CÁDIZ

Condenado a cinco años y siete meses el acusado del atraco en la joyería Gordillo

La jueza estima como principal la prueba de ADN recogida tras el robo y ve «múltiples contradicciones» en la declaración de Tamur A

Tamur A., cuando acudió al juicio. F. JIMÉNEZ

MARÍA ALMAGRO

El Juzgado de lo Penal número 3 de Cádiz ha condenado a Tamur A. a cinco años y siete meses de prisión por el atraco que cometió junto a dos ladrones más en la joyería Gordillo de Cádiz en abril de 2016. Este ciudadano estonio fue identificado y detenido en Finlandia a requerimiento de la Policía como uno de los autores de los hechos. La Fiscalía solicitaba para él siete años de cárcel. Finalmente la jueza le ha impuesto cuatro años y tres meses de prisión por un delito de robo con violencia, siete meses más al considerar que pertenece a un grupo criminal, tres meses por lesiones y otro medio año por falsedad en documento público.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, la titular del Juzgado número 3 valora como prueba fundamental las muestras de ADN que la Policía Científica recogió del bastón del paraguas y de la palanqueta que emplearon para entrar en el establecimiento. De ahí que entiende que la persona que aparece en las imágenes, en las que no se reconoció en la vista el procesado , es Tamur A. «No le cabe por tanto alguna duda a esta juzgadora de la participación del acusado» .

Además en el fallo, la jueza sostiene que Tamur A. cayó en «múltiples contradicciones» en su declaración durante el juicio. Sostuvo que no salió del hostal cuando llegó a Cádiz, unas manifestaciones que fueron desmentidas por el propietario del establecimiento que manifestó que lo vio salir en varias ocasiones. También destaca que el procesado manifestó el día que le interceptaron los agentes que venía de Marbella y que no hizo referencia a un móvil que vieron que tiró . Sin embargo durante el plenario afirmó que había llegado desde Valencia y sí recordó un teléfono. Dijo que se lo había encontrado tirado en la calle. «Los agentes por contra, de cuya versión no se duda, sostuvieron que Tamur sacó el teléfono de su bolsillo y que lo fue desmontando y arrojando por partes en los maceteros que iba encontrando en su camino hacia la estación de tren, lugar donde fue identificado».

Una vez constatada su participación en los hechos, se le atribuye la pertenencia al grupo criminal basándose también en las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad y en las que se le veía como actuó con otras dos personas más. «La organización del grupo es evidente. dice la sentencia. No es posible la comisión del delito sin una previa organización, lo que se desprende con claridad del visionado de las imágenes». Uno que entró junto a él a por las joyas y otro que se quedó fuera tapando los escaparates con una tela negra. También ve probado la jueza que cometió un delito de falsedad al entregar en el hostal para registrarse una documentación falsa, un documento que pertenecía a otro ciudadano que había denunciado su pérdida .

En cuanto al robo con violencia. También queda acreditado (en las imágenes y en el testimonio tanto de la víctima como de otra testigo) el fuerte golpe que recibió en la cara el empleado al abrir la puerta del establecimiento y que le tiró de inmediato al suelo.

Además, el acusado deberá indemnizar a la joyería con 65.091 euros por el valor de las mercancías sustraídas, y en 1.415 euros por los daños causados en la tienda, así como la cantidad de 16.000 euros por las lesiones sufridas al vigilante.

Los hechos

Como se recordará, el asalto a la joyería de la calle San Francisco se produjo una tarde lluviosa a principios de abril de 2016. Fue el día 4. Justamente a las 18.58 horas, tres hombres de apariencia nórdica , camuflados con gorras e incluso alguno con vestimenta militar, asaltaron el establecimiento.

Fue en cuestión de unos dos minutos. Uno de ellos se encargó de tapar con una tela negra y ventosas el escaparate para que no se viera desde fuera lo que hacían. La Policía sospecha que este individuo era el que dirigía la operación. El ADN que se extrajo coincide con el que se encontró en el anterior atraco en 2011 por lo que todo apunta que esta persona ya conocía el local y pudo dar instrucciones a los otros dos.

Momento del atraco.-LA VOZ

El trabajo policial con respecto a este sospechoso se hizo pero el problema para su identificación transciende al terreno institucional ya que no existe un acuerdo con Estonia para poder cruzar estos datos con la base del país báltico, lo que ha supuesto un evidente lastre para poder coger a los otros dos autores.

Pero Tamur no tuvo escapatoria. Se le identificó, e incluso se dio con él, tan solo horas después de que entrara a la fuerza en Gordillo. Según las pruebas que se manejan, fue el ladrón que accedió a la tienda en segundo lugar, después de que su otro compinche irrumpiera dando un manotazo en la cara al vigilante que le tiró al suelo y le amenazara con una pistola.

Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cádiz.

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