Podemos reniega de la renta básica que llevó en el programa de las europeas

«Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo». Así vendía Podemos en su programa para las elecciones europeas la que fue una de sus propuestas estrella. Pero eso era antes de que la dirección del partido decidiera imponer un giro moderado al que parte de sus bases se resiste. Antes incluso de que hubiera «dirección» en el partido. Desde entonces hasta ahora, la cúpula de Podemos, con Pablo Iglesias al frente, ha moderado su discurso y ha tomado el control de un partido en cuyo ADN se encontraba la participación de sus «círculos» como máxima expresión de las bases.

Cuando a inicios de julio Carolina Bescansa presentaba el modelo colaborativo con el que elaborarían el programa para las generales

ya dejó entrever un mecanismo que permitiría que la dirección pudiera tumbar una propuesta aún antes de que ésta fuera sometida a votación. Es lo que ha ocurrido con la polémica Renta Básica Universal (RBU).

La propuesta – en cuya presentación y defensa colaboró el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero el pasado junio– superó con creces el filtro marcado por el partido para que fuera estudiada por el área correspondiente. El siguiente paso era debatir con los responsables de dicha área para matizar la propuesta; de no llegar a acuerdo, se sometería a votación el texto inicial y la alternativa presentada por el partido. Pero desde el Círculo Renta Básica denuncian que no se ha producido debate alguno con los responsables de Economía de Podemos. En su lugar, han recibido una respuesta en el portal de participación en la que se emplaza a sustituir esa RBU por una Renta Garantizada, bajo una serie de argumentos que no tienen desperdicio.

La dirección considera ahora que la RBU «no parece asumible políticamente, ni socialmente justa». Mientras que en su programa para las europeas defendía que «la RBU no reemplaza al Estado de bienestar», ahora asegura que hay «políticas públicas» como la dependencia o la universalización de la educación infantil de 0 a 3 años que «no podrían ser impulsadas en el caso de que se implantase una RBU». Apostaban también hace menos de año y medio por financiar esa medida «a través de una reforma progresiva del IRPF y la lucha contra el fraude fiscal», mientras que hoy sostienen que «no sería financiable sin una subida del IRFP muy acusada» que perjudicaría a «ciudadanos con rentas medias-bajas y medias».

Desde el partido aseguran a ABC que la RBU no está desechada y que «se está dialogando para ver cómo se puede llegar a consensos» con sus promotores, pero éstos sostienen que, aparte de la respuesta escrita antes mencionada, no han mantenido ningún contacto con la dirección de Podemos. De hecho, aseguran que Íñigo Errejón respondió a uno de sus miembros que «las propuestas más votadas serían refrendadas por todos los inscritos». «No lo dudes, participa», les dijo. «La cuestión no es ya si tiene suficientes apoyos para que se considere incluirla en el programa, la cuestión es si se va a debatir en público entre los que la han elaborado y los que la han descartado, y también quién y con qué criterios decide de forma unilateral que la propuesta ni siquiera va a pasar a la fase de votación para que podamos elegir su inclusión o su exclusión del programa, cuando es la propuesta más apoyada en la plaza de entre las que cumplen los requisitos exigidos, por lo que su relevancia es incuestionable», se quejan desde el Círculo.

Sin embargo, el partido ya habla de la Renta Garantizada como la medida que incluirá en su programa, pese a que éste todavía no se ha sometido a votación de las bases. Pablo Iglesias anunció ayer en rueda de prensa desde París que Podemos contaría con el economista francés Thomas Piketty como asesor de su programa y que éste trabajará en «medidas contra la desigualdad» que se traducirán en el «plan de Renta Garantizada».

«Alguien tendrá que explicar cómo la propuesta más concienzudamente elaborada y con más apoyos de todo este proceso participativo se despacha unilateralmente por un equipo a cuyos miembros nadie conoce, que no presentan sus argumentos a debate público», se lamentaba un militante en el Foro del partido.