El alcalde de Cádiz ve como una «pataleta» del PP la sanción que castiga su comportamiento

El alcalde de Cádiz, José María González (PCSSP), atribuye a una «operación pataleta del PP» que la Subdelegación del Gobierno de Cádiz haya tramitado la propuesta de sanción que le impuso al regidor la Comisión Antiviolencia por su actitud en el Cádiz-Ferrol del pasado 21 de mayo. Así lo ha explicado este jueves en una espontánea rueda de prensa a los medios de la ciudad que buscaban sus justificaciones sobre este asunto que ha levantado una gran polvareda.

Pues bien, según entiende el regidor, la multa de 1.500 euros que le ha llegado a su domicilio familiar y que tiene relación con su actitud durante un partido de fútbol responde a un asunto político, y cree «desconcertante» que se le traslade justo después de que el juzgado haya archivado la querella del PP por el tema del agua de Loreto.

«No quisiera pensar que fuera una ‘operación pataleta’ del PP», que, en su opinión, pretende «a golpe de querella, de multa o de denuncia ganar cosas que no gana políticamente».

Como considera, la intención por parte del subdelegado «no es dirimir aspectos deportivos, sino sentenciar cuestiones políticas con esa notificación». José María González insistió en que le da «mucha pena» y también «náuseas» que el Partido Popular «utilice la administración y el control de las instituciones para fines políticos».

Decide Antiviolencia

Según establece la normativa, son las subdelegaciones de cada provincia las encargadas de tramitar o cursar dichas proposiones de sanción pero no las que plantean o deciden si una incidencia es merecedora o no de castigo. Estas sanciones están reguladas por la Ley del Deporte y es Antiviolencia quien decide a través de su Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Este órgano a su vez está formado por profesionales de diferentes campos relacionados con el deporte, la seguridad y la justicia, y sus propuestas se fundamentan en la ley.

Por este mismo sistema se analizó el comportamiento que tuvo González Santos en aquel Cádiz-Ferrol. Como se recordará, la multa se propone porque hizo entrar al estadio a un aficionado que previamente había sido expulsado por la Policía. A pesar de que tanto un vigilante de seguridad como varios agentes le advirtieron en varias ocasiones de que su intención contravenía la Ley del Deporte, continuó en su empeño.

Pues bien, tras una lectura política de lo ocurrido, el regidor se refirió al asunto en cuestión, a lo reprendido, asegurando que tiene «la conciencia muy tranquila» porque solo quiso «mediar». Afirmó que lo hizo «en todo momento con calma y diálogo», ante la «petición de que actuase» por parte de los aficionados. Dijo que se limitó a hablar con los agentes de la Policía, «con absoluto respeto y empatía», y con el aficionado en cuestión para aclarar lo que había pasado e intentar buscar una solución. También dejó claro que lo «volvería a hacer».

Sin embargo, esta versión difiere de la que fue denunciada a Antiviolencia y admitida por este órgano. LA VOZ ha tenido acceso al acta de aquel día. El informe policial da datos exactos y cronológicos de lo que ocurrió. En él se asegura que el alcalde habló «en un tono amenazante y de total desprecio» hacia los agentes. Además añade que «desoyó claramente las indicaciones» y aseguró que el joven entraría porque «él se hacía responsable». Le dijo a los policías que si no accedían hablaría «con sus superiores».

González ha anunciado que presentará alegaciones a la propuesta de sanción ante los inspectores responsables.