Elisa Catalán y Vanessa Vento, a su salida este miércoles de la delegación de Servicios Sociales
Elisa Catalán y Vanessa Vento, a su salida este miércoles de la delegación de Servicios Sociales - LA VOZ
CÁDIZ

Una de las okupas de San Juan sigue sin vivienda un mes después del desalojo

Los Servicios Sociales prorrogan por quinta vez la permanencia de Vanessa Vento y sus dos hijos en la pensión a la espera de que encuentre una casa de alquiler

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Las buenas noticias, si es que se pueden llamar así, van cayendo a cuentagotas para las tres mujeres que fueron desalojadas de las viviendas que 'okupaban' en la calle San Juan de Cádiz, un incidente del que este miércoles se cumple un mes. Entonces, poco o nada pudo hacer ante este nuevo episodio de desahucio el Ayuntamiento de Cádiz, que siguiendo el protocolo de actuación de la delegación de Asuntos Sociales facilitó una pensión de forma temporal para que estas tres familias no se vieran en la calle mientras buscaban una solución habitacional.

Y esta búsqueda no ha sido nada fácil para las afectadas. Hasta el punto de que tan solo una de ellas, Olga Toledano, ya se encuentra viviendo bajo un nuevo techo.

Un hecho que ocurrió este mismo martes. La mínima pensión con la que cuenta le ha valido como garantía para los arrendatarios que le han alquilado su casa. No obstante, las cosas no están siendo ni mucho menos sencillas para esta vecina de Huelva, que se está viendo obligada a pedir en la calle para poder seguir adelante.

La situación de Elisa Catalán y Vanessa Vento es más delicada. Ambas cuentan con menores a su cargo y no tienen ningún tipo de ingresos. Durante este último mes, y merced a cuatro prórrogas de los Servicios Sociales, han estado viviendo en la pensión en la que entraron el pasado 28 de septiembre. Este martes finalizaba la última de estas moratorias para permanecer en el alojamiento, un día que ha llegado con un hilo de esperanza para una de ellas y con la misma incertidumbre de estas últimas semanas para la otra.

Ambas se personaban en la mañana de este miércoles en las oficinas de Asuntos Sociales, donde han conseguido una quinta prórroga para permanecer en la pensión hasta el viernes. Un tiempo que se antoja insuficiente para encontrar solución a la situación con la que llevan bregando durante el último mes, todo ello a pesar de que Elisa contará, sin nada se tuerce, con una nueva vivienda a partir del próximo 1 de noviembre.

«Acabo de recoger el presupuesto que me han dado en la inmobiliaria para entregárselo a la trabajadora social», comentaba a la salida de una delegación de Asuntos Sociales que se encargará de pagar de forma íntegra el primer mes de alquiler, el de fianza y abonará el 67,5% de la renta de la casa durante doce meses.

«El alcalde nos da mensajes de tranquilidad»

«Hasta que no me den la llave no me lo creo», añadía Elisa, cuya principal preocupación se centraba ahora en que «la vivienda no tiene muebles y el juez aún no ha dado la orden para que podamos ir a recoger los que tenemos en nuestra casa de la calle San Juan». No obstante, el panorama empieza a ser menos desolador para esta gaditana, que ha sido incluida en las listas provisionales de admitidos del Programa de Ayuda a la Contratación de la Junta de Andalucía que gestiona el Ayuntamiento.

Vanessa Vento, por su parte, ha tenido peor suerte que sus compañeras de fatigas. Sin vivienda ni trabajo a la vista, este jueves acudirá a ver el enésimo alquiler que le han ofrecido, esta vez gracias a la colaboración de la Asociación de Vecinos del barrio de Santa María. Días atrás comentaba la complejidad de encontrar un nuevo techo a través de muchas inmobiliarias que «nos piden un aval o un fiador con una nómina de 800 euros y no aceptan la ayuda del Ayuntamiento porque tarda en pagar».

Hace apenas dos días se llevaba el enésimo desengaño después de visitar una vivienda a la que no pudo decir que sí porque se encontraba «sin condiciones de habitabilidad». «Tenía muchas humedades, estaba peor que la de la calle San Juan. Pero incluso hubiera aceptado entrar allí si no es porque uno de mis hijos tiene asma y no puede vivir en un entorno así. Hasta le mandé las fotos de la casa a la concejala de Vivienda -Eva Tubío- y ella misma me dijo que no se me ocurriera entrar», explica.

De momento, parece que Vanessa tendrá que seguir alojándose en la pensión hasta encontrar una vivienda digna. «Hemos hablado muchas veces con el alcalde y nos da mensajes de tranquilidad. Dice que no nos preocupemos, que en la calle no nos vamos a quedar y que estaremos en la pensión el tiempo que haga falta», comenta. El viernes tiene una nueva cita en la delegación de Servicios Sociales. Previsiblemente, para lograr una nueva prórroga mientras sigue buscando un nuevo hogar.

Al Pleno de Vivienda

A su salida de los Servicios Sociales, Elisa y Vanessa se encontraron casualmente con la concejala Ana Fernández, a la que saludaron amistosamente y con la que charlaron durante un buen rato. Además de trasladarle las novedades de la situación en la que se encuentran, se mostraron muy interesadas en el Pleno extraordinario de Vivienda que se celebra este jueves en el Ayuntamiento. Tanto es así, que ambas tiene previsto asistir al mismo para «enterarnos de primera de lo que los políticos hablan del tema de la vivienda de la ciudad. Y si no nos gusta los escuchamos no dudaremos en hacérselo saber allí mismo».

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