Agentes de la UDEF conducen a Miguel Bernad a la sede de Manos Limpias para registarla
Agentes de la UDEF conducen a Miguel Bernad a la sede de Manos Limpias para registarla - JAIME GARCÍA

Un preso sombra vigila al líder de Manos Limpias para que no se lesione

Aplican de facto el Protocolo de Prevención de Suicidios a Bernad, que tiene «miedo» y está «muy nervioso y decaído». Ha estado a punto de llegar a las manos en el patio de la cárcel con un empresario al que había denunciado.

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Miguel Bernad se ha derrumbado en la cárcel de Navalcarnero (Madrid), donde cumple prisión provisional por su participación en la trama de extorsiones que lideraba el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, un caso desvelado por ABC. El líder de Manos Limpias, de 74 años de edad, está en el módulo de respeto de presos preventivos, el «mejor» de la cárcel, donde menos conflictividad hay, pero el hecho de estar encerrado ha podido con él.

Distintas personas que han mantenido contacto con Bernad sostienen que está «muy nervioso y decaído». Se le ve con «miedo», incluso «acojonado» porque es consciente de lo que se le viene encima. Como se dice en el argot carcelario, tiene «el culo apretado» y está «muy pensativo».

Esta situación provocó que se valorara aplicarle el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS). Finalmente los psicólogos no consideraron que se le aplicara oficialmente, pero en la práctica sí está sometido al PPS. Por ese motivo le han puesto un compañero de celda, lo que se conoce como un preso sombra, un recluso de confianza, de origen latinoamericano, que lo vigila continuamente.

En el módulo de preventivos hay espacio suficiente para darle una celda individual, pero el temor a que se autolesionara hizo que le pusieran un compañero. Al final se optó por aplicarle el Protocolo de Prevención de Suicidios pero de forma encubierta.

También está teniendo muchos problemas con la comida, no se adapta al menú carcelario, lo que le ha provocado una más que evidente pérdida de peso. A la inquietud y nerviosismo que sufre se ha unido un altercado con otro preso en el patio del módulo. Se trata de un empresario al que Manos Limpias denunció ante la Agencia Tributaria. Cuando este recluso vio aparecer a Bernad, fue a por él. Hubo un duro y desagradable enfrentamiento verbal y estuvieron a punto de llegar a las manos, pero los separaron. Los presos del módulo de respeto, entre ellos preventivos y otros con condenas menores, huyen de enfrentamientos y atemperan los conatos, porque saben que están en un lugar «privilegiado» dentro del centro penitenciario.

Constantes visitas

Por otro lado, el líder de Manos Limpias ha recibido constantes visitas, pero no han conseguido levantarle el ánimo. Él repite una y otra vez que Luis Pineda le ha «engañado», lo mismo que declaró en la Audiencia Nacional, tal y como adelantó ABC.

No parece ser consciente de la contundencia de las pruebas en su contra, ya que todo lo atribuye a una «conspiración». Al «engaño» del presidente de Ausbanc se une que el juez Pedraz «me tiene manía». Dice esto porque el magistrado es muy cercano al exjuez Baltasar Garzón, al que Bernad también denunció en varias ocasiones.

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