Riesgo de restricciones de agua para el consumo o un recibo más caro: el escenario al que se enfrenta Murcia
Dejar secas las fuentes públicas o pagar cuotas sin recibir trasvases, efectos de la sequía extrema en esta comunidad autónoma
La sequía arrastrada desde hace ya cuatro años en el campo murciano puede empezar a afectar no solo ya a los agricultores sino también en los hogares , bien por posibles restricciones o por una subida de las tarifas. Este anuncio ha puesto en pie de guerra a los alcaldes, sobre todo después de conocer el incremento del coste por parte del organismo que abastece de suministro, la Mancomunidad de Canales del Taibilla, al tener que recurrir a la desalación con mayor abundancia.
Antes de llegar a estas medidas drásticas, se conminó hace unos días a los responsables municipales a concienciar a la población del ahorro de agua en casa y en esa cumbre de alcaldes se apuntaron también sugerencias como cortar el chorro en las fuentes públicas.
Se vislumbra así el sombrío horizonte que auguraron a finales de octubre los regantes del sindicato del acueducto Tajo-Segura (SCRATS), cuando pronosticaron cortes de agua a partir de principios de año si no llovía, y con las últimas precipitaciones del temporal Ana «solo se han mojado las calles», según valoraban desde el sector.
Concentración mañana
De hecho, mañana, miércoles, está convocada una concentración en la capital murciana por parte del Círculo del Agua, que aglutina a varias organizaciones agrarias, como inicio de las movilizaciones a las que se han sumado también los regantes de Alicante y Murcia, igualmente en situación crítica por la falta de trasvases del Tajo desde el mes de mayo, al no contar con el nuevo caudal mínimo en los pantanos de Entrepeñas y Buendía . En los embalses del Segura las reservas sitúan a esta cuenca de largo como la más acuciada por la sequía, con solo el 13,5% de su capacidad.
A falta de trasvases desde Castilla-La Mancha en la cabecera del Tajo, desde principios de noviembre se ha recurrido a bombear agua desde pozos situados más cerca, en la vecina provincia de Albacete, en concreto desde Hellín, uno de los recursos previstos para momentos de sequía extrema.
El espinoso asunto del precio del agua tiene varios frentes, además, puesto que además de la inflación para los municipios, los regantes ya tienen la amenaza mucho más cercana, dado que se les aplicará una cuota fija más, de 120 euros por hectárea para pagar la obra del trasvase, aunque «no se recibe ni una gota de agua», tal como denuncian desde La Unió de Llauradors. Para que se escuche su voz, esta organización agraria y comunidades como Riegos de Levante fletarán mañana autobuses gratuitos desde Alicante para acudir a la concentración ante la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y la Delegación del Gobierno en Murcia.
En este territorio, al menos está garantizado el suministro doméstico, según aseguran desde la compañía Hidraqua, porque las desaladoras podrían asumir las necesidades hídricas en el medio urbano incluso si sigue sin llover. Pero esta fórmula encarecería el suministro en el caso murciano, tal como han advertido desde la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
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