La ropa que se adapta al crecimiento de los niños

Ryan Mario Yasin es un joven diseñador recientemente graduado en la Royal College of Art de Londres (Reino Unido), y que previamente estudió ingeniería aeronáutica. La idea de estas «prendas que crecen» surgió cuando Yasin fue a visitar a su sobrino Viggo. La ropa que le había comprado hacia algún tiempo ya no le valía, por lo que quiso que esto no le sucediera a nadie más. Empezó a interesarse por el mundo de la moda infantil y descubrió la poca ética que había en este sector a nivel general. Mezcló los conocimientos que ya tenía de la ingeniería aeronáutica con el arte «para encontrar una solución que lograra disminuir los desechos que genera la industria de la moda», explica el joven.

«Fue ahí cuando me di cuenta de que podía enfocar mi proyecto en la ropa infantil: «una talla para todos» -es el lema de su empresa «Petit Pli»-. Una vez que me decidí por este concepto, fue sólo cuestión de tiempo encontrar cómo lograrlo», cuenta Ryan a la BBC.

«A prueba de bombas»

La tela de la ropa se pliega permanentemente de tal manera que se despliega a lo largo y ancho cuando se tira de ella. «En ingeniería esta propiedad se conoce como un coeficiente de Poisson negativo. Por el contrario, las telas convencionales se adelgazan en una dirección cuando se estiran en la otra», afirma Yasin.

Es ropa diseñada para que los niños jueguen, se ensucien y aprendan a no derrochar. Yasin también quiere convencer a los consumidores de reducir mano de obra barata, residuos e incluso las emisiones de CO2 que se producen en el transporte, así como impulsar un cambio a nivel psicológico de los compradores.