él. Llegan todos los nietos, hijos, sobrinos a casa de tus padres y todo va tomando forma para la cena de Nochebuena en familia. Cuando apenas se ha servido el primer plato, tu cuñado te lanza un dardo malintencionado delante de todos. Tu ego te pide que se lo devuelvas con la frase más dura que se te ocurra y sacies tu deseo de quedar por encima. Tú sientes una pequeña guerra interna entre tu esencia, que te recuerda todo lo que has leído, y tu ego, que te pide revancha. Esta guerra sucede en milésimas de segundo, y finalmente gana tu ego. No controlas tu frustración y acabas gritando y agrediendo verbalmente a tu cuñado. Todos se quedan en shock, y tú no tardas ni un segundo en arrepentirte de lo que acabas de hacer. Sientes que se acaba de arruinar la cena navideña de toda la familia, te retiras corriendo a tu dormitorio, y notas que tu mayor sufrimiento ni siquiera procede de ahí, sino de todo el abatimiento posterior y la sensación tan grande de culpa que tu ego te inculca. «Soy terrible», te reprochas a ti mismo. «Es iluso por mi parte soñar con una altura interior mayor que la que tengo. Fracaso una y otra vez», son las palabras de tu voz interior (por supuesto dirigidas por tu ego). Pero, de repente, recuerdas este Peldaño y mantienes una conversación interna contigo mismo que te permite llegar a la conclusión tú solo. «Espera. Si mi altura interior fuera una escuela, ¿en qué grado estaría? En 5o grado», te respondes. «¿Y cómo es el nivel de un alumno de 5o grado con respecto al 5o grado?», piensas por unos segundos. Y tu propia respuesta te permite aceptarte, perdonarte y sentir una paz que vale oro: perfectamente perfecto.

¿Cómo fue tu comportamiento de ese día? Total, absoluta y perfectamente correlacionado con tu Belt interior. Algún día, cuando trasciendas tu altura actual y alcances la altura de un Belt interior superior, mirarás atrás, recordarás tu «comportamiento navideño» y ni siquiera te lo echarás en cara. Sólo sonreirás y te dirás: «Pobre... Era mi yo de hace unos años, el cual también actuaba desde la ignorancia ». Y te lo dirás casi con la misma ternura con la que ves al bebé que quemó la casa porque desconocía el peligro de jugar con fuego. Eso es el amor compasivo que nos permite no apuntarnos con el dedo a nosotros de forma condenatoria, ni hacerlo con los demás. Todos tenemos un comportamiento que con respecto a nuestro nivel evolutivo es... Perfectamente perfecto.

Ya sé que te mueres por lanzar la típica pregunta:

—Anxo, ¿estás diciendo que entonces cuando alguien elige el camino de la destrucción hay que quedarse de brazos cruzados y hasta fomentarlo?

Por supuesto que no. Todos los actos pueden clasificarse como en contra de la vida o a favor. Gritar o insultar va en contra. Contener un insulto va a favor. Y nada en este libro fomenta lo primero. Ésta es la solución al dilema que tú (y muchos más) tienes: Máximo esfuerzo para provocar mejoras futuras . Máxima comprensión para aceptar situaciones pasadas.

#88peldañosgentefeliz

@anxo

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación