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Vídeo: El tercer oro en el piragüismo español - ABC

Río 2016 | PiragüismoSaúl Craviotto y Cristian Toro, oro en el K2 200 metros

Los españoles se imponen con autoridad en la final del K2 200 y suman la octava medalla de la delegación española. Para Craviotto es su tercer metal olímpico en tres Juegos consecutivos

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Los españoles Saúl Craviotto y Cristian Toro ganaron este jueves la medalla de oro en la prueba de K2 sobre 200 metros de piragüismo sprint de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Aunque llegaban a Río con esperanzas de hacer algo grande, no fue hasta las series clasificatorias cuando se dieron cuenta de que podían ganar el oro. Ahí, Craviotto y Toro se exhibieron con un tiempo estratosférico. Si todo iba bien el jueves serían campeones olímpicos.

La jornada volví a ser soleada en la Laguna Rodrigo de Freitas, a los pies del Cristo de Corcovado. Una imagen idílica en la que el barco de los dos españoles voló. Salió bien la pareja, encontrando rápido un ritmo medio alto, como a ellos les gusta. Palada tras palada hasta llegar a las 80. Sin mirar al lado. Sin que importara nada de lo que había alrededor.

Craviotto es el que marca el ritmo y Toro, detrás de él, el que impulsa la piragua. Compás perfecto. Una, dos, tres... La prueba, que apenas dura medio minuto, se hace eterna sobre el agua. Parece que nunca se acaba esa recta inmensa.

Craviotto y Toro mantuvieron ese ritmo alto igualado con otras embarcaciones, hasta el último tramo. El momento importante, en el que los favoritos se destacan del resto. Ahí, el barco español tomó una ventaja de casi media piragua con la que llegaron hasta la línea de meta (32.075). «Ganar con esa ventaja es muy satisfactorio, porque hemos sufrido mucho este último año para estar aquí», reconocía Cristian Toro, emocionado tras ganar su primera medalla.

Cruzar la línea de meta en primer lugar no es algo nuevo para Saúl Craviotto, campeón olímpico en Pekín y plata en Londres. «Aún no me lo creo, cuando llegue luego al hotel y descanse empezaré a ser consciente de lo que hemos conseguido», reconocía.

A él aún le queda una prueba más, el K1 200 que disputará mañana -series y semifinales- antes de intentar colgarse el sábado su tercer oro olímpico, lo que le situaría como el mejor deportista español de todos los tiempos.

La pareja española cruzó la línea de meta de la laguna Rodrigo de Freitas con un tiempo de 32,075, con una ventaja de 0,293 segundos por delante de los británicos, los segundos colocados.

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14.50¡¡¡Qué grandes Craviotto y Toro!!!

14.48¡¡¡OROOOOOO!!! ¡¡¡PRIMEROOOOOSSSS!!!

14.47¡¡Ya ha salido la pareja española!!

14.46¡¡Un minutoooo!!

14.42Ya están los piragüistas en el agua preparándose para afrontar la gran final. Si antes Sete Benavides ha quedado cuarto, ahora la pareja española tiene que conseguir subir un peldaño más para entrar en el podio. ¡Mucho ánimo para Craviotto y Toro!

14.40Craviotto es el hombre tranquilo. Al que nada le disturba. La experiencia le permite afrontar el día a día con tranquilidad. Llegar a las pruebas con las pulsaciones por los suelos. Es su seña de identidad. La que le hace liderar la pareja. Detrás de él va Toro, un joven inquieto y lleno de pasión. Fuerza pura. El motor de la piragua. Un dúo casi perfecto que se ha construido a velocidad de vértigo. E. V. E.

14.37¡¡¡DIEZ MINUTOS Y EMPIEZA LA LUCHA POR EL ORO!!!

14.27Solo quedan 20 minutos para que dé comienzo la prueba final del K2 200 metros. La pareja formada por Craviotto y Toro tiene opciones claras de medalla.

¡Saludos, buenos días! Los españoles Saúl Craviotto y Cristian Toro disputan hoy, a partir de las 14.47 horas, la final de K2 200 metros en los Juegos de Río 2016. Sigue en directo la narración de la prueba, en la que España puede conseguir una nueva medalla.

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Saúl Craviotto es una leyenda del piragüismo nacional. Campeón olímpico en Pekín y plata en Londres, su figura ha sido un ejemplo para muchos jóvenes palistas, que veían en él y en David Cal los rostros que emular. Entre esos talentos precoces que crecieron soñando con sus éxitos está Cristian Toro, su compañero actual de piragua, con el que ha recobrado la ilusión y con el que buscará hoy otra medalla olímpica (14.47 horas). La tercera, que le situaría entre los grandes olímpicos españoles.

Craviotto es el hombre tranquilo. Al que nada le disturba. La experiencia le permite afrontar el día a día con tranquilidad. Llegar a las pruebas con las pulsaciones por los suelos. Es su seña de identidad. La que le hace liderar la pareja. Detrás de él va Toro, un joven inquieto y lleno de pasión. Fuerza pura. El motor de la piragua. Un dúo casi perfecto que se ha construido a velocidad de vértigo.

Hace un año apenas se conocían. Toro competía con Carlos Arévalo y Craviotto lo hacía solo en K1, pero el chasco de ambos en el Mundial de Milán de 2015 unió sus caminos. «Tocaba cambiar algo y en la Federación me propusieron probar con Saúl», recuerda el más joven de la pareja. Una concentración en Sevilla puso las bases de su clasificación en el preolímpico de Duisburgo (Alemania) y a partir de ahí solo quedaba soñar.

De la televisión a la piragua

«El K2 vuela. Es la mejor opción que tiene el piragüismo español», reconocen desde la Federación. Suyo es el mérito de haber juntado el talento de Toro y la madurez de Craviotto. Río es su anhelo, pero los dos piragüistas comparten otras aficiones e inquietudes. Saúl es un modelo para su compañero, que ya le seguía por la televisión desde Pekín, poco después de llegar con sus padres de Isla Margarita (Venezuela) donde nació y vivió hasta los once años. Ahora, también quiere emularle fuera del agua y aspira a convertirse en policía como el catalán. Es su otro sueño, el que aspira hacer realidad y hacerlo tras ganar el oro en los Juegos.

Mientras tanto, Río ha ocupado su tiempo. Fuera del agua, Saúl vive dedicado a su familia. Un tipo tranquilo que no perdona su rato de sofá y televisión. El descanso del guerrero. Cristian también ha ganado en sosiego en los últimos años. Atrás queda su vocación mediática, que con 20 años le llevó a apuntarse a un programa de «ligoteo» de la televisión (Mujeres y hombres y viceversa). Locuras de juventud que le han granjeado un gran reconocimiento, aunque él trata de evitarlo para centrarse en el kayak.

Para ello, ambos saldrán hoy decididos en una carrera veloz que no admite errores. Alrededor de 81 paladas les separan de la victoria. Poco más de medio minuto de carrera. Una prueba veloz que se hace más larga desde la piragua. Lo reconocen ambos, convencidos de sus posibilidades de acabar arriba en la prueba de hoy, aunque son cautos a la hora de verse como favoritos. Una extraña pareja, cimentada en apenas doce meses de trabajo.

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