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Los furtivos estrechan el cerco sobre los esteros y las salinas de la Bahía de Cádiz

Una piscifactoría de San Fernando ha sido el último objetivo de los ladrones con tres robos en una misma semana

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Las explotaciones acuícolas vuelven a verse acosadas por la entrada permanente de cazadores furtivos que se llevan la producción de pescado que con tanto esfuerzo se saca adelante en los esteros. Desde hace meses los robos son constantes y se entienden a esteros y salinas de la Bahía. El último ha sido en una piscifactoría de San Fernando, donde los trabajadores cazaron a los ladrones con las manos en la masa.

Lo cuenta Carlos Peci, jefe de producción de la empresa Cultivos Marinos Integrales, que se encuentra próxima a la playa de Camposoto. Según explica, ocurrió el pasado lunes cuando varios empleados lograron retener a los intrusos cuando se disponían a hacerse con el botín. Lo hicieron durante el dispositivo de vigilancia que ellos mismos habían montado tras detectar que les habían sustraído pescado hasta en tres ocasiones durante la semana anterior.

«Es la primera vez que nos pasa, habíamos oído que los robos eran más habituales en Barbate, en Trebujena y hasta en El Puerto, pero a nosotros no nos había tocado hasta ahora», asegura Peci, que ha sido el encargado de organizar los equipos de vigilancia. «Cuando los descubrimos, llamamos rápidamente a la Policía Nacional que se los llevaron detenidos», explica.

Peci reconoce que esos robos «hacen mucho daño al sector», pues son capaces de sacar grandes cantidades de pescado en muy poco tiempo. «Calculamos que a nosotros nos faltan unos 300 kilos de dorada, que es la única especie que criamos aquí». A una media de cinco euros el kilo, el montante sustraído alcanzaría los 1.500 euros. «¡1.500 euros en tres días!», repite con vehemencia el jefe de producción.

La situación de estas explotaciones, situadas sobre la gran extensión baldía de una marisma, la convierte en un blanco fácil para los cazadores furtivos. No hace ni dos semanas que otra empresa denunciaba a este medio hechos parecidos en Trebujena y Barbate y ahora empiezan a dar el salto a los esteros de la Bahía de Cádiz, donde vuelve a repuntar esta actividad.

Fuentes de la Policía Nacional confirman ese aumento de las denuncias se viene detectando desde el pasado otoño. Las fuentes consultadas explican que «hace cinco o seis años los robos en esteros y salinas eran muy recurrentes, pero cuando algunos empresarios empezaron a contratar seguridad privada, se mitigaron». Ahora vuelven a crecer, porque «los furtivos controlan más las explotaciones, buscan las horas en las que no hay vigilancia y entran cuando ven la posibilidad», destacan.

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