El Teatro Real de Madrid recupera el esplendor de tiempos pasados

El Teatro Realabrió ayer su temporada por todo lo alto. Un hora antes de que empezara la función, el público empezó a arremolinarse a las puertas del edificio para disfrutar de la última tarde del verano, a la espera de la llegada de los Reyes, que recuperaron esa cita tradicional con la cultura a la que tan asiduos eran los tatarabuelos y bisabuelos de Don Felipe.

Recién llegado de viaje (la semana pasada, en Estados Unidos, y el domingo, en Francia) y, a punto de irse hoy otra vez a Nueva York (a la ONU), el Rey logró reservar esta fecha en su agenda para reafirmar, una vez más, su apoyo a la ópera y a la cultura.

Por segunda vez en lo que va de reinado, Don Felipe y Doña Letizia regresaron al Teatro Real. Doña Letizia, con un vestido negro de cuello asimétrico, y Don Felipe, de traje oscuro, como muchos de los asistentes a la ópera, aunque también los había con vaqueros y ropa muy informal. Si en marzo los Reyes acudieron en privado, aunque se interpretó el Himno Nacional y ocuparon el palco real, anoche lo hicieron de forma oficial, acompañados por los ministros de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, y de Sanidad, Alfonso Alonso, y también sonó la Marcha Real.

Alcaldesa y ministros

Hubo aplausos en la puerta, donde fueron recibidos por el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos; los citados ministros, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena –vestida en negro y beige y que portaba un bolso mediano, no tan grande como el que llevó a La Zarzuela–; el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, y el director general, Ignacio García-Belenguer. Hubo más aplausos en el vestíbulo y luego dentro del teatro, que estaba a reventar y donde el público se puso en pie y dirigió una ovación a Don Felipe y Doña Letizia.

Por una puerta lateral

Los Reyes llegaron cuando faltaban diez minutos para las ocho, hora a la que empezaba la puesta en escena de «Roberto Devereux», la ópera de Gaetano Donizetti con la que se ha abierto la temporada. Hasta ese momento, gran parte de los asistentes estuvieron entrando por la puerta principal, aunque sólo algunos –los más conocidos– pasaron ante las cámaras de los medios de comunicación. Los demás lo hacían por detrás. Sin embargo, los invitados más esperados, el escritor Mario Vargas Llosa, que es miembro del Patronato del Teatro Real, y su novia, Isabel Preysler, prefirieron entrar por una puerta lateral –igual que Tamara Falcó–, lo que no evitó que se les fotografiara pero ya dentro del teatro, cuando recorrieron el pasillo central para ocupar sus asientos de la fila seis. Con un vestido negro con escote en pico en la espalda, zapatos de estampado «patchwork» y el pelo suelto, Isabel Preysler estaba muy solicitada por varias señoras, que le decían: «A ver si nos vemos».

Su primer acto de la Corona

Fue la primera ocasión en la que la nueva pareja coincidía en público en un acto con los Reyes, aunque el escritor –y en menor medida su pareja– han asistido tradicionalmente a algunos actos de la Corona, pero hasta ahora por separado o con anteriores cónyuges.

Los primeros en llegar al Teatro Real fueron los exministros, expresidentes autonómicos o exalcaldes, como el melómano Alberto Ruiz-Gallardón y su esposa, María del Mar Utrera, seguidos de Cristina Garmendia, Elena Salgado, Carmen Calvo y César Antonio Molina y, poco después, Esperanza Aguirre, Ignacio González y Ana Botella. Entre los asistentes también estaban la esposa de Rafael Catalá, Mari Ángeles Martínez; el coordinador general del Ayuntamiento de Madrid, Luis Cueto; el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle; la presidenta de la Fundación García Lorca y sobrina del escritor, Laura García Lorca y el pintor Hernán Cortes. Del mundo de la empresa estaban Pablo Vázquez (Renfe), Ángel Ron (Popular), Ignacio Garralda (Mutua Madrileña) y Helena Revoredo (Prosegur).

Además, asistieron los embajadores de Rusia, Yuri Korchagin; Francia, Yves Saint-Geours, y México, Ruperta Lajos, así como el duque de Alba, acompañado de su hijo Carlos, los marqueses de Oreja y el conde de Rodas.

En el intermedio, los Reyes estuvieron departiendo con los asistentes en el Salón Goya, igual que Vargas Llosa y Preysler, que estuvieron acompañados por el director artístico del Real, Joan Matabosch, y, a diez metros de la pareja del año, se encontraba el marqués de Griñón.

Del mundo del espectáculo estaban Antonio Resines, Teresa Berganza, el productor José Luis Moreno, la modelo Eugenia Silva, la exmodelo Blanca Suelves y la bailaora Cecilia Gómez con el joyero Emiliano Suárez.