El ruso con atrofia muscular, candidato al primer trasplante de cabeza crea una silla de ruedas con piloto automático

Solo dos meses pasaron desde que el neurocirujano italiano Sergio Canavero anunciara al mundo que pretendía llevar a cabo el primer trasplante de cabeza y apareciera un voluntario para tan controvertido experimento.

Se trata de un programador de 30 años llamado Valeri Spiridónov. Spiridónov sufre de atrofia muscular espinal (la cual afecta a su capacidad para desplazarse por sus propios medios) y por ello se puso en contacto con Canavero cuando supo de su proyecto en 2013. La idea es que su cabeza sea trasplantada a un cuerpo sano.

Canavero afirma que ha creado una sustancia llamada polietilenglicol capaz de conectar las fibras nerviosas de la médula espinal, de manera que el cerebro pueda transmitir órdenes al cuerpo y poner en movimiento sus órganos y extremidades.

Entrevistado por este periódico Canavero dijo que lleva trabajando en este proyecto 30 años y que, aunque le digan que es imposible «no saben de qué hablan».

Carlos Ruíz Ocaña (presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía) señaló a ABC que es absolutamente imposible que la ciencia pueda trasplantar una cabeza humana en los términos que afirma su colega. Y es que, aunque se lograran soldar los huesos, no se podría conseguir después que el cuerpo se moviera.

Pero Canavero ve como única objeción que el paciente no sienta una unión «psicológica» con la parte de su cuerpo nueva. «Para el trasplante de cabeza, el paciente será sometido a un entrenamiento con la ayuda de psicólogos. Durante al menos seis meses, antes de la operación, se colocará unas gafas que le mostrarán su cabeza con un nuevo cuerpo», explicó a ABC.

Mientras este proyecto cobra forma ( Canavero necesitará 150 personas y diez millones de euros para la cirugía, aunque ya adelantó que se hará el año que viene en China), Spiridónov ofreció una rueda de prensa ayer en la que presentó un proyecto de silla de rueda con piloto automático.

«Muchos minusválidos no pueden dirigir su silla eléctrica ni siquiera con la ayuda de un mando. O tienen músculos muy debilitados, un trauma o parálisis cerebral degenerativa. Con nuestro dispositivo podrán moverse sin ayuda de cuidadores. La silla podrá ser dirigida con la voz o a través de la pantalla de un móvil inteligente», explicó Spiridónov a los medios.

El primer sistema «Clever Chear» funcionará dentro de una vivienda y estará compuesto por un bloque de control instalado en la silla, cámaras y sensores repartidos por la casa para seguir los movimientos del vehículo eléctrico y una aplicación para el teléfono.

«Con tan sólo decir en voz alta el lugar de la casa al que queremos llegar, como por ejemplo la cocina y el baño, la silla se pondrá en marcha y nos llevará hasta allí», aseguró Spiridónov.

El equipo del programador necesita reunir 3,5 millones de rublos (unos 50.000 dólares) para construir el primer prototipo de piloto automático con el objetivo de poner en marcha su comercialización en serie.

Para lograr la financiación han organizado una campaña de micromecenazgo o «crowdfunding» a través de la página web Indiegogo

El juego Clever Chear costará alrededor de 200 dólares, destaca Spiridónov, una cantidad que considera asumible para las personas que sufren de movilidad reducida.