Miguel Bernad sigue manejando Manos Limpias desde la cárcel

El líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, se resiste a soltar las riendas del sindicato. Para ello está utilizando a una abogada de su máxima confianza, de nombre Esther, a la que contrató hace algunos meses. La letrada lo ha visitado varias veces en prisión, según ha podido confirmar ABC. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz lo envió a Soto del Real y de ahí fue trasladado al centro penitenciario de Navalcarnero.

Miguel Bernad ha aprovechado estos encuentros para trasladarle varias directrices relativas a la gestión de Manos Limpias. La abogada acude a diario a la sede del sindicato, en la calle Ferraz, que fue registrada por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)

el pasado 15 de abril, justo tras la detención del líder del sindicato.

Una de las órdenes que Bernad trasladó a esta abogada al poco de ser detenido fue que presentara una liquidación en la Agencia Tributaria de algo más de 8.000 euros. Esta directriz se produjo, según las fuentes consultadas, poco antes del miércoles 20 de abril. Fue así porque el 20 de abril vencía el plazo de Hacienda para abonar las cuotas de IVA facturadas durante el primer trimestre del año.

Entramado empresarial

Precisamente, una empresa del entramado de Ausbanc, Producciones Zapallar, había transferido el pasado 11 de febrero 48.400 euros a Manos Limpias bajo el concepto «FRA 005/16». Se trata de una factura por servicios ficticios cuyo único objetivo era financiar a Manos Limpias. La base imponible de esa factura asciende a 40.000 y el IVA, a 8.400, una cifra que coincide con las informaciones que maneja ABC: una liquidación en la Agencia Tributaria de «más de 8.000 euros».

Con la orden a su subordinada para que se liquidara la cuota en Hacienda, Bernad pretendía blanquear esa transferencia del entramado de Ausbanc, pero las intervenciones telefónicas ordenadas por el juez lo delatan. Los días 9 y 10 de febrero pasados se produjeron llamadas a las 14:05 horas y a las 17:28 horas, respectivamente, entre el tesorero de Ausbanc, Alfonso Solé, y Miguel Bernad. Solé le dice que tiene instrucciones de Luis Pineda, el presidente de Ausbanc y líder de la trama de extorsión, «para ver cómo resuelven un tema que hay pendiente de un procedimiento en que Manos Limpias tenía que abonar un importe relativo a una condena en costas». Para cubrir este «agujero» de Manos Limpias, el tesorero de Ausbanc dice a Bernad que emita una factura a nombre de Producciones Zapallar en concepto de «servicios jurídicos, eh, yo que sé, relacionados con diversos expedientes o algo así», según refleja la intervención telefónica.

El mismo 11 de febrero en el que se ordena la transferencia de Producciones Zapallar a Manos Limpias, la citada sociedad mercantil recibió dos transferencias de Ausbanc Madrid, una de 40.949,93 euros y otra de 7.000 euros.

El motivo es que Zapallar solo tenía en su cuenta corriente 4.160,09 euros, una cantidad muy inferior a la que tenía que transferir a Manos Limpias, los citados 48.400 euros. El juez Santiago Pedraz, titular del juzgado central de instrucción número uno de la Audiencia Nacional, es tajante en sus autos: «Se puede decir que es Ausbanc la que a través de Producciones Zapallar paga a Manos Limpias, camuflándose bajo el ficticio concepto de prestación de servicios jurídicos».

La abogada de Nóos

Al margen de las visitas de la letrada «Esther», Miguel Bernad confía en recibir pronto en la cárcel de Navalcarnero a la abogada Virginia López Negrete, que ejerce la acusación popular en el juicio del caso Nóos representando a Manos Limpias. Piensa que irá a verlo, según fuentes consultadas por este diario, por todo lo que ha hecho por ella.

Bernad recuerda que cuando López Negrete vino a Madrid «no tenía ninguna experiencia, ni siquiera despacho». La letrada se dedicaba a recurrir multas de tráfico en Valladolid, cuando «la hago jefa de prensa de Manos Limpias», rememora Bernad, unos hechos que sucedieron hace aproximadamente unos ocho años. El líder de Manos Limpias sostiene que no solo la puso al frente de casos como Nóos, sino que también le mandó clientes a título personal, gente que contactaba con Manos Limpias y que por indicación de Bernad terminaban contratando a Virginia López. Esta les cobraba 8.000 euros por presentar querellas de apenas cinco folios que eran rechazadas de pleno en los tribunales, como ocurrió con la Fundación Yagüe, según denunciaron sus gestores en una información de ABC.

A Bernad también le «duele» que Virginia López Negrete haya declarado que «solo ha cobrado gastos» por parte de Manos Limpias, cuando él le ha entregado grandes cantidades de dinero como «honorarios». Precisamente este hecho generó enormes problemas a Bernad, porque en Manos Limpias nunca se pagaba a los abogados.

Los letrados, que colaboraban por principios o por la popularidad que les podía dar su presencia en casos importantes, no entendían por qué Bernad sí pagaba a Negrete. De hecho, ambos están imputados en el Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid por repartirse casi 110.000 euros en metálico de una cuenta del sindicato, un caso desvelado por ABC el pasado noviembre.

La parte de Virginia López correspondía a unos supuestos «honorarios», pero tras más de medio año de instrucción, no han presentado en el juzgado ni en la Fiscalía ni un solo documento que lo acredite. Por otro lado, Bernad insiste en prisión en que Luis Pineda le ha «engañado» y se desvincula de él. Asegura que no se conocían de los tiempos en los que ambos militaban en movimientos de ultraderecha, entre otras cosas porque tienen una diferencia de edad de unos 20 años.