Reválidas: varios nombres para una misma prueba

Las reválidas han estado desde siempre en el sistema educativo español pero con distintos nombres y solo a veces con efectos académicos. La primera norma en introducir por primera vez las reválidas fue «la ley Moyano» de 1857 y que estuvo en vigor hasta 1970. El primer examen al que se enfrentaban entonces los alumnos era para pasar a la enseñanza media -la ESO- y el siguiente para acceder a la enseñanza superior. Se la denominaba «examen del grado de Bachiller».

LGE-Ley de selectividad (70-74). La ley conocida como de «Villar Palasí» incorporó la evaluación continua y elimina todas las reválidas. La prueba de acceso como requisito obligatorio para acceder a facultades fue implantada en enero de 1974 con la llamada «Ley Esteruelas», la ley de Selectividad del entonces ministro de Educación y Ciencia durante la última etapa franquista, Cruz Martínez Esteruelas.

El primer examen afectó sobre todo a los alumnos que iniciaban sus estudios universitarios en el curso 1975-76.

Los alumnos de esa convocatoria tuvieron que realizar el resumen de una conferencia, un análisis de texto, preguntas sobre Lengua y Matemáticas y sobre dos materias optativas. Desde entonces, esta prueba se ha ido modificando en algunos sentidos.

LOGSE (1990). No existen pruebas extraordinarias de evaluación, al dar prioridad a la evaluación continua. Se mantiene la Selectividad.

LOCE (2002-No llegó a aplicarse). La educación Primaria y Secundaria cuenta al final de cada con una evaluación general de diagnóstico. Para obtener el título era necesario superar la Prueba General de Bachillerato (reválida).

LOE (2006). Hace hincapié en la evaluación continua, pero mantiene la prueba diagnóstica de 6º de Primaria, como en la LOCE. También mantiene la Selectividad pero lleva el nombre de Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), pero sin reválida para obtener el título de Bachiller.