Un joven fuma marihuana
Un joven fuma marihuana - ABC

El alto tribunal mexicano acepta el uso lúdico de la marihuana

Cuatro mexicanos solicitaron amparo después de que las autoridades sanitarias les negaran dicha posibilidad

Corresponsal en México Actualizado: Guardar
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La Suprema Corte de Justicia de México concedió este miércoles a cuatro personas el amparo que solicitaron ante ella para poder consumir y cultivar marihuana con fines recreativos, una decisión inédita en un país consumido por la violencia generada por el narcotráfico.

Esta sentencia se une a la de un juez que, el pasado septiembre, autorizó por primera vez en la historia de México la importación de una sustancia derivada de la marihuana para el tratamiento médico de una niña de ocho años. La justicia avalaba así los estudios clínicos que indicaban que el CBD o cannabidiol era lo único que podía tratar a la pequeña, enferma del síndrome de Lennox-Gastaut, que le provocan hasta 400 convulsiones epilépticas diarias.

En esta ocasión, cuatro de los cinco magistrados que integran la primera sala del alto tribunal aprobaron el proyecto presentado por uno de ellos, Arturo Zaldívar, por entender que algunos artículos de la Ley General de Salud van en contra de las libertades individuales. De ahí que se llame «amparo» a esta figura jurídica mexicana: la concesión judicial a quien lo pide de una excepción dentro de una ley, por interpretar que esa ley viola otros derechos.

Es decir, la decisión, igual que en el caso de la niña enferma, sólo atañe a los cuatro individuos que han solicitado ese amparo, pero juristas y organizaciones civiles coinciden en que abre de manera formal el debate público sobre la legalización. «Podría considerarse que es el principio del fin de la prohibición», apunta Javier Angulo, director de la Clínica de Interés Público del Centro de Investigación y Docencia Económicas. Angulo advierte, sin embargo, que para que el fallo siente un precedente real, «tienen que seguir llegando más solicitudes amparo de este tipo» y, aún más importante, «que los otros dos poderes –legislativo y ejecutivo– tomen cartas en el asunto».

La iniciativa partió hace más de tres años de la ONG México Unido contra la Delincuencia (MUD), cuando creó la asociación Smart (Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante), un club que entonces pidió permiso a las autoridades sanitarias cultivar, distribuir y consumir marihuana «sin un fin de lucro ni criterio mercantilista», según su solicitud. Al serles negado el amparo en una primera instancia y, después, en un tribunal colegiado, cuatro de sus miembros llevaron el caso al más alto tribunal, que hoy les ha dado la razón.

Lisa Sánchez, directora de política de drogas de MUD, opina que el fallo «sienta un precedente muy importante y define una ruta judicial que pueden seguir otros individuos» y destaca, además, este aspecto de la discusión entre los jueces: «El total sentido de urgencia de que el legislativo se ponga a trabajar para corregir las inconstitucionales detectadas en la Ley General de Salud».

¿Cuál es el siguiente paso? Sánchez contesta: «Seguir trabajando para lograr el cambio legislativo, seguir apoyando que las políticas de drogas estén basadas en derechos y que se tenga la perspectiva de salud pública, para que terminemos con esta locura de guerra contra las drogas que tanto daño le ha causado a este país».

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