Reunión entre Garzón e Iglesias el pasado mes de junio
Reunión entre Garzón e Iglesias el pasado mes de junio - óscar del pozo

Podemos obliga a IU a diluirse en otras plataformas para concurrir juntos

Malestar en Izquierda Unida por las conversaciones entre Garzón e Iglesias y la posibilidad de que su candidato no vaya en la lista de Madrid: «Podría ser la absorción electoral de IU»

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Ni «integración», ni «desaparición»: este es un proceso de «confluencia». Así intentaba ayer el coordinador de Presidencia de IU, José Luis Centella, frenar las quejas de su organización sobre las alianzas que el partido está tejiendo con Podemos para las elecciones generales. El veterano diputado defendía que por denominarse de otra manera no se desaparece, y señalaba a la experiencia de Izquierda Plural —grupo que comparte en el Congreso con ICV y el CHA—. «El mestizaje está por encima de las siglas».

El problema es que el «mestizaje» que acabe derivando de las negocaciones con la formación de Pablo Iglesias sólo estará por encima de unas siglas: las de IU.

Podemos descartó ayer «completamente» que aparezcan en la papeleta para las generales, como sí lo harán —y en primer lugar— las de Podemos.

Así, Iglesias obliga a la histórica formación a diluirse en una de las plataformas ciudadanas con las que se alcance esa confluencia en cada territorio. Y tras un proceso de primarias al que Podemos no se va a someter, con el argumento de que ellos ya realizaron el suyo propio. Tampoco tienen intención de someter a sus bases los acuerdos que se vayan cerrando en cada territorio. «En el referéndum de julio ya se establecían las condiciones para llevar a cabo esas conversaciones», indicó en rueda de prensa la secretaria de Acción Institucional de Podemos, Auxiliadora Honorato.

Podemos cederá puestos de sus listas a la candidatura unitaria de cada territorio, que no tendrá por nombre IU en ningún caso, y esos puestos se repartirán entre los miembros de esas candidaturas mediante proceso de primarias.

Según explicó Honorato, Iglesias y Garzón «llevan hablando mucho tiempo» y sus conversaciones, que «nunca se han interrumpido», son «fluidas». Si bien dijo y se desdijo a partes iguales —reconociendo contactos «a diferentes niveles» que incluirían «al secretario general con Garzón» para posteriormente asegurar que no hay «conversaciones con IU»—, desde la histórica formación de izquierdas se empeñan en negar que Garzón esté negociando por su cuenta con el líder de Podemos. «Me consta que Alberto no juega a esa política», dijo Centella. Conversaciones entre Garzón e Iglesias las hay, aunque no quede claro en calidad de qué las mantiene el de IU. Y la transparencia sea poca, de momento, por parte de ambas formaciones.

IU quiere a Garzón por Madrid

El malestar en IU por las negociaciones es tal que Izquierda Abierta —corriente incluída en IU y a la que pertenece, entre otros, Gaspar Llamazares— pidió el martes en un comunicado una reunión «urgente» de la Ejecutiva Federal y se quejó de que «la posible renuncia» de Garzón «a formar parte de la simbólica candidatura de Madrid podría suponer la absorción electoral de IU, junto a consecuencias irreversibles para la continuidad del proyecto».

Desde IU consideran que, de llegar a renunciar a sus siglas, que su candidato concurra entre los cinco primeros puestos de Madrid sería al menos una posición digna para que el electorado asociara la candidatura a su «marca». Sin embargo, ya se especula con que en Podemos obliguen a Garzón a que se presente por Málaga, su ciudad natal y por la que ya es diputado. Honorato indicó que «no sería raro» que así lo hiciera. «Garzón ahora mismo es diputado por Málaga, no se por qué metes Madrid ahí. Tampoco sabemos si el número tres por Madrid de Podemos cedería su sitio», respondió a los periodistas. «Los acuerdos tienen que ser de carácter territorial y es ahí donde se está dirimiendo la cuestión, en este caso en Málaga», añadió.

Podemos ya ha expresado repetidas veces que no quiere coaliciones con IU, pero tampoco creará una candidatura unitaria con nombre nuevo como ocurrió en las municipales. La fórmula pasará por una suerte de coalición entre el propio Podemos y la candidatura unitaria —que aglutine o no a IU— de cada región. No obstante, la fórmula jurídica aún «no está sobre la mesa», dijo Honorato. «Hay múltiples opciones para hacer compatible la fórmula 'Podemos-algo más' con nuestra ley electoral. El cómo se concrete es lo menos importante, lo importante es cómo se llega», defendió. Y será diferente en cada territorio. Y no ocurrirá en todos.

Ese es otro de los problemas que se le plantea a Izquierda Unida. Asturias es una de las comunidades donde el acuerdo parece más improbable, y Llamazares es diputado en el Parlamento de esa región. ¿Qué ocurrirá con ella? El líder de Podemos en la región, Emilio León, ya indicó en declaraciones a ABC que intentaría abrir un proceso para incluir a simpatizantes de IU que así lo quisieran en una posible candidatura, pero el ex diputado nacional presentaba problemas: «Llamazares no puede pedirnos confluencia si apuesta por el continuismo de un PSOE con casos de corrupción a la espalda», indicó. De hecho, Llamazares advirtió ayer de que una alianza por territorios y con Garzón concurriendo por otra provincia que no sea Madrid es «desequilibrado y humillante» para IU.

Los plazos para que las negociaciones alumbren resultados los marcarán las elecciones, según Podemos. «Cuando Rajoy se digne a convocarlas», se quejó Honorato. Para Garzón, a mediados de octubre ya deberían estar cerradas.

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