Santiago Martín

Fe, esperanza, amor

La madre desolada no se rindió ante la muerte del hijo

La Semana Santa, la semana grande de nuestra fe , está a punto de empezar. Las procesiones que recorrerán nuestras calles o los fieles que acudirán a las iglesias, compartirán algo esencial, milenario, poderoso: la fe, la esperanza y el amor.

La fe de la que nos alimentamos no es nuestra fe, sino la del Crucificado, la de aquel Dios-hombre que, abandonado por casi todos y sintiendo incluso el mordisco de la duda sobre la fidelidad de su propio y divino Padre, se dejó caer en los brazos del misterio para ser recogido, después de muerto, por los brazos de su madre. El « Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» fue el grito más humano que un Dios pudo proferir. El que pronunció a continuación: «En tus manos encomiendo mi espíritu» , fue el más divino que puede decir un hombre. Ahí está contenida nuestra fe, en creer que Dios sigue cuidando de nosotros, aunque no entendamos por qué pasan tantas cosas malas y por qué Él las permite.

De esa fe nace la esperanza. Una esperanza que nuestro pueblo sabio simbolizó en una madre desolada que no se rindió ante la muerte del hijo. La Virgen de las angustias, la Macarena, la Dolorosa, es siempre la Virgen de la esperanza . Una esperanza que brilla como una luz en la noche oscura de la fe pura y dura. Pero precisamente por eso una esperanza que nos sostiene, que no nos permite rendirnos, que nos sigue manteniendo en pie, aunque lo que tengamos entre los brazos, como María, sea sólo un cuerpo muerto, a veces nuestro propio cuerpo muerto por el pecado.

De la fe y de la esperanza, como de la tierra y la lluvia, brota el amor, la resurrección. No es un fruto fácil. Amar y no odiar, perdonar y no tomar venganza, compartir aunque se tenga poco, trabajar bien aunque otros no lo hagan, volver a empezar aunque se caiga, todo eso y mucho más es el amor. Pero es el resultado de la fe en que Dios no nos abandona y en que ese amor merece la pena, aunque no se vean inmediatamente los resultados.

Esta es nuestra fe, la que volverá a salir a la calle en estos días grandes. Este es el alma de España.

Santiago Martín Todos los artículos de Santiago Martín

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación