Terremoto Italia«Encontrar a alguien con vida 72 horas después del terremoto sería un milagro»

El tiempo apremia. Ya han pasado algo más de 48 horas desde que un terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Ritcher sacudiera Italia la madrugada del 24 de agosto. Bomberos, sanitarios y equipos de emergencia trabajan a contrarreloj para recuperar los cuerpos y, sobre todo, rescatar con vida a los heridos que se encuentran sepultados bajo los escombros del corazón del país transalpino.

Pero llega la hora crítica, los tres días después de la catástrofe natural. « Ha habido casos de niños que han aguantado cinco días, pero pasadas las 72 horas sería un milagro encontrar a alguien con vida», cuenta a ABC Ángel Navarro Madrid, Doctor en Geografía.

El principal problema, explica el experto, es la falta de agua, ya que «las víctimas se deshidratan y más en esta época de calor».

Pero no es el único. Hay heridos con los que hay que proceder con sumo cuidado porque es probable, dadas las circunstancias, que «el peso que ha caído sobre la persona le selle las arterias, como sucedió en las Torres Gemelas. Si no pueden penetrar médicos y suturar las arterias, al sacarlo se desangra», aclara Navarro.

Hasta el momento, el número de víctimas mortales por el seísmo asciende a 268. Pero no deja de aumentar. «Con seguridad habrá más. Lo lógico es que haya más de 300».

A pesar del gran despliegue y de la ayuda que han accedido a prestar diversos países como España, Alemania o EE.UU., ahora mismo «la principal labor la llevan a cabo los perros. Ellos son capaces de detectar el olor, los ruidos, o incluso el aliento, si alguien respira, a varios metros de la superficie. Utilizar máquinas es muy peligroso», cuenta Navarro a ABC. Por eso los equipos desplazados hasta el lugar excavan con las «manos desnudas», para evitar males mayores.

Los humildes, más probabilidades de sobrevivir

Aunque, como advierte el Doctor en Geografía, los «terremotos no avisan», sí hay formas de protegerse mejor ante este tipo de catástrofes. Lo difícil es tenerlo en cuenta, «sobre todo a las 3 de la madrugada». «Debajo del quicio de la puerta, del marco, es donde se resiste más», cuenta, pero también en los sótanos o la primera planta de una casa, «por eso las familias más humildes tienen más probabilidades de sobrevivir en este caso, porque son los que suelen vivir en la planta baja».

«En las casas antiguas, la planta baja suele ser de una piedra más gruesa y resistente»; la construcción de la zona superior de las viviendas, por el contrario, «es de adobe o madera, más endeble». Pero la teoría es una cosa, y otra lo es la práctica, porque también es donde más tarde llegan las labores de rescate.

El tiempo apremia, y las horas pasan. El país transalpino está en una alta zona sísmica, con «una falla que pasa por Gibraltar y atraviesa en forma de línea el Mediterráneo». Por eso son frecuentes los terremotos. «Italia está fracturada, y eso es como una gran herida, por eso habrá réplicas, sin duda», reconoce Navarro.