provincia

El resurgir de la industria acuícola

En el año 2010 la actividad en la Bahía casi desapareció y ahora vuelve a despuntar

carlos cherbuy
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Antes un despesque era una fiesta para los trabajadores de las salinas. El propietario no le veía rentabilidad alguna y dejaba que sus empleados disfrutaran cogiendo los peces que se quedaban atrapados en los esteros para luego cocinarlos y comer. Lo hacían de una manera rudimentaria con varios hombres arrastrando una red y sacando los especímenes uno a uno con las manos. Una jornada festiva y familiar que servía para aliviar los achaques diarios de la extracción de sal.

De ahí fue derivando y reconvirtiéndose y no solo se ha convertido en un atractivo turístico más con base gastronómica, sino que también sirvió para que se viera el potencial del espacio de la Bahía para la producción acuícola. Y es que muchos consideran el lugar como una piscifactoría natural.

De ahí surgió una industria y un gran interés por invertir en la provincia.

Sin embargo la falta de innovación y un sistema basado en pescados de esteros de monocultivo y doradas prácticamente, hizo tambalearse el desarrollo de una nueva economía para Cádiz. Simplemente no se podía competir en precio con otros mercados, ya que había países capaz de sacar mayor volumen a menor coste. No existía tampoco una denominación de origen, una certificación de calidad ni diferenciación con el resto de productos, algo que ahora se presenta como esencial.

En el año 2010 la industria acuícola en la provincia pasaba por su peor momento y las señales indicaban que al menos que cambiaran las cosas, en unos años podría desaparecer. Era necesario un cambio una reconversión y precisamente es lo que se está haciendo.

Conscientes de la necesidad de diferenciarse se cambió el modelo productivo y se ha pasado a la diversificación. Ahora mismo existen algas, se recolecta la salicornia, los camarones, proyectos de ortiguillas y una diversidad de especies que antes ni siquiera se tenían en cuenta. Gran parte de culpa ha tenido también el cambio de consideración de los productos de la Bahía motivado por la alta cocina. La gastronomía gaditana está de moda y muchos cocineros y locales tanto de fuera como locales ya realizan la diferenciación del producto.

«Un ejemplo claro lo tenemos en el renombre que han cogido especies como las lisas de estero, que antes no se tenían en cuenta. Es un producto que muestra la potencialidad del Parque Natural. Es una labro que se está realizando en los últimos años y se ahora ya se comienza a valorar el producto de origen Parque Natural. Lo que hace 15 años no se podía diferenciar en el mercado ya se está comenzando a conseguir. Si logramos que se vincule esa marca de estero al espacio natural protegido, pues tendrá mayor peso y se podrá revalorizar el modelo productivo. Tenemos unos especímenes de gran de calidad, langostinos, coquinas, camarones, muergos, cangrejos, dentro de un espacio capaz de generar hiperproducción. Solo hay que saber explotarlo y venderlo», expuso el director del Parque Natural de la Bahía, Antonio Gómez.

Nuevos proyectos

Y toda esta nueva tendencia se completa con la puesta en marcha de nuevos proyectos de calado. De esta manera, ahora mismo en la Bahía se encuentran algunas de las naves intensivas de lenguado más importantes de Europa. También existen granjas acuícolas como la de San Jaime, que también era la más grande a nivel europeo pero que se abandonó hace unos años. Ahora se ha vuelto a poner en producción.

Por otro lado, se están inundando otras 200 hectáreas entre Chiclana y San Fernando, en los espacios conocidos como Beatriz y San Federico, para generar otra iniciativa importante y vinculada a la industria acuícola. En San Fernando la zona conocida como La Leocadia estaba a punto de hundirse y ha vuelto a encontrar inversores. Igual ocurre con la finca de la Calavera que era una instalación de langostinos y quedó abandonada para volver a ser comparada ahora y puesta en producción.

Un nuevo impulso que pretende corregir los errores que hicieron que hace años esta actividad apenas fuera rentable. Lo más importante es distinguir la calidad, ya que los productos de la Bahía destacan por ello, y es precisamente el trabajo que se está realizando en estos momentos, el siguiente paso que se pretende dar para reconvertir esta industria en Cádiz.

Ver los comentarios