El Vaticano se dota de leyes de protección de menores en su territorio y las nunciaturas

Los abusos no prescriben hasta los 38 años de la víctima y la ayuda la presta el Servicio de Sanidad

El Papa Francisco ABC
Juan Vicente Boo

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El Papa Francisco ha promulgado dos leyes de protección de menores en el territorio del Estado Vaticano y en las nunciaturas, que ordenan la denuncia a las autoridades, encarga la ayuda a las víctimas al Servicio de Sanidad y retrasa la prescripción de los delitos hasta veinte años después de que la víctima llegue a la mayoría de edad.

Las nuevas leyes ordenan que «se ofrezca a la víctima y a su familia una atención pastoral apropiada, así como un adecuado apoyo espiritual, medico, psicológico y legal». El sistema de ayuda se instala en el Servicio de Sanidad por la importancia del apoyo psicológico, psiquiátrico y de medicina general para el resto de trastornos asociados .

Las normas indican que «debe madurar en todos la conciencia de la obligación de denunciar los abusos a las autoridades competentes», la fiscalía y al Gendarmería Vaticana, «y de cooperar con ellas en las actividades de prevención y de lucha» contra los abusos.

La nueva ley del estado del Vaticano castiga el encubrimiento que, en el caso de gendarmes o funcionarios de justicia puede llevar a penas de seis meses de cárcel.

Aunque el número de menores que se mueven por el territorio del Vaticano no es muy alto, la ausencia de una ley específica era un contraejemplo respecto a otros países y mostraba poco respeto a la Convención de Protección de los Derechos del Menor de 1989, suscrita por el Vaticano.

Nuevo texto legal

El nuevo texto legal es avanzado en cuando a retrasar la prescripción a un plazo de veinte años desde que la víctima llegue a la mayoría de edad, es decir, los 38 años. Es un periodo más largo que el de la mayoría de legislaciones pero muy necesario, pues buena parte de las víctimas no son capaces de hablar de los abusos a nadie hasta veinte, treinta o cuarenta años después.

Para evitar nuevos traumas durante las diligencias y el proceso, se prevé la presencia de psicólogos siempre en la toma de declaración a los menores, y de abogado si lo desean. Se establece que parte de las vistas judiciales puedan ser a puerta cerrada, que se pueda prestar declaración por videoconferencia o que se instale un cristal de visión unidireccional si la victima está en la sala.

En definitiva, se trata de proteger a la víctima también durante el proceso de modo que no sea una perspectiva insoportable. En cuanto a los delincuentes, el texto prevé el cese en sus cargos y el cumplimiento de las penas , pero sin dejar de proporcionar a los culpables la ayuda médica y espiritual que seguirán necesitando.

Aparte de las leyes y normas pastorales para su pequeño territorio, el Vaticano está trabajando en cambios en el Código de Derecho Canónico que se aplicarán en la Iglesia universal para reforzar la lucha contra estos delitos, según las líneas anunciadas en la reciente cumbre antiabusos en la que participaron los presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo.

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