El kamikaze accedió a la A-8 en dirección prohibida y aceleró hasta chocar con el coche del joven matrimonio

Los funerales por los tres fallecidos en la A-8 serán hoy

IMAGEN CEDIDA A EL DIARIO MONTAÑÉS DE FACEBOOK / Vídeo: Tres muertos en un choque provocado por un vehículo que circulaba en sentido contrario por la A8

ROCÍO FERNÁNDEZ ORTIZ

Minutos antes del trágico accidente registrado el pasado viernes en la A-8 a la altura de Caviedes (Cantabria), en el que fallecieron tres vecinos de Los Corrales de Buelna -un hombre de 48 años que circulaba en sentido contrario por la autovía y un joven matrimonio que no pudo esquivar el vehículo que venía de frente-, un cliente de la cafetería del área de servicio de la localidad de Valdáliga se percató de cómo el primero entraba en la carretera por dirección prohibida. «Pero, ¿a dónde va ese coche? ¡Ese hombre está loco! ¿Qué pasa?», gritó, atónito, Miguel Ángel Álvarez , ante otras «seis o siete» personas más que estaban en el bar.

Este testigo no daba crédito a lo que estaba viendo: un Seat Toledo -el de Rafael Quevedo, el conductor «kamikaze»- dejaba el aparcamiento de la gasolinera y cogía la A-8 hacia Santander pero «por donde no se puede salir», adentrándose así en los carriles que utilizan quienes se dirigen a Asturias. El cliente salió corriendo a la calle, junto con un camionero que también estaba en el local y que se encargó de alertar al 112. Observó cómo el turismo pasó la primera de las dos señales de stop «un poco despacio», pero después «aceleró mucho» y se incorporó «muy deprisa» a la Autovía del Cantábrico.

«Entró a fuego» por el túnel de Caviedes, relató ayer a la Cadena Ser Álvarez, aún «nervioso» por un suceso que no se puede «quitar de la cabeza». «Ves un caso de estos y te ves impotente. No puedes hacer nada», se lamentaba. Al cabo de muy poco tiempo, los congregados en el lugar se dieron cuenta de que no circulaba ningún coche hacia el Principado, por lo que dedujeron que «algo había pasado» y que habían cortado la calzada.

Eran cerca de las nueve de la noche y Rafael Quevedo, de 48 años, acababa de colisionar frontalmente contra el Citroën C4 que conducía David Duque , de 26 y natural de Maliaño (Camargo), aunque el joven también residía en el municipio corraliego junto a su mujer, Ana Capellín, de 24 años y con la que se había casado hace tan solo unos meses, a finales del verano, y que iba sentada en el asiento del copiloto. La pareja se dirigía a Avilés, donde pretendían pasar el fin de semana para celebrar, el sábado, las 25 primaveras de la chica, hija de un famoso zapatero de Los Corrales. Su marido era igualmente muy conocido en este pueblo de unos 11.000 habitantes, al ser el nieto mayor del exalcalde camargués Ángel Duque. Además, David, que trabajaba en una empresa del cercano polígono industrial de Barros, era un gran aficionado a los bolos, deporte autóctono al que estaba vinculado a través de la peña «La Rasilla», y debido al cual colaboraba también en un programa de radio local, en el que le ayudaba su esposa. Ésta acababa de terminar sus estudios y prácticas profesionales para poder trabajar como asistente social.

Su escapada, sus planes, sus vidas... Todo se vio truncado de repente, en cuestión de segundos, de forma prematura e inesperada y a 50 kilómetros de casa, al cruzarse en su camino un vecino que conducía a toda velocidad, sin luces de emergencia y en dirección contraria por la autovía, como además de los testigos recogieron las cámaras de tráfico desplegadas a lo largo de los 4 kilómetros que recorrió el «kamikaze». En una de las grabaciones, la del túnel de Caviedes, se puede ver cómo en los momentos previos al trágico accidente varios vehículos logran esquivar al turismo de Rafael Quevedo , que murió en el acto, al igual que la pareja contra la que chocó y acabó un macabro viaje con el que ha conmocionado al municipio donde vivían los tres.

Los funerales y la investigación

Los funerales por las víctimas se celebrarán este lunes. El del matrimonio tendrá lugar en la iglesia San Vicente Mártir de Muriedas (Camargo) a las 17.30 horas y la incineración se celebrará en la intimidad familiar. Mientras, la misa por el causante del siniestro será a las 12.00 horas en la parroquia corraliega de Coo. Su capilla ardiente se encuentra en el tanatorio de RioCabo, en Torrelavega, e igualmente será incinerado en la intimidad de la familia.

Y también este lunes está previsto que llegue al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Vicente de la Barquera el atestado de la Guardia Civil de Tráfico sobre lo ocurrido en la A-8. Cuando la titular del órgano judicial, María Lucía Barrancos , tenga en sus manos el informe, abrirá las diligencias que correspondan.

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