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Mireia Belmonte, Rafael Nadal, Saúl Craviotto y Ruth Beitia, cuatro de los oros de España - AGENCIAS

Río 2016 | Balance españolIgual cantidad y un aumento de calidad

Con 17 medallas, siete oros, España se sitúa en el decimocuarto puesto del medallero como en Atlanta 96

ENVIADA ESPECIAL A RÍO DE JANEIRO Actualizado: Guardar
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España se marcha satisfecha de Río 2016. Brillante su actuación en estos Juegos en el que el país termina en el puesto 14 del medallero, una posición que no protagonizaba desde Atlanta 96. Superados definitivamente los complejos y sorteados los años más duros de la crisis, la delegación española firma el mismo número de metales que en aquellos Juegos estadounidenses y que en Londres, pero con una diferencia, son de mayor calidad. Diecisiete metales en diez deportes diferentes distribuidos en siete oros, cuatro platas y seis bronces. Un buen botín para continuar trabajando con la misma ilusión para Tokio 2020.

Siete oros

Alcanzar lo más alto del podio está al alcance de muy pocos, pero son hasta siete las medallas de oro que se trae España para casa.

Un tesoro para enmarcar que ha hecho que España ascienda hasta el puesto 14 del medallero. Siete oros para la historia porque desde Barcelona 92 –trece–, siendo anfitriones, no se alcanzaba tamaña cifra. En la piscina, la piragua, el tartán o la pista, siete veces sonó el himno español en Río.

Más efectividad

Los deportistas españoles han demostrado ser brillantes para esforzarse cada día en pos de su objetivo, aunque en el camino hayan surgido trampas como lesiones, derrotas, rivales más fuertes o crisis. También en esto han sido mejores porque con menos recursos se ha mantenido el nivel. «Han vencido a la crisis. Han rendido incluso mejor. Hay que felicitar y agradecer el trabajo del deporte español en estos cuatro años. Los deportistas, clubes y federaciones han hecho un esfuerzo extraordinario. Han sido comprensivos con la situación, han arrimado el hombro y creativos», alababa Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes.

Vuelve el atletismo

Orlando Ortega primero y Ruth Beitia después demostraron que los españoles también saben ganar en los estadios de atletismo. Destierran los complejos por fin y construyen una nueva base en la que afianzar los futuros campeones. Son el ejemplo de que el oro de Fermín Cacho en Barcelona 92, última medalla española sobre el tartán, tiene relevo.

Se alcanza la paridad

El esfuerzo organizativo y la ilusión de las mujeres fue poco a poco abriéndose camino en el medallero español. Londres, con 11 medallas de 17, fue la confirmación de que, a pesar de no tener tanta visibilidad, eran capaces de cargar con la responsabilidad de los triunfos. Espoleados por ellas, ellos han aceptado el reto y en Río se ha trabajado por la paridad: en participantes (48%-52%) y medallas: ocho masculinas, nueve femeninas.

Deportes al alza

El atletismo lidera esa clasificación de deportes que se ha superado. Pero en el mismo grupo entraría el piragüismo que, con cuatro medallas, ha sido la disciplina más exitosa en estos Juegos. También brilló el bádminton con una Carolina Marín que hizo historia con un oro arrebatado al imperio asiático.

«Los españoles han vencido a la crisis, e incluso han rendido mejor. Gracias»
Miguel Cardenal , presidente del CSD

Regresó el tenis, con Rafa Nadal y Marc López para paliar la ausencia de Londres. Y también volvió la gimnasia rítmica con una plata para tomar el relevo de Atlanta 96. Se estrenó también el ciclismo, con Carlos Coloma y su bronce sobre su bicicleta de montaña. Las chicas de baloncesto protagonizaron otra gran gesta olímpica al ganar la plata, primera medalla en la historia. Y por fin, y de verdad, Lydia Valentín pudo disfrutar de su podio olímpico con un bronce en halterofilia.

Si en Londres hubo que esperar casi a la segunda semana para celebrar un primer metal, en Río todo se adelantó, aunque también tuvo a la misma protagonista, Mireia Belmonte. Al segundo día de Juegos, la badalonesa abrió la brecha con un bronce en 400 estilos. Las demás llegaron con cuentagotas, pero el un «sprint» final prodigioso, España sumó podios hasta llegar a los diecisiete. Ayer, último día, la gimnasia rítmica, el baloncesto masculino y la bicicleta de montaña sumaron las últimas.

Decepciones

Por el camino se fueron quedaron ilusiones y opciones de medalla. La vela, el deporte más exitoso históricamente, se fue con las manos vacías, también el tiro. Tampoco los equipos, más que nunca, lograron triunfos en colectivo, salvo el baloncesto.

Son 38 diplomas en Río. Alguno podría haberse convertido en medalla: cuatro segundos le faltaron a Castroviejo en ciclismo, 21 milésimas a Benavides en piragüismo; dos segundos le sobró al hockey masculino para alcanzar la semifinal. Pero esto es deporte, donde España siempre triunfa.

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