Unas primarias exprés ratificarán a Sánchez candidato del PSOE a La Moncloa sin urnas

El Comité Federal del PSOE aprobará este sábado un calendario de primarias abiertas que, de facto, convertirá a Pedro Sánchez en candidato a la presidencia del Gobierno el 8 de mayo, sin esperar a la votación del sábado 14.

Ese 8 de mayo finalizará el plazo para que los aspirantes entreguen los avales necesarios (mínimo 9.462, un 5% del total de militantes) y no se prevé que Susana Díaz o cualquier otro de los nombres de relieve hagan sombra al secretario general socialista. Si acaso, entre el uno y el 8 de mayo se presentará algún «outsider», como suele ocurrir en estos procesos en el PSOE, pero con nulas posibilidades de pasar a la siguiente fase.

Lo cierto es que la presidenta andaluza nunca ha querido competir con el secretario general socialista por el cartel a la Moncloa porque sabe que en el PSOE está grabado a fuego el fracaso de la «bicefalia» Almunia-Borrell durante el bienio 1998-99.

Su objetivo y su tempo es otro; quiere disputarle la Secretaría General en el 39 Congreso y por eso lanzó hace mes y medio en privado la advertencia de que si Sánchez mantenía esa cita para mayo, en plena negociación de investidura, no se amilanaría y competiría.

Una vez retrasado sine die el congreso, la andaluza esperará a ver los resultados electorales del 26 de junio y diseñará su estrategia en función de los mismos.

Por esa razón, en la reunión del Comité Federal este sábado no se espera excesiva tensión. El máximo órgano entre congresos aceptará el calendario propuesto con algún matiz -hay críticas a la apertura del proceso de registro de simpatizantes previo pago de dos euros el día uno, sin esperar a saber si habrá urnas o no-.

Y también se aceptará la idea de Sánchez de «repetir» por norma las candidaturas a Congreso y Senado en cada una de las 52 provincias, con la salvaguarda de que el Comité Federal de Listas aceptará cambios «por circunstancias sobrevenidas» y «justificadas». Y como la excepción confirma la regla, no es improbable que haya finalmente varias excepciones.

En Madrid, algunas fuentes insisten en que la lista no será ni mucho menos la del 20-D y eso afecta tanto el «número tres», que podría ocupar Ángel Gabilondo, según adelantó el miércoles ABC, como los «fichajes» Irene Lozano y la excomandante Zaida Cantera; son muchas las voces en el PSM que piden un vuelco en la lista al Congreso.

Otro tanto ocurre en Guadalajara, donde el secretario provincial, Pablo Bellido, desalojado de «número uno» al Congreso el 20-D porque fue imputado por estafa, ahora que ha sido desimputado quiere reivindicarse y desalojar de esa plaza a la secretaria de Empleo de la Ejecutiva socialista, Mari Luz Rodríguez.

En Barcelona, la decisión de Carme Chacón de renunciar a figurar como cabeza de lista o de integrarse en la candidatura en otro número abre la incertidumbre. Como sustituto podría figurar el senador Carles Martí.

Sánchez reconoce su «error» con Rajoy

Pedro Sánchez ya está en precampaña. Ayer, antes de arengar a sus diputados y senadores pidiéndoles que miren al futuro y no señalen «culpables» del fracaso de estos cuatro meses, reconoció en la Cope que se equivocó llamando «indecente» a Mariano Rajoy en el «cara a cara» que mantuvieron el 14 de diciembre, una semana antes del 20-D, en la Academia de Televisión.

Luego, ya en la cita con el Grupo Socialista, explicó que su equivocación fue en las formas porque, «en el fondo» piensa que Rajoy ha hecho mucho daño a España no asumiendo responsabilidades políticas por la corrupción y, en particular, él por no haber dimitido tras conocerse los SMS de ánimo que envió al extesorero del PP Luis Bárcenas.

El líder socialista tuvo duras palabras contra la «pseudoizquierda» de Podemos, que ha preferido mantener a Rajoy y al PP en el poder por no ver a un socialista en La Moncloa. Sánchez insistió en que sólo el PSOE garantiza el cambio en España y pidió a sus compañeros que lo expliquen así a los ciudadanos en las semanas que quedan hasta el próximo 26 de junio. «Nosotros sí que podemos y, ¿sabéis por qué? Porque queremos», aseguró, después de defender que su ánimo está «fortalecido» y tiene «más ganas que nunca de poner fin al mal gobierno de Rajoy».