Tres pequeñas incisiones para volver a caminar

La neuropatía diabética periférica, que ocasiona fuertes dolores y la pérdida de sensibilidad en las extremidades, puede ser tratada gracias a una novedosa intervención

El doctor Benito Duque durante una intervención el pasado mes de junio Guillermo Navarro

María Alcaraz Mayor

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La neuropatía diabética afecta al sistema nervioso de las personas diabéticas. Dentro de esta afección, la neuropatía periférica es la más común. Los síntomas son dolor y pérdida de sensibilidad en las extremidades, especialmente en las piernas. «La operación consiste en localizar tres puntos que tenemos en la pierna, en la extremidad inferior a nivel de tobillo y cerca de la rodilla donde sabemos que los nervios pueden estar comprimidos y liberar los ligamentos que comprometen a los nervios», explica Benito Duque , jefe de servicio del área de cirugía plástica y reparadora del Hospital Ramón y Cajal .

Es este hospital el lugar donde se realiza la novedosa intervención, por ahora el único de España. Ya se ha realizado una veintena de veces con éxito. «En algunos pacientes la mejoría ha sido moderada, se encuentran mejor pero continúan teniendo que tomar calmantes», comenta el doctor y añade: «Otros han dejado los calmantes e incluso han recuperado la sensibilidad en los pies». El paciente se somete a una intervención de una hora que no requiere el ingreso hospitalario. Generalmente se realiza con anestesia regional.

Mejoría de un 80 por ciento

La técnica para el desarrollo de esta intervención se originó en los años 90 en Estados Unidos y está basada en la teoría de la compresión de los nervios. «Se vio que los pacientes evolucionaban satisfactoriamente en relación con dos problemas que afectan a los nervios periféricos en los diabéticos: la sensibilidad y del dolor», dice el doctor Benito. En la mayoría de los casos, la mejoría de los afectados era de un 80 por ciento. Tras la incorporación del doctor al hospital en el año 2013, se empezó el desarrollo de esta técnica en nuestro país.

La parte más tediosa del proceso de recuperación suele durar alrededor de un mes. «La primera semana se debe guardar reposo , poner la pierna en alto y se necesita la ayuda de calmantes. La segunda semana es más llevadera, el paciente puede empezar a apoyar el pie», explica el doctor. Durante el primer mes de recuperación, el paciente tiene un control semanal en el hospital.

El doctor Benito advierte que la regeneración de los nervios varía, ya que si estos han estado «comprometidos» durante muchos años la recuperación es más lenta. «En muchos pacientes la mejoría es fulminante , pero en muchos otros casos la recuperación del nervio es progresiva a lo largo de meses», apunta.

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