Consumo

¿Por qué metes los huevos en la nevera si en el supermercado los tienen fuera?

¿Qué es lo correcto? ¿Guardar este productor en el frigorífico o mantenerlo a temperatura ambiente?

Huevos en la nevera. LA VOZ

LA VOZ

Cádiz

¿Huevos dentro o huevos fuera? Es pregunta habitual. El consumidor suele meter el cartón de huevos en la nevera, justo cuando minutos antes, en el momento de la compra, los huevos se encontraban fuera, a temperatura natural. ¿Qué es lo correcto?

Pues la respuesta es que las dos soluciones son correctas. Lo importante es que este producto se mantenga en un lugar fresco, por debajo de los 25 grados. Salvo en temporadas de mucho calor en zonas donde el verano aprieta, pueden permanecer a temperatura natural.

La cáscara del huevo posee en su interior una fina capa llamada cutícula, que protege el interior del huevo para que no se contamine con la salmonela, la cual se encuentra en la cáscara y que es una contaminación que procede de las heces de la gallina. «Mientras la cutícula esté intacta, el huevo se mantiene en perfecto estado a nivel higiénico», asegura Luis Riera, director general de la consultora de seguridad alimentaria SAIA, en ABC.

Los cambios bruscos de temperatura pueden dañar esta capa.

Por ello, no es necesario dejar los huevos en la nevera salvo en épocas de mucho calor. El resto del año solo será imprescindible guardarlos en la nevera si se han lavado antes, si bien es un error porque el agua podría romper esa cutícula.

Otra cuestión es que una vez que los huevos se metan en el frigorífico, ya no se deben sacar porque el huevo suda, la cáscara se vuelve más porosa y frágil y puede abrir la puerta a la entrada de las bacterias. Los huevos pueden durar hasta 15 semanas en la nevera.

También los expertos destacan que existen diferencias a nivel estético cuando un huevo se guarda en la nevera o fuera de ella. «Si fríes un huevo que ha estado una semana fuera de la nevera y después otro que ha estado una semana en la nevera, comprobarás que el que ha estado dentro del frigorífico lucirá la yema centrada y una clara más espesa, mientras que el otro quizá quede algo más feo o desparramado», apunta Luis Riera.

¿Cómo saber si un huevo está malo?

Hay un truco muy sencillo. Se trata de sumergir el huevo en un vaso de agua. Si el huevo se queda en el fondo, es buena señal, y es óptimo para el consumo. Si en cambio flota, es que se ha deteriorado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación