Articulista de opinión en ABC Córdoba
Pasar el rato
La voluntad de influir en los demás, de cambiar el mundo, de dejar huella es propia de articulista joven
José Javier Amorós
Sánchez es un semental de la anticultura, de la antipolítica y de la antinomia
José Javier Amorós
El buen periodismo exige otras maneras, otro nivel, otra finura de la inteligencia natural
José Javier Amorós
Retorcer la lengua hasta dejarla sin jugo, con el pretexto del progreso, es degradar la convivencia con el pretexto del progreso
José Javier Amorós
Con Pedro Sánchez no cabe en España una libertad más. Hemos sido esclavizados por la libertad, gozosa servidumbre involuntaria
José Javier Amorós
Sánchez puede irse a hacer puñetas, pero el primer artículo de este mes no tratará de política
José Javier Amorós
Para definir a Pedro Sánchez no se conoce nada mejor que lo que dijo de Pedro Páramo su creador, el gran escritor mexicano Juan Rulfo: «¿Quién es Pedro Páramo? Un rencor vivo»
José Javier Amorós
Una oradora como ella corrompe el lenguaje, y obstaculiza el derecho a una vida inteligente
José Javier Amorós
El joven enamorado del PSOE de Hinojosa está recibiendo él solo todos los palos. Pero allí hay gente, parece ser, que paga por pecar
José Javier Amorós
El divino Sánchez está pensando en reformar la Constitución en este sentido, para que España ahorre
José Javier Amorós
Un hombre que admira tanto a Pedro Sánchez como don Antonio Hurtado no tiene que esforzarse para hacer el ridículo
José Javier Amorós
Me queda el consuelo del alcalde de Córdoba, don José María Bellido, que parece un hombre risueño y eficaz, y eso aligera la tristeza
José Javier Amorós
Hace mucho tiempo que los jueces tienen sobrados motivos para la protesta, porque éste y otros gobiernos no los tratan con el debido respeto, y sus condiciones de trabajo son injustas
José Javier Amorós
En todos los balcones de Córdoba lucía la bandera nacional, con el escudo sanchista en el centro: un águila falconera tomando tierra sobre el tejado de una discoteca
José Javier Amorós
La Cata nos enseñará que no hay que beber cualquier cosa ni en cualquier compañía. Los buenos vinos se eligen, como los libros y los amigos. La bebida es un placer lento y sosegado. Beber deprisa el fino cordobés es violentarlo
