El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en un debate parlamentario
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en un debate parlamentario - EFE

Política social y desarrollo económico serán los ejes de las cuentas de 2017

La Xunta trabaja en unos presupuestos para el próximo año pese a las elecciones

Los plazos y el contexto estatal pueden frustrar su aprobación final

Santiago Actualizado: Guardar
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Galicia se encuentra inmersa en dos procesos electorales. Además de las generales del 26-J, las autonómicas de otoño condicionarán buena parte de la acción de Gobierno hasta final de año. Para minimizar los efectos de esta situación en un tramo del ejercicio en que se debe, entre otras cuestiones, aprobar los presupuestos, la Xunta ya ha comenzado a trabajar en las cuentas del año 2017. Ayer, el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó la orden por la que se dictan las normas para su elaboración.

Las líneas maestras que regirán las cuentas con las que se pretende iniciar la próxima legislatura serán en las que ha venido insistiendo el Ejecutivo encabezado por Alberto Núñez Feijóo en la recta final de este mandato, así como lo que refleja el Plan Estratéxico de la Comunidad hasta 2020.

En este sentido, la política económica jugará un papel trascendental, en aras de consolidar la recuperación económica. Para ello, desde la Consellería de Facenda se prevé una importante apuesta por impulsar los sectores estratégicos y dar nuevos pasos hacia un cambio de modelo productivo, con especial relevancia para la modernización de la producción y la inversión en conocimiento. En este apartado, la Xunta también reincide en una de las obsesiones del área económica del actual gabinete, la internacionalización de las empresas gallegas y el aumento de su competitividad en los mercados internacionales.

El Ejecutivo tampoco dejará de lado un capítulo en el que ha redoblado esfuerzos en el último año, como son las políticas sociales y la sanidad. Sobre este punto, en el comunicado emitido ayer se reiteró la necesidad de mantener el sistema de asistencia y los servicios públicos bajo un constante proceso de mejora.

El Plan Estratéxico 2015-2020 también señalaba algunos objetivos de carácter transversal en el que todo el Ejecutivo autonómico se comprometía a implicarse. El primero de ellos era el de lograr una administración más eficiente y pegada a las necesidades de los ciudadanos. Para conseguirla, así como para incidir en la modernización de toda la sociedad, se pretende invertir en el aprendizaje digital y la adaptación de los procesos a los avances tecnológicos del momento.

En la presentación del documento se apuntó también hacia la sensibilidad medioambiental que quiere tener el Gobierno, de modo que se consiga un crecimiento sostenible y se camine hacia un modelo en el que las energías renovables y la eficiencia sean prioritarias.

En cuanto a las cuestiones organizativas, según explicó Facenda, los presupuestos se estructurarán mediante tres comisiones. La primera, la de análisis y evaluación de los programas de gasto, que se encargará de evaluar las partidas asignadas en este capítulo a cada uno de los programas y examinar sus indicadores de resultado. La segunda, la de ingresos, se encargará de las previsiones de recursos procedentes de tasas o transferencias de la administración estatal o de las agencias autonómicas.

En suma, la Xunta pretende con las cuentas del próximo año «mantener un crecimiento sano, basado en el fortalecimiento del gasto social y el esfuerzo inversor», pero sin olvidarse del control del cumplimiento de los objetivos de déficit y el pago «ágil» a proveedores.

Dificultades

Pese a que el trabajo previo permitirá, en cualquier caso, tener un documento avanzado para el Ejecutivo que salga de las elecciones, no está claro que las cuentas puedan ser aprobadas definitivamente antes de la cita con las urnas. Aunque, como se ha barajado desde San Caetano, se habilitase el mes de agosto para que el Parlamento pudiese aprobar el proyecto, la falta de Gobierno en España puede lastrar el proceso, ya que para la elaboración definitiva del presupuesto se necesita conocer el techo de gasto con el que podrá contar la Comunidad. Esta cifra se debería hacer pública a finales de julio, pero quizá no sea posible con un Ejecutivo central en funciones.

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