Francia ve «indispensable» el apoyo a los países pobres para llegar a un acuerdo en la COP21

El Gobierno de Francia consideró este viernes que «es indispensable» que las naciones industrializadas den un apoyo financiero y tecnológico a los países pobres si quieren conseguir un acuerdo global en la vigésimo primera cumbre mundial de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP21), que se celebrará en París.

El ministro francés de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Laurent Fabius, expresó esa posición durante su participación en la inauguración en Bolivia de la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático.

«Es indispensable, si queremos un acuerdo, que en el nivel financiero y en el nivel de las tecnologías los países ricos den la mano y ayuden a los países pobres», dijo Fabius en un discurso.

El ministro francés anunció que la COP21 hará un balance sobre el compromiso asumido por los países ricos en la Cumbre de Copenhague en 2009 de financiar en naciones del Sur con 100.000 millones de dólares anuales la atención a problemas climáticos.

«Hemos entrado un poco en ese camino, pero todavía faltan muchos esfuerzos que hacer», reconoció ante miles de delegados de agrupaciones de la sociedad civil reunidos en la localidad de Tiquipaya, convocados el presidente boliviano, Evo Morales.

«La COP21 es vital en sentido propio. Así como lo han dicho todos mis colegas de la tribuna, lo que está en juego es sencillamente la vida, la de ustedes, la de sus hijos, la de las especies, la del planeta», alertó el ministro galo.

El foro que se celebra en Bolivia reúne a movimientos sociales, sindicales e indígenas de varios países para diseñar una propuesta que sea presentada como la voz de los pueblos ante la COP21.

Fabius dijo que se adhiere a la idea del foro boliviano de que la lucha contra el cambio climático «es un combate contra la pobreza y para el desarrollo» para lo que se necesita un «acuerdo universal».

Reconoció que las causas del «desarreglo climático» están en «el consumo energías no renovables, en un modo de vida que no es durable, en la explotación excesiva de los recursos» y en las que los países ricos tienen una «responsabilidad particular» porque su economía se fundó en un modelo que «no se puede prolongar más».

Destacó que durante mucho tiempo las negociaciones sobre el clima en el mundo fueron simplemente «entre los gobiernos», pero las cosas están cambiando por la participación de sociedades civiles. En ese sentido, pidió que los «pueblos se comprometan y muestren cuál es la dirección que deben exhibir los Gobiernos» en la COP21.