SEGURIDAD

«En un mundo de libertades es muy fácil cometer un atentado»

El general Miguel Ángel Ballesteros, director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, es uno de los mayores expertos en yihadismo de España

El general Ballesteros en el Centro de Congresos de San Fernando. ANTONIO VÁZQUEZ

VERÓNICA SÁNCHEZ

Nadie como él sabe definir a la perfección el panorama mundial de los conflictos. De voz tranquila, pausado en su explicación, consigue que el interlocutor comprenda este planeta cambiante, con múltiples amenazas, en el que nos ha tocado vivir. El general Miguel Ángel Ballesteros, director del Instituto Español de Estudios Estratégicos , organismo dependiente del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), estuvo hace unos días en San Fernando, invitado por la Academia de San Romualdo, para impartir una conferencia sobre la forma en la que Europa se defiende del yihadismo, un terrorismo cuyo zarpazo ya ha sufrido varias veces. En el Centro de Congresos ‘Cortes de la Real Isla de León’, este militar del Ejército de Tierra, que se perfila como futuro director del Centro Nacional de Inteligencia, («España es el país de los rumores», afirma entre risas cuando se le pregunta por el tema), habló con LA VOZ sobre uno de los mayores retos a los que se enfrenta Occidente: acabar con el terrorismo yihadista.

¿Cómo se defiende Europa del yihadismo?

Es una pregunta fácil de responder y difícil de llevar a cabo. Creo que el planteamiento hay que hacerlo en tres direcciones. La primera es que el terrorismo hay que combatirlo en todo el planeta. Es un problema global, puede atentar en cualquier parte del mundo y cuando se hace fuerte en un territorio esa fuerza le da un enorme poder para atacar. Es lo que ha pasado con el Daesh porque se le dejó crecer en Siria y en Irak. La primera lección aprendida de estos tres años de mal llamado Estado Islámico, del Daesh, es que la comunidad internacional no debería consentir que el terrorismo yihadista llegue a controlar un territorio . Finalmente en la lucha contra el Daesh han intervenido la mayor parte de los países del mundo que pueden aportar algo (que no tienen dificultades para controlar su propio territorio ni restricciones internas para mandar tropas). Así, en la operación 'Inherent Resolve', aplicada fundamentalmente en Irak, han participado 68 países. Pero nunca se tendría que haber llegado al nivel de guerra que se alcanzó en Irak y Siria, donde el Daesh llegó a controlar 300.000 kilómetros cuadrados, una superficie más grande que la mitad de España. Europa debe participar con la comunidad internacional para evitar que un grupo terrorista de naturaleza yihadista, llámese Al Qaeda, llámese Daesh, llámese como sea, controle territorios y hay que hacerlo desde el inicio del conflicto.

Para conseguirlo hay que seguir otras dos líneas de actuación.

Efectivamente. La segunda de ellas es evitar que los yihadistas se reagrupen . La experiencia de Afganistán es que cuando los Estados Unidos entraron en ese país se produjo una diáspora de Al Qaeda, lo que provocó que terroristas se instalasen en Irak y se crease un grupo que con el tiempo sería el Daesh.

Por lo tanto, no hay que dejar que con la diáspora que se ha producido en Irak y Siria los terroristas lleguen a controlar otra vez territorios donde volverse a hacer fuertes. En la actualidad, esos lugares son territorios musulmanes que tienen gobiernos muy débiles o son territorios fallidos, que se encuentran en guerra: sur de Libia, el Sahel, Yemen o Afganistán, por ejemplo. Hay que estar muy atentos para evitar que se puedan reagrupar en zonas que, a veces, están cerca de nuestra patria, como es el caso del Sahel.

Y la tercera línea de actuación y yo diría que la más importante, es la lucha contra la radicalización , que hay que hacerla en todos los países en los que haya comunidades musulmanas, también en España, que cuenta con dos millones de musulmanes.

-A.V.

¿Sería también importante que los propios profesores también supieran pautas para detectar la radicalización?

No podemos asignar a los profesores responsabilidades policiales. Ahora bien, en la medida que el profesor transmite valores, debe transmitir los occidentales , que es lo que diferencia a este mundo del yihadista. Para nosotros el centro del universo es el individuo que está por encima de la colectividad, su libertad para tomar sus propias decisiones. En el mundo de los yihadistas esto no es así, es la colectividad la que está por encima del individuo, por eso las mujeres tienen predestinada una función y ellas no pueden elegir su futuro, la 'umma' (comunidad musulmana) necesita que sean madres, esposas y no pueden elegir, por eso tienen que vestir de una determinada manera. Está todo sometido a lo que ellos entienden que es el beneficio de la colectividad. Además, para Occidente la sociedad es secular, no es confesional, es el individuo el que es confesional, cada uno es lo que quiera ser y eso es algo que forma parte de su vida privada. Para los yihadistas no es así, lo que impera es la 'sharia' (ley musulmana), por lo que su gobierno no puede ser laico y ni siquiera puede ser presidente del gobierno un musulmán moderado.

