poster Vídeo
Pedro Sánchez - EFE/ JUANJO MARTÍN
PSOE

Sánchez llamó «indecente» a su rival y llevó la bronca al plató

Salió a degüello desde el minuto uno y la tensión fue máxima con la corrupción

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Acompañado por su inseparable esposa y su equipo más inmediato, Pedro Sánchez llegó puntual, a las 21.13, a su cita en la Academia de Televisión en una noche lluviosa. Traje azul y corbata granate roja Sánchez, chaqueta de cuero rojo bermellón ella, los dos se bajaron del vehículo por puertas distintas pero enseguida Begoña cogió la mano de su marido para hacer el paseíllo hasta las escaleras del edificio, donde les esperaba el presidente de la Academia y presentador del debate, Manuel Campo Vidal.

Hasta ahí las sonrisas. Luego empezó la tormenta. El líder socialista cumplió lo prometido: a degüello desde que el presentador dio las buenas noches a los españoles, Sánchez se calentó con la situación económica y hasta le acusó de «recortar el derecho a decidir de las mujeres de cuándo ser madres y cuando no», en referencia a la reforma de la ley del aborto.

Rajoy, visiblemente molesto, ya empezó a torcer el gesto: «Explíqueme por qué impido yo a las mujeres ser madres, señor Sánchez. No me ha explicado su afirmación de que he recortado el derecho a las mujeres a ser madres. Me parece intolerable», enfatizó.

Pero lo peor iba a llegar en el tercer bloque, cuando salió la corrupción. Pedro Sánchez le echó en cara que haya amparado a un «delincuente político» como el extesorero del PP, Luis Bárcenas, con sus SMS de apoyo, le acusó de cobrar sobresueldos en sobres con dinero negro y le llegó a acusar de no ser «decente». «Yo soy un político limpio y usted no lo es» o «Usted no es un presidente libre, está atado por los papeles de Bárcenas», fueron frases que llevó al jefe del Ejecutivo a removerse en la silla y a llamar a su adversario «ruin, mezquino y miserable».

A partir de ahí, se acabó el debate. «Miente, miente y miente», le recalcó el secretario general del PSOE. «Venga, venga, señor Sánchez», replicaba el otro. «No sea condescendiente conmigo», rebotaba el presidente del Gobierno con un guiño a los espectadores en cámara.

Ni en la unidad de España

Para entonces, las chispas que habían saltado con las acusaciones de delincuencia. «Con usted ya veremos si se mantiene la unidad de España», Sánchez ya en el pasaje del debate sobre Cataluña: «¿Y con usted?», replicaba Mariano Rajoy. El del PSOE insistió en su tesis de que Artur Mas es el culpable del proceso independentista, pero el líder del PP también tiene responsabilidad por no haber dialogado para evitar el choque de trenes.

«Eso es un eslogan», insistió el inquilino de La Moncloa. «¿Qué tengo que hacer cuando alguien propone un referéndum de autodeterminación. ¿Usted que hubiera hecho?». «Por supuesto que estoy en contra», contestó rápido el socialista.

No concedió el socialista ni una sola obra buena al gobierno del PP en estos últimos cuatro años. «Quisiera señalar cuatro falsedades que ha dicho el señor Sánchez...» a la hora de hablar de la negativa inicial del Gobierno español a acoger refugiados sirios, para luego tener que aceptar una cuota impuesta por la Unión Europea en el Consejo de Ministros de Interior. Ese fue el tono final del debate, a la altura ya de la política internacional, cuando Sánchez le acusó de que su política exterior única es hacer seguidismo de la canciller alemana, Ángela Merkel.

El líder socialista estuvo mucho más incisivo en la primera parte del debate, coincidiendo con un presidente del Gobierno más a la defensiva. Pero eso cambió con el tema del aborto, que comenzó a sacar a Rajoy de sus casillas.

«¿Como va a impulsar las exportaciones si quiere liquidar la reforma laboral?», preguntó el presidente del Gobierno. «Usted en la pasada legislatura prometió tres millones de puestos de trabajo, ahora otros dos».

En su intervención final, Pedro Sánchez miró a los españoles y le dijo «España necesita imperiosamente un cambio» para acabar con la corrupción, el paro, los copagos farmacéuticos, «y el PSOE es la única alternativa de cambio real a esas políticas de la derecha. Necesitamos reunirnos los españoles, cuenten conmigo, yo cuento con vosotros y con vosotras», concluyó el líder socialista fijamente centrado en la cámara. El líder socialista se declaró posteriormente satisfecho del resultado del “cara a cara”, al igual que los miembros de su equipo, Óscar López y César Luena.

Ver los comentarios