Carlo Bava, el médico de Emma Morano, junto a su longeva paciente
Carlo Bava, el médico de Emma Morano, junto a su longeva paciente - ABC
29 de noviembre de 1899

Así es la vida increíble de la mujer más longeva del mundo

Su médico cuenta a ABC los secretos de Emma Morano en vísperas de su 117 cumpleaños

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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Es la decana de la humanidad. Emma Morano es la última persona todavía viva del siglo XIX. Nació el 29 de noviembre 1899, en Verbania, en la región de Piamonte, al norte de Italia. En entrevista con ABC, su médico personal, Carlo Bava, cuenta los secretos de su longevidad y cómo se prepara para celebrar su 117 cumpleaños, rodeada de gran expectación, pues desde el 12 de mayo, tras la muerte de la estadounidense Susannah Mushatt Jones nacida 5 meses antes que ella, Emma Morano es la persona más longeva del planeta y a su casa llegan en estos días medios de todo el mundo.

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Doctor Carlo Bava, usted visita a Emma Morano dos veces por semana, los lunes y viernes.

¿Cómo la encontró este lunes?

Emma está en buenísima forma y se prepara con serenidad para celebrar su 117 cumpleaños. Como médico, me ocupo de ella desde el 1990. Este lunes había dos fotógrafos de prensa y estaba feliz. Le dije que las próximas fotos se las tenía que hacer en traje de baño, en sesión de foto modelo. Se partió de risa, toda contenta.

¿Cuál es el secreto de su longevidad?

Estoy convencido de que es una cuestión genética. Tiene una ficha de vida muy larga y seguirá campando. Es un fenómeno de la naturaleza. ¿Hasta cuándo durará esa ficha? ¿Hasta los 120…? Solo Dios lo sabe. Pero ella está serena, muy en forma y con ganas de seguir viviendo.

Además de la genética, se suele apuntar que una buena alimentación ayuda a la longevidad. ¿Cuál es la dieta de Emma Moreno?

Ella fue siempre contra tendencia: Poca fruta, poca verdura. Cuando la conocí, en 1990, comía tres huevos: Dos crudos en la comida y para cenar otro en tortilla francesa. Ahora come dos diarios y galletas, porque dice que es la dieta que le da menos fastidio.

¿Utiliza medicinas?

En absoluto. Nada de farmacia. Ni siquiera se ha puesto nunca la vacuna contra la gripe. Solamente si un día tiene mal el estómago, lo curamos. Medicinas solo para algo puntual.

Emma Morano ha sido una mujer de carácter. En 1938, después de la muerte del hijo de pocos meses, decidió separarse del marido porque “me maltrataba”. ¿“Basta hombres, mejor solas” es una frase de Emma con la que explica en parte el secreto de su longevidad?

Esa es una frase que siempre repite. Yo no sé cómo podía haber influido en su vida otro matrimonio. Pero el secreto para su longevidad es que ella ha hecho siempre lo que ha querido.

¿Cómo transcurre su jornada?

Se despierta muy temprano, se sienta en un sillón, come y está muy entretenida, porque recibe muchas visitas de sus parientes y vecinos. Cuando se cansa, se echa en la cama y se reposa. Hasta hace un año, dormía sola durante la noche. Ahora tiene dos personas que la cuidan durante el día y la noche.

El hecho de no salir de su casa, ¿cómo lo vive?

Una cosa muy importante de Emma es que esta siempre contenta con lo que le da la vida. Nunca la he visto angustiada por estar envejeciendo. Ella siempre hizo las cosas en proporción a las posibilidades que la vida le dio en cada momento. Cuando podía salir de casa, estaba contenta. Ahora que no puede, porque vive en un piso alto con muchas escaleras, no se desespera. Si le duelen las piernas, no se lamenta, sino que lo considera algo normal de la vejez.

¿Habla de la muerte o la teme?

En absoluto la teme. En una ocasión le dije que era necesario ingresarla en un hospital porque necesitaba transfusión de sangre. Se negó en rotundo. Para convencerla, eché mano como recurso de decirle que si no iba al hospital se moriría. Emma me respondió: “Al hospital no voy. Si debo morir, es que ha llegado mi hora”. Y lo dijo con una gran serenidad, algo que siempre la ha caracterizado.

Supongo que tener un paciente como Emma será para usted una bella experiencia.

Sin duda es una experiencia de vida enorme estar cerca de ella. En el fondo ha decidido siempre ella cómo curarse y yo le he ayudado siempre en sus decisiones. Su serenidad y ver que siempre estuvo contenta de la vida lo he considerado siempre como una bella enseñanza suya.

Científicos y profesores de universidad, escritores y periodistas de todo el mundo visitan a Emma Morano, una mujer de la que su médico habla con enorme afecto. Carlo Bava ve en ella, más que una decana, la abuela de la humanidad: «Pensamos que sea eterna. Ha sido capaz de superar muy fácilmente incluso situaciones delicadas». Italia la llama «nonnetta» (abuelita) y celebrará su 117 cumpleaños. ¡Felicidades!

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