«Hay que controlar qué es lo que se dice en las mezquitas para que el imán no traslade mensajes que favorezcan la radicalización»

¿Cómo de concienciados o preocupados debemos estar en Cádiz ante un posible ataque yihadista?

Todo el mundo tiene que ser consciente de en qué mundo vivimos. Ahora bien, asustados no hay que estar, pero hay que saber que en un mundo de libertades es fácil cometer un atentado . Precisamente nuestra libertad saben aprovecharla los yihadistas, igual que aprovechan la tecnología para conseguir sus objetivos, lo que les da un poder enorme.

Al Andalus es un objetivo.

Al Andalus, que no es Andalucía, es prácticamente toda la Península Ibérica, de hecho, siendo puristas, solo habría que excluir los montes próximos a Covadonga, en Asturias.

Para los yihadistas Al Andalus es una reivindicación siempre. Esta tierra está en el imaginario del musulmán, pero no como algo que hay que reconquistar. No obstante, para los yihadistas sí es algo que hay que reconquistar, porque todo territorio que un día fue musulmán debe volver a serlo. Para un yihadista el Islam no tiene cinco preceptos, tiene seis. A los de la profesión de fe, la obligación de la limosna, los cinco rezos diarios, la visita a la Meca al menos una vez en la vida y el ayuno en el Ramadán, se le une la defensa con las armas del Islam y de aquellos territorios que, habiendo sido musulmanes, hoy no están ocupados por musulmanes. Al Andalus es un territorio que fue musulmán durante siete siglos y ellos se consideran con la obligación de defenderlo a toda costa. Eso es un problema. No en vano la oficina de comunicación de Al Qaeda en el Magreb Islámico recibe el nombre de Al Andalus y uno de sus principales activistas, que alguna cosa ha publicado sobre mí, se llama el Andalusí.

Para combatir el yihadismo o paliar sus consecuencias, España participa en misiones en el exterior. En tres de ellas hay militares gaditanos, Mali, Irak y operación 'Sophia', ¿cuál es la importancia de su labor allí?

Volvemos al principio de esta conversación. La comunidad internacional, Europa, España, tienen que evitar a toda costa que se fortalezcan los grupos terroristas. Eso no se hace en España, donde hay unos cuantos lobos solitarios que te pueden colocar mañana una bomba o atropellar a alguien, pero el grueso, lo que hace fuerte a esta gente, está en Irak, en Siria, en Malí. Ahí hay que ir y España debe mandar tropas cuando la comunidad internacional se decide a actuar. Porque nuestro país está amenazado por varias razones , primero, porque es Occidente, segundo, porque dentro de nuestro territorio, igual que le ocurre a Francia, a Bélgica, a casi toda Europa, hay personas que se radicalizan a través de la propaganda que se produce en Siria o en Irak y se convierten en potenciales terroristas. La forma de combatirlo es evitar que eso ocurra allí y la solución que nosotros consideramos la mejor, no es ir directamente a combatir a Siria, Irak o Malí, sino fortalecer a los ejércitos maliense e iraquí, para que sean sus propios gobiernos, con sus militares, los que acaben extirpando de su territorio a los yihadistas.

Lo que hace España es entrenar a estas Fuerzas Armadas, que es más complicado de lo que parece, porque no solo es enseñarles a manejar un fusil, es dotarles de unos valores y unos principios para que hagan un uso proporcional de la fuerza, también para que no se dobleguen y tengan moral de combate, porque van a ir a morir y ellos lo saben . No es fácil, hay que prepararlos, mentalizarlos de que tienen que defender su territorio.

Además, en zonas como el Sahel o el sur de Libia, van de la mano crimen organizado y terrorismo. Europa también lucha contra ese crimen organizado, por ejemplo, contra el tráfico de seres humanos , como operaciones como 'Sophia' en el Mediterráneo. Ésta es famosa para la mayor parte de los españoles por el número de migrantes que rescata, pero realmente la misión no es esa, aunque es lo que al final hace todos los días. El objetivo es luchar contra las mafias que se aprovechan de esas personas y también contra los que quieren enviar a través del Mediterráneo drogas o armas.

Usted tiene un profundo vínculo con la provincia, ¿qué le gusta de Cádiz?

Me gusta todo. Afortunadamente tengo casa en Chiclana y disfruto los veranos maravillosos cerca de La Barrosa y es un privilegio por su clima, por sus playas y sobre todo, por su gente.

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