El herbicida de Monsanto también daña a las abejas, según una investigación

El estudio analiza la vulnerabilidad de los insectos ante su exposición al glifosato

Imagen de archivo EFE

ABC

Una investigación de la revista «Proceedings» de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos revela que el glifosato, el herbicida más usado, creado por la multinacional Monsanto, daña a las abejas . Es la segunda polémica en poco tiempo a la que se tiene que enfrentar la compañía, pues el pasado mes de agosto fue condenada por un jurado de California a indemnizar con 289 millones de dólares a un paciente con cáncer terminal que aseguraba que su enfermedad se debía a la exposición al herbicida.

La prestigiosa publicación se refiere ahora a la vulnerabilidad que el producto en cuestión crea en las abejas , ya que, según los datos expuestos por los investigadores de la Universidad de Texas, en Austin (Estados Unidos), estar expuestas al glifosato supone una alteración en el sistema digestivo de estos insectos, que los debilita.

«El aumento de la mortalidad de las colonias de abejas melíferas se ha atribuido a varios factores, pero no se comprende por completo. Se espera que el herbicida glifosato sea inocuo para los animales, incluidas las abejas, porque se dirige a una enzima que solo se encuentra en plantas y microorganismos. Sin embargo, las abejas dependen de una microbiota intestinal especializada que beneficia el crecimiento y proporciona defensa contra los patógenos. La mayoría de las bacterias del intestino de la abeja contienen la enzima objetivo del glifosato, pero varían en cuanto a si poseen versiones susceptibles y, en consecuencia, en tolerancia al glifosato. La exposición de las abejas al glifosato altera la comunidad del intestino de la abeja y aumenta la susceptibilidad a la infección por patógenos oportunistas. Comprender cómo el glifosato afecta a los simbiontes del intestino de la abeja y la salud de las abejas ayudará a elucidar un posible papel de este químico en el declive de la colonia», recoge la investigación.

Así, los investigadores experimentaron en aproximadamente un centenar de abejas y las expusieron al glifosato durante varios días para llegar a las conclusiones del estudio.

«Vincula erróneamente»

Bayer, a través de un comunicado, señala que el artículo publicado en «Proceedings of the National Academy of Sciences» vincula erróneamente el glifosato con los problemas microbianos intestinales de las abejas melíferas.

Según señala, el artículo «no establece una relación entre las dosis de glifosato aplicadas y los supuestos efectos». «Cabe destacar que este equipo de investigación no analizó estos nuevos hallazgos a la luz de su trabajo anterior que reseñó que los antibióticos que los apicultores usan en sus colmenas eran la causa de las alteraciones en las comunidades de microbios intestinales de las abejas melíferas», indica.

La compañía farmacéutica también subraya que los autores señalan que «la abundancia bacteriana total promedio era ligeramente menor en las abejas tratadas con glifosato, pero no estadísticamente significativo». Además, el artículo -apuntan- «se basó en un pequeño número de abejas, mientras que los estudios regulatorios y otros estudios publicados que incluyen colmenas completas proporcionan una evaluación más completa de los posibles efectos en las colonias». En esta línea, precisan que los estudios regulatorios deben seguir estrictas directrices internacionales desarrolladas por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que incluyen parámetros que son relevantes para proteger a las abejas melíferas.

Por ello, recuerdan que las afirmaciones de que «el glifosato tiene un impacto negativo en las abejas melíferas simplemente no son ciertas». «Más de 40 años de evidencia científica sólida e independiente demuestran que no representa un riesgo inaceptable para los seres humanos , los animales y el medio ambiente en general. Las autoridades reguladoras consideran cuidadosamente estas cuestiones cuando aprueban el uso de nuevos fitosanitarios», indican.

También subrayan que el exhaustivo estudio de Thompson et al. (2014) «no encontró efectos adversos sobre la supervivencia de las abejas adultas ni sobre la supervivencia o el desarrollo de las crías de abeja en colonias tratadas con glifosato en niveles que excedían las exposiciones ambientales reales». Estos resultados -añaden- «han sido confirmados por un estudio sobre crías de abeja llevado a cabo para cumplir con los requisitos actuales de control de la UE para la renovación de la autorización del glifosato. De hecho, ningún estudio a gran escala ha encontrado ningún vínculo entre el glifosato y la disminución de la población de abejas melíferas».

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