Centros de Menores en Andalucía

Inmigrantes extutelados, a la deriva a los 18 años

Voluntarios por el Mundo denuncia que los jóvenes migrantes no tienen protección cuando salen de los centros de menores

Un grupo de jóvenes con un representante de la ONG en un piso de acogida ABC

Elena Carmona

«Buscamos la emancipación de los jóvenes ex tutelados en las mejores condiciones posibles». Así lo expresaba el delegado de Voluntarios por el Mundo en la provincia de Cádiz, Michel Bustillo . En el momento en el que los menores migrantes cumplen 18 años ya no cuentan con la protección de ninguna entidad, administración o colectivo. Se quedan a la deriva en busca de ese futuro mejor por el que han cruzado el Estrecho de Gibraltar.

El primer obstáculo al que se enfrentan estos jóvenes, como extranjeros que son, es que «necesitan tener la documentación en regla. Llevamos años reclamando que estos jóvenes a los 16 años puedan trabajar como cualquier otro adolescente de España», explica Bustillo, quien añade que lo único que se hace para su integración es darles una autorización de residencia «que no les permite trabajar, muy al contrario especifica que no están autorizados para ello».

Sí se pueden sacar la demanda de empleo, pero si mañana llaman a cualquiera de ellos para trabajar, no puede acudir. Hace escasas semanas tenían el último ejemplo con uno de los jóvenes que tienen en acogida: lo llamaron para trabajar en un restaurante de un centro comercial de Jerez y no pudo acudir a la llamada porque no tenía autorización de trabajo. La única opción con la que cuentan es «presentar una oferta de trabajo de un año, con una tasa que paga el empresario de 200 euros, otra tasa que paga el joven, que son impuestos… En fin, dinero y muchos condicionantes ¿Quién ofrece un contrato de un año?».

Otro de los escollos con los que se encuentran es «la negligencia de los centros de menores de no documentar a los chicos» . El delegado de Voluntarios por el Mundo explica que tras la entrada masiva de migrantes el pasado año se alcanzó un convenio bilateral entre España y Marruecos con el que para que los menores puedan «obtener el pasaporte es un calvario. Hay un sistema de verificación, van a conocer a la familia. Marruecos no se fía de sus propios papeles, de sus partidas de nacimiento, y eso ¿qué hace al final?: perjudicarlos a ellos porque tan solo se ponen trabas a la hora de documentar al joven».

«La administración tiene a los menores en centros donde gasta mucho dinero y luego salen sin futuro»

Por la Ley de Extranjería se puede documentar por oficio o si no por la cédula, «pero eso no se está haciendo en Andalucía. Se les deja en la calle con 18 años sin DNI ni marroquí, ni pasaporte, ni residencia. Se convierte en un joven vulnerable en nuestras calles». La única opción que hay para hacer frente a esta situación es poner quejas en el Defensor del Pueblo, que lo que hace es «pegar un tirón de orejas». Es un derecho de estos jóvenes ex tutelados que los documenten por alguna vía.

Otra de las patas donde cojea el sistema es la acogida residencial, que «es la urgencia más grande» . Michel Bustillo cuenta que «si no hay techo, un lugar donde se cubran las necesidades básicas, es imposible que lo demás salga adelante». La ONG prefiere que duerman hacinados o en el suelo de cualquiera de sus viviendas antes que en medio de la calle.

En estos momentos, tan sólo en Jerez 25 jóvenes extutelados están viviendo en casas abandonadas; en el albergue (de 21 a 07 horas) hay 26 ex tutelados que están el resto del tiempo en la calle. Mientras tanto, Voluntarios por el Mundo tiene a 43 jóvenes acogidos en cinco pisos.

Otra de las barreras con las que se encuentran para su integración en la sociedad es la falta de formación. Estos jóvenes llegan con un nivel muy bajo de español, lo que hace más complicada su inclusión. Gracias a la labor de la Obra Social de La Caixa , o el Diagrama de Elabora , se les ofrecen cursos y prácticas que les permiten ver luz al final del camino.

Para la ONG, «la administración es torpe, tiene a los jóvenes durante varios años en centros de menores, donde se gasta mucho dinero» y salen sin miras de futuro. A juicio de Michel Bustillo, «atendiéndolos durante un par de años más, en el momento en el que cumplen la mayoría de edad, se tendría muy buenos resultados porque tienen muchas ganas de trabajar y de salir adelante ».

También hay que atender a la parte emocional porque ante todo son personas, jóvenes que han dejado su familia, su cultura, que tienen sus emociones a flor de piel . Y que solo quieren mandar dinero a sus lugares de origen. Esta asociación andaluza, que preside José Chamizo , el que fuera Defensor del Pueblo Andaluz, con una de sus ramas en Jerez, está compuesta al cien por cien por voluntarios que acompañan a estos jóvenes al supermercado, les arreglan la lavadora o les buscan empleo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación