Pasar el rato
Incitación a la muerte
El odio es una forma de suicidio lenta y penosa
En el mundo manda Putin , y en España, Pedro Sánchez . Pues sí que ha empezado bien el 2022. El ruso tenía familiaridad con la muerte ajena , antes de tenerla con el abuso de poder propio. Sánchez carecía de experiencia en ambas artes, pero ha sabido rodearse de profesionales que tienen al invasor de Ucrania en muy alta consideración.
Ucrania es para Putin la dimensión industrial de la sangre. España lo fue antes para la ETA , que ahora está en el Gobierno, por los servicios prestados. Sánchez invadió democráticamente España hace dos años, sin más derramamiento que el de la dignidad nacional .
Su Gobierno se está tomando la pena de acabar con España, ya que España no se toma la pena de acabar con su Gobierno. Quejarnos y no hacer nada, ese es nuestro lema como pueblo. Pero no podemos quejarnos, hemos alcanzado el ideal de la servidumbre voluntaria .
Se trata de dos hombres puros en el mal, aunque Putin es más puro que Sánchez. Sánchez tiene también grandes capacidades para hacer daño, que compensa con alguna apariencia de virtud , lo justo para pertenecer por rozamiento a la especie humana. Lo que no le sucede a Putin, un hombre incapacitado genéticamente para el bien. Un hombre al que una manada de chacales rechazaría por falta de límites morales .
Quedaba por parir la abuela, y lo ha hecho en Córdoba. Cuenta este periódico que algunos centros educativos de nuestra ciudad han descubierto que grupos de muchachos dan consejos para suicidarse a compañeros de promoción menos informados. Por ‘guasap’.
También les enseñan a lesionarse con cuerdas o cuchillas , ya que no pueden enseñarles historia o literatura, al haber vendido todos los libros para comprar drogas, pornografía y otras cibermiserias. ¿Qué hay en esas cabezas tenebrosas de 13, 14, 15 años para no limitarse a vivir y amar?
¿Para que estén más cerca de Putin o el marqués de Sade, a quienes no conocen, que de ‘Platero y yo’ o ‘El libro de la selva’, a los que tampoco? Algo estamos haciendo mal nosotros, los elegidos. Como nadie les ha enseñado a vivir con sentido , pues a vivir se aprende, se vengan incitando a morir sin sentido a colegas también desafortunados.
En otras tierras de España, adultos desfachatados que viven a costa de España les enseñan a odiar a España . El odio es una forma de suicidio lenta y penosa. Así, entre el odio y la muerte, nuestros muchachos van creciendo como esclavos. Los que crezcan. Tienen de todo, dicen quienes creen saber, porque tienen un ordenador y todo el cerebro en blanco.
Pero están equivocados. No tienen nada de lo que es indispensable para vivir humanamente: un corazón limpio y una cabeza puesta en orden por el pensamiento . Esos saberes hay que aprenderlos de alguien. También ellos se han quedado sin maestros. Si las cosas siguen el camino funerario que han emprendido, los pocos que queden vivos después de tanta muerte no encontrarán ningún motivo para la perpetuación de la especie . Demos por terminado el artículo, que la pluma se fatiga de tanta necedad, de tanta estupidez, de tanta maldad.
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