En Alemania las autoridades sanitarias son conscientes de que una de las medidas más efectivas de luchar contra el virus es
realizar test
a los ciudadanos para cortar las cadenas de transmisión. Por ello acaban de implementar una medida que acerca estas pruebas más que nunca a la población.
Los supermercados Lidl y Aldi han puesto a disposición de sus clientes test rápidos cuyo precio varía entre los 5 y 10 euros, tienen una fiabilidad del 80% y ofrece los resultados a los 15 minutos.
Según anunció el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, los ciudadanos pueden comprar los kits de autodiagnóstico, algo que será una «pieza fundamental» para doblegar la curva de contagios.
Los test están a disposición de los ciudadanos desde el pasado 3 de marzo tras la autorización del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios alemán (BfArM).
En concreto, se trata de las pruebas Rapid SARS-CoV-2 Antigen Test Card, LYHER Covid-19 Antigen Schnelltest (Nasal) y CLINITEST Rapid COVID-19 Self-Test, fabricadas en China y Estados Unidos.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión