Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Manha, se reunió este lunes con José María Saiz, alcalde de Villar de Cañas
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Manha, se reunió este lunes con José María Saiz, alcalde de Villar de Cañas - ana pérez herrera

El Gobierno y Villar de Cañas se verán las caras en los tribunales por el ATC

Page se reunió este lunes con el alcalde, sin que ninguno variara un ápice su posición. El regidor dice que «solo una orden ministerial» podrá frenar el almacén nuclear

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El Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento conquense de Villar de Cañas mantienen desde hace dos meses un litigio abierto a costa de la posible instalación de un almacén nuclear ( ATC) en el pueblo. A un lado se sitúan los socialistas liderados por el presidente regional, Emiliano García-Page, que curiosamente se oponen a un proyecto que impulsó un Gobierno del mismo color, el de Zapatero. Al otro lado, un pueblo de 500 habitantes que ve peligrar una inversión, la del ATC, que les ha «devuelto la vida».

Ayer, los dos combatientes se vieron las caras en Toledo y, tras dos horas de reunión, ninguno movió su posición un centímetro. José María Saiz, alcalde de Villar de Cañas, resumió el encuentro de esta forma: «Emiliano García-Page está con la manía y sigue en sus trece de paralizar el ATC y yo, como alcalde, sigo dispuesto a seguir defendiendo la viabilidad del proyecto, que cuenta con una inversión de mil millones de euros».

El regidor cree que el Gobierno central, que es favorable al proyecto, está por encima de la comunidad autónoma. «Es un proyecto de Estado que hay que hacer», asegura Saiz, quien añade: «El ATC me lo dio una orden del Ministerio de Industria y solo una orden de ese departamento me lo puede quitar». Sin embargo, desde la Junta amenazan. Su vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, cree que «hay otras instancias que pueden estar por encima de una orden ministerial» y desliza: «Hay muchas posibilidades de que esto acabe en los tribunales». Lejos de achicarse, el alcalde también está presto a ir a la Justicia.

La polémica remite a finales de julio, cuando la Junta de Castilla-La Mancha declaró como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) los terrenos donde se va a ubicar el ATC. O lo que es lo mismo, disparó toda la artillería para frenar el depósito de residuos. Ese gesto desencadenó la guerra con Villar de Cañas, mayoritariamente a favor del ATC, y ahora el alcalde dice que el 1 de octubre se creará una plataforma de afectados contra la ZEPA.

Por las buenas y por las malas

«Por las buenas, lo que haga falta; por las malas, iremos al contencioso-administrativo, que vamos a ganar porque esa declaración de ZEPA está mal hecha», dijo el alcalde, quien anunció que el Ayuntamiento de Villar de Cañas ha contratado a un equipo de abogados que está trabajando en el tema. De hecho, según Saiz, ayer Page habría «reconocido» que la ZEPA «está mal hecha y que la van a revisar los servicios técnicos porque una declaración de este tipo conlleva un período de cinco o seis años».

Por otro lado, tanto Martínez Guijarro como el alcalde coincidieron en que el Gobierno regional ofrece a Villar de Cañas un plan específico para en el caso de que no se instalase el ATC. Según el vicepresidente, este plan «generaría más empleos que la gestión pura y dura del cementerio nuclear», e incluso asegura que ya hay empresas «antagónicas a lo nuclear» interesadas en instalarse en Villar de Cañas con la condición de que no se construya el ATC. Sin embargo, el alcalde no se fía de las buenas palabras y quiere hechos. «Le he dicho (a Page) que si es verdad, que esas empresas se pongan en contacto conmigo, porque hay un vivero de empresas que se pueden instalar en cualquier momento», afirmó.

En este sentido, Saiz dice que la construcción del cementerio nuclear no está paralizada, ya que se están terminando de asfaltar los accesos al ATC y en octubre está previsto que se abra el vivero de empresas, un proyecto que complementa al almacén de residuos.

En estos dos meses de «guerra» entre la Junta y Villar de Cañas, las razones del Ejecutivo socialista para oponerse al ATC han sido tan variadas como un menú con dos platos y postre. El primer motivo, o más bien la primera acción, llevada por el Gobierno de Page ya está contada: declarar como ZEPA la zona donde se ubicaría el almacén nuclear. Después, se ha esgrimido una razón económica: a pesar de que es un proyecto cifrado en mil millones de euros, ayer el vicepresidente regional, Martínez Guijarro, dijo que «donde hay una instalación nuclear, alrededor suyo se genera un vacío industrial».

La tercera razón apela a la seguridad. La Junta socialista se viene apoyando en un informe de Greenpeace que alerta del riesgo de transportar en contenedores por más de 200 municipios residuos nucleares hasta depositarlos en Villar de Cañas. El alcalde rebatió ayer esta información por parecerle sesgada, ya que en Europa «se hacen miles de desplazamientos de residuos nucleares, como pasa en España, y este es el transporte más seguro del mundo». «No ha habido ningún accidente en Europa de estas características», insistió Saiz.

Benjamín Prieto, fuera

La cita entre el presidente regional y el alcalde de Villar de Cañas también tuvo su punto berlanguiano, después de que Saiz se quejara de que Benjamín Prieto, presidente de la Diputación de Cuenca, no pudiese pasar a la reunión por orden de Page. Desde el PP criticaron al presidente por su «sectarismo», mientras que el Gobierno regional se defendió en un comunicado aduciendo que la visita de Prieto no estaba prevista.

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