CÁDIZ

Archivada la sanción de Antiviolencia al alcalde de Cádiz por los incidentes del Cádiz-Ferrol

La Subdelegación de Gobierno considera que su enfrentamiento con la Policía y el que desoyera sus indicaciones «no son encuadrables en el tipo sancionador»

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Tras nueve meses para su resolución y después de que el alcalde de Cádiz, José María González, recurriera la multa de 1.500 euros que inicialmente se le había impuesto, la Subdelegación del Gobierno de Cádiz ha decidido sobreseer y archivar el expediente sancionador abierto en su día a propuesta de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, por los incidentes que mantuvo el alcalde gaditano con la Policía Nacional en el transcurso del partido de fútbol Cádiz-Ferrol celebrado el 21 de mayo de 2016 en el Estadio Carranza.

Sin entrar en muchos detalles sobre las razones de esta decisión, en un escueto comunicado la Subdelegación se limita a exponer que «ha quedado acreditado que los hechos imputables no son encuadrables en el tipo sancionador en el que se fundamentaba la referida propuesta de la Comisión Estatal y por la cual la Subdelegación del Gobierno abrió el expediente que se archiva».

De esta manera González Santos no tendrá finalmente que abonar los 1.500 euros que en un primer momento se le había impuesto como multa.

La información sobre la resolución de archivo se la ha trasladado el propio subdelegado, Agustín Muñoz, telefónicamente al alcalde «para que la conociese de primera mano».

Los hechos

El altercado que adelantó LA VOZ se produjo en el transcurso del primer partido del play-off de ascenso de la temporada pasada, el Cádiz-Ferrol. Durante el citado encuentro y tras desatarse una trifulca en el Fondo Sur, en la zona central donde se suelen ubicar los Brigadas Amarillas, los policías propusieron para una posible sanción y expulsaron a varios aficionados que estaban «insultando» a los policías y mantenían una actitud «muy agresiva».

Una vez fueron desalojados, el alcalde que estaba disfrutando del partido «como un aficionado más», salió a intermediar por uno de ellos. Ya en el exterior, y a pesar de la negativa del vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta, González Santos llegó a decirle que «se atuviera a las consecuencias», consiguiendo así que le dejara pasar al interior con el joven.

Mientras accedía al recinto, según se reflejó entonces en el parte, el alcalde desoyó las explicaciones de los policías nacionales encargados de la custodia de la zona de acceso que le advirtieron en todo momento que dicho aficionado había sido expulsado del estadio y que, por tanto, no podía volver a entrar según establece la Ley del Deporte. «Ni se paró. Se comportó con superioridad, con una actitud chulesca», comentaron entonces las fuentes consultadas. Según aseguran, no quiso escuchar a los agentes que le apercibieron y en todo momento pidió hablar con sus superiores. «No es el comportamiento propio de una persona que dice que viene al estadio como un aficionado más», lamentaban. «Un ciudadano no pide hablar con los jefes de esa manera».

Según el reglamento, a pesar de que un alcalde sea una autoridad pública, es el coordinador de seguridad el único responsable de las tareas de dirección y organización de los servicios de seguridad en la celebración de los espectáculos deportivos. Sus funciones y régimen de designación y cese se determinan por ley y sólo un árbitro puede darle alguna consigna si lo estimara oportuno en caso, por ejemplo, de que entienda que hay que suspender el encuentro por cualquier anomalía o incidente que se produzca.

Finalmente, el alcalde llegó a hablar con el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana al mando que se encontraban en el recinto y tras ello y, debido nuevamente a que sus requerimientos «no eran oportunos», tuvo que volver a acompañar al aficionado expulsado a la puerta de salida.

Este episodio fue incluido en el informe que redactó el coordinador de seguridad tras el encuentro y que se envía después de cada partido a la Comisión Antiviolencia, que es el órgano competente de valorar lo ocurrido y proponer para sanción los casos de incidencias.

Según la versión municipal, el alcalde solo «decidió aclarar lo ocurrido» y para hacerlo «pidió que el joven y el agente lo aclararan en persona», por lo que solicitó que el joven «regresara al campo y, una vez solucionada la situación con los agentes, el propio alcalde lo acompañó a la salida del estadio para que abandonara el Fondo Sur, del que había sido expulsado».

Desde el Ayuntamiento señalaron que «en ningún momento pretendió hacerlo regresar al estadio, solo evitar males mayores dado lo caldeado que estaba el ambiente en la grada».

La propuesta de sanción estuvo sobre la mesa de la Subdelegación durante meses cuando ostentaba el cargo de subdelegado, Javier De Torre. Finalmente, ha sido bajo la dirección de Agustín Muñoz cuando se ha tomado esta decisión de archivar el citado expediente.

